El acusado por la muerte de la reportera Alicia Rodríguez cambia su versión y afirma que nunca dio marcha atrás

Manuel Q. S. aseguró antes del juicio que tuvo que hacer esa maniobra; algo que confirmó el propio informe del equipo especializado de la Guardia Civil tras analizar el escenario de los hechos y las heridas fatales que presentaba la víctima

El jurado del caso por el atropello mortal de Alicia Rodríguez visiona la reconstrucción de los hechos

La Guardia Civil confirma en el juicio por la muerte de Alicia Rodríguez que el acusado «tuvo que pisar el acelerador con fuerza» para atropellar a la reportera 

El acusado en la primera sesión del juicio que arrancaba esta semana en la Audiencia de Huelva m. a.
María Carmona

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El acusado del atropello mortal de Alicia Rodríguez ha declarado este viernes ante el jurado popular encargado de dirimir su responsabilidad en la muerte de la reportera onubense. Inicialmente se había previsto su declaración para el jueves por la tarde, pero esa sesión se alargó hasta entrada la noche con la práctica de la prueba pericial y el visionado de vídeos de reconstrucción del accidente.

Finalmente, la esperada declaración se ha realizado este viernes. Durante la misma, Manuel Q. S. ha respondido únicamente a las preguntas del Ministerio Fiscal y de su defensa, así como a las cuestiones que le ha planteado el propio jurado tras escucharlo.

Hay que recordar que la Fiscalía solicita una pena por homicidio imprudente, una alternativa que no ha descartado en sus conclusiones la propia defensa; mientras que la acusación particular no se cree la versión del accidente y reclama 28 años de prisión por un delito de asesinato.

Declaración del acusado

El acusado, que ha mantenido en todo momento una actitud hierática, bastante aséptica, ha cambiado su versión de los hechos en parte, ya que en esta ocasión ha asegurado que en ningún momento dio marcha atrás al vehículo, que sólo movió hacia delante «para dejarlo donde siempre lo aparcábamos».

Así, según Manuel Q.S., al llegar al olivar al que se habían dirigido ambos, salieron a orinar, cada uno para un lado, y al volver al coche se encontró la puerta del piloto abierta -hasta entonces había venido conduciendo Alicia- y todo encendido. Afirma que ella no estaba dentro; por lo que «me subí y directamente moví el coche hasta donde lo dejaba siempre». Con la puerta abierta y la música puesta, «por costumbre». Después, se puso al volante «sin comprobar dónde estaba, porque ella siempre hacía pipí entre los olivos».

Cuestionado por si notó obstáculo alguno en la maniobra, el acusado ha aseverado: «Noté lo típico del terreno: ondulaciones, piedras, pero nada fuera de lo común», desdiciéndose de su declaración inicial en la que señalaba que tuvo que maniobrar y dar marcha atrás al vehículo en varias ocasiones -tal y como ha quedado demostrado en el informe del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT)- para poder moverlo.

«Creo que lo dije porque estaba sugestionado por la Guardia Civil, que me decía que si la había atropellado así, tenía que haber dado marcha atrás»

«Creo que lo dije porque estaba sugestionado por la Guardia Civil, que me decía que si la había atropellado así, tenía que haber dado marcha atrás, pero yo no recuerdo haber dado marcha atrás».

Según el acusado, consideró que los pitidos que escuchaba de los sensores del coche se correspondían con los de la puerta abierta, y cuando dejó el vehículo aparcado «después de un rato sentado esperando, salí a buscar a Alicia. No la encontré y la llamé a voces. Volví al coche y lo apagué todo, y volví a salir a buscarla llamándola. Cuando volví ya fue cuando escuché que me decía 'aquí', y la vi debajo del coche».

Pese a que según ha relatado, la propia Alicia le pedía que quitara el coche para sacarla, «no lo hice, no moví más el coche porque pensé que podía perjudicarla».

No hace referencia al consumo de alcohol

A partir de ahí «yo ya me puse muy nervioso» -ha insistido en varias ocasiones en su nerviosismo, sin que por contra ni en las preguntas ni en su propia declaración se haya hecho referencia al estado que podía presentar por el consumo de alcohol y drogas que acreditan los informes-, y comenzaron las llamadas en primer término al 091 y luego al 112. Llamadas que realizó, por cierto, con el móvil de Alicia. Algo que justificó de la siguiente manera: «el mío no lo encontraba, entonces busqué en su bolso el suyo y se lo di para que lo desbloquease».

Respecto a esas llamadas y lo que le explicó a los agentes de la Benemérita, Manuel ha reconocido que «no sabía ni explicar lo que había pasado, y cuando llegó la Guardia Civil me puse muy nervioso». Por su parte, a preguntas de su defensa ha insistido en la colaboración que dice que prestó en todo momento a los investigadores: «Les entregué mi móvil desbloqueado», ha señalado.

El jurado ha interpelado al acusado después de su declaración acerca de su relación con la chica con la que se estuvo mensajeando esa noche -y que la acusación considera origen de la discusión que pudo desembocar en el fatal desenlace- y el objetivo con el que habían acudido al olivar, señalando Manuel que se disponían a tener relaciones y que "Cristina es una amiga, una buena amiga".

Las partes mantienen su calificación aunque Fiscalía pide que se aumente la privación de poder conducir a cuatro años y la Junta lo deja en homicidio doloso. La defensa mantiene la petición de absolución y como alternativa, el homicidio imprudente, tal y como reclama el Ministerio Público.

Al jurado no se le pasará el objeto del veredicto, esto es, las preguntas que deberán contestar, hasta el próximo lunes.

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