BANCO DE ALIMENTOS
Manuel Pulido: “Una donación económica en caja en la Gran Recogida de Alimentos es mucho más útil y rentable”
El secretario del Banco de Alimentos de Huelva destaca que actualmente “tenemos menos donaciones y más usuarios, por lo que estamos en un momento crítico”. Es por ello que con la Gran Recogida que finaliza el 6 de diciembre “esperamos que podamos medianamente combatir el impacto más grande de la crisis actual”, expone, ya que ha subido el nivel de vida a causa de la inflación. Opina que en los primeros días “la respuesta ha sido bastante interesante hasta ahora y pensamos que la recaudación va a ser muy buena”. El año pasado esta entidad benéfica ayudó a 17.769 personas en la provincia.


Estamos en una de las semanas más importante del año en cuanto a solidaridad se refiere. El pasado viernes arrancó con enormes expectativas el regreso de la Gran Recogida de Alimentos del Banco de Alimentos, un clásico de estas fechas que regresa a pleno rendimiento tras desarrollarse en formato virtual durante la pandemia. Una de las novedades de la campaña de este año, activa hasta el 6 de diciembre, es que los clientes realizan en caja una donación económica en lugar de aportar un alimento de su elección, lo que resulta más eficiente porque con ese dinero se invierte en los alimentos, no perecederos y frescos, así como productos de higiene, que más se demandan en cada momento los más de 17.000 usuarios de la provincia de Huelva. Así lo explica en la siguiente entrevista Manuel Pulido, secretario del Banco de Alimentos de Huelva. Nos recibe en el supermercado de Mercadona situado en el barrio del Molino de la Vega, donde se aprecia el ambiente de la Gran Recogida, con cartelería explicativa sobre el evento solidario por varias partes, especialmente en línea de caja, algo que también detallan voluntarios con petos y cajeros del supermercado. Mercadona también es socio protector del Banco de Alimentos y realiza donaciones directas propias anuales a la entidad. Asimismo colabora a diario con asociaciones vinculadas y reconocidas como el banco, como el Comedor Social Virgen de la Cinta, residencias y Proyecto Hombre, entre otras.

PREGUNTA.- ¿Qué valoración hacen de cómo ha sido el arranque de la Gran Recogida de Alimentos?
RESPUESTA.- Son percepciones muy apriorísticas y hasta que no transcurra un tiempo más que prudente no podemos tener una idea real de cómo ha ido, pero de inicio tenemos unas buenas sensaciones. La respuesta ha sido bastante interesante hasta ahora y pensamos que la recaudación va a ser muy buena. Ahora mismo es más visible el la donación del alimento físico y no tenemos aún una cifra económica de lo que se ha ido donando en caja y aún no podemos presumir nada, pero también esperamos que sea acorde.

P.- Uno de los aspectos a destacar de la campaña es que las donaciones son económicas y se hacen en caja. ¿Cómo se está encajando en los usuarios?
R.- Hay una cierta resistencia por parte de la población a hacer donaciones económicas en caja porque desconfían del destino final de esa donación. No cabe duda, pero cada cuál responde cómo le parece. A menudo hay voluntarios incómodos por solicitar la colaboración a los clientes de los supermercados a través de la donación en caja. No obstante, eso se está venciendo y no deja de ser un temor innecesario y que responde a la realidad. Otras personas agradecen no tener que cargar con los alimentos y consideran más cómodo aportar la cantidad que consideren en caja. Cada donación, además, perfectamente reflejado en el ticket del cliente.
P.- ¿La gran ventaja de la donación en caja es que permite responder de una forma más adecuada a las necesidades de los usuarios que tiene el Banco de Alimentos?
R.- Sin lugar a dudas. Así se destina el dinero a lo que realmente se necesita en cada momento, porque varían las necesidades y los momentos del año. De lo que no cabe la menor duda es que una donación en caja es mucho más útil y más rentable a la hora de racionalizar la inversión del banco. Si todo el mundo donara el mismo producto físicamente hablando, flaco favor le estaríamos haciendo a las necesidades alimentarias de las personas. De esta manera, con la donación en caja, posibilitamos que el monto total se inviertan en aquellos productos en los que estamos más deficitarios.
P.- En esta línea, también permite adquirir para los usuarios alimentos perecederos frescos cuando se vaya a realizar un envío en concreto y sin que haya problemas de caducidad, ¿verdad?

P.- Otro aspecto importante es que este año era importante donar, siempre lo es, porque en 2022 se ha donado menos.
R.- Es algo que suena un poco paradójico, pero resulta que en plena pandemia, que las recogidas eran exclusivamente virtuales, aumentaron, porque el nivel de sensibilidad se activó. Sin embargo, en el último año, este 2022, hemos registrado una importante caída de donaciones en todos los sentidos, pero además con el agravante de que se han reducido las donaciones cuando el nivel de vida ha subido a causa de la inflación, que ha causado un déficit de poder adquisitivo. Por lo que tenemos menos donaciones y más usuarios, por lo que estamos en un momento crítico. De este modo hemos abordado esta Gran Recogida de Alimentos y esperamos que las sensaciones que tenemos ahora se correspondan con la realidad y que podamos medianamente combatir el impacto más grande de la crisis actual.
P.- En una Gran Recogida es importante que los clientes sea activos, el trabajo de los voluntarios y también tener buenos socios en los supermercados, como en este caso Mercadona.

P.- ¿Cuántos voluntarios participan en esta campaña? ¿Hay suficientes durante todo el año?
R.- La verdad es que estamos bastante deficitarios de voluntarios. En nuestra base de datos hay en torno 500 voluntarios registrados. Tenemos dos tipos, los permanentes y el circunstancial que se da en una gran recogida. Este último tipo lo tenemos más o menos cubierto, pero sin embargo el permanente no, porque en el almacén necesitamos muchísimos voluntarios. El Banco tiene cinco personas contratadas y el resto son voluntarios y andamos con muchísimas necesidad. Estamos haciendo reuniones con Bomberos, Ejército, Policía… para conseguir recabar más voluntarios. La verdad es que sobra trabajo para la clasificación. Ahora vamos a tener un aluvión, porque cuando llegue al almacén lo recogido fisicamente todo eso hay que reclasificarlo de nuevo. Se hace una primera clasificación pero luego hay que hacer una en el almacén más específica. Se separa cada tipo de producto y eso requiere la participación de muchos voluntarios. Me gustaría destacar que en la Gran Recogida de Alimentos participan personas que son usuarios finales del Banco de Alimentos. Cada entidad benéfica con la que colaboramos aporta un número. Es una contraprestación básica y elemental. En el caso de Mercadona, ponen a nuestro servicios muchos medios físicos para la campaña, como la tienda, la cartelería o el servicio informático para las donaciones, pero está comprobado que cuando hay voluntarios la recaudación es mucho mayor. Tendemos ir a comprar sin leer los carteles y vamos con el piloto automático, pero cuando hay voluntario con el peto del banco y que te informa de cómo funciona la campaña y explica que tu aportación se transforma en alimentos es algo vital, sin duda, y la recaudación es mucho mayor.

P.- ¿Qué número de familias atendéis desde el Banco de Alimentos actualmente y cómo ha variado esa cifra en los últimos años?
R.- Según consta en la memoria anual de 2021 del Banco de Alimentos el año pasado tuvimos 17.769 personas beneficiarias de la entrega de alimentos, que correspondían a 101 entidades benéficas. Hay que recordar que el Banco de Alimentos no entrega directamente a los usuarios finales la comida, sino que lo hace de una entidad que previamente tiene que responder a una serie de criterios y exigencias que impone el banco, porque éste a su vez está auditado por la Fundación Lealtad. De este modo, trabajamos con entidades muy variadas, desde asociaciones constituidas ex proceso para tramitar la entrega de alimentos, hasta ayuntamientos, entidades sociales como Cáritas o Cruz Roja, entre otras muchas.
P.- ¿En los últimos años ha cambiado mucho el perfil medio de las personas que son beneficiarias de la comida que distribuye la entidad?
R.- Desgraciadamente sí y, de hecho, sorprendería a mucha gente ver los perfiles del beneficiario. Hay muchos en situación de una carencia absoluta y no estamos hablando solo de personas de clases humildes, sino también de otras que vienen de una clase media trabajadora.
P.- Una vertiente quizás menos conocida de la labor del Banco de Alimentos son sus acciones formativas y de empleo.

P.- ¿Alguna idea que quiera recalcar?
R.- Destacaría que sigue siendo muy importante seguir colaborando y que la aportación económica es mucho más eficiente para las dos partes, sobre todo para el usuario final. porque se va poder comprar lo que de verdad se necesita, no sólo arroz, sino que estamos hablando incluso de productos de higiene personal para dárselo a las entidades y se lo entreguen al usuario final y ahí se donde hay que hacer fuerza. También es reseñable que quien haga la donación lo puede justificar de cara a la declaración de la renta, porque es un gasto desgravable. No se hace mucho uso de eso, pero está ahí la posibilidad. En grandes donaciones sí se hace habitualmente, como los grandes protectores.
