Malentendidos en torno al Recre

La mayoría de los problemas nacen de un malentendido. Y, a veces, esos problemas generan nuevos malentendidos que acaban por dibujar un paisaje grotesco en el que todo el mundo grita, nadie escucha y todo está torcido. Para encontrar las raíces de los problemas (o supuestos problemas) que atraviesa el Recre en la actualidad tendríamos que remontarnos muy atrás, pero no es difícil señalar algunas equivocaciones de base que, a lo mejor, están enturbiando todo algo más de lo aconsejable.

Huelva24

Huelva

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Entiende mal la situación quien piense que todos los que critican en algún momento a Sergi lo hacen por las mismas razones. Sé positivamente que no todo el mundo le está pasando factura al equipo por aquello de no enviar jugadores a tertulias. Quien lo esté haciendo, que no digo que no haya un par de ellos, allá consigo mismo. Al final, el lector, oyente o espectador es el que tiene la última palabra sobre lo que consume en cuanto a medios de comunicación. Cabe no olvidar este punto. Si algo no me gusta, no lo uso, pero no me dedico a usarlo cada día para después volver a quejarme. Eso se llama masoquismo.

Como digo, no todo el mundo le pasa factura a Sergi por eso y me parece un argumento algo trasnochado como para convertirlo en el paraguas bajo el que se escuda ante cualquier crítica. Algo habrá hecho mal en este tiempo, a pesar de puntos conseguidos, distancia con el descenso o buen juego mostrado en menos partidos de los que la gente piensa. Es un malentendido, o un error, pensar que el periodismo está para ayudar al cuerpo técnico, al presidente o al club porque sí. El periodismo está para informar, de lo bueno y de lo malo, y no se mide a un periodista por su grado de recreativismo. Eso de escribir con el carné en la boca y la bufanda puesta queda bien en contadas ocasiones, pero me parece poco práctico.

Del mismo modo, me parece absurdo establecer una relación directa entre su capacidad como técnico y su lugar de residencia, igual que no entendía que pesaran tanto los viajes a Barcelona de Víctor Muñoz o el chándal de Javi López. Lo que pesa, al final, es lo que hace el equipo sobre el césped y los resultados que obtiene. No busquen más. El resto son excusas para llegar a un punto definido de antemano.

También es un error pensar que haya una especie de obligación por la que futbolistas o entrenador deban ir a tertulias y demás. Pienso que bien llevado es algo que favorece a la imagen del club, por una evidente cuestión de proyección de imagen totalmente gratuita, pero es algo que se pierde el propio club que, dicho sea de paso, evidencia en muchas ocasiones que este punto se la trae al fresco. Profesionalmente, valoro mucho más la posibilidad de realizar entrevistas personales y dejar las tertulias para los tertulianos.

Después, podemos hablar de si fue correcto Sergi en las formas. A mí me parece que no, que si los gestos que hizo los hiciera un periodista ante una respuesta suya, hablaríamos de una falta de educación bastante seria. No me gustó y considero que el técnico debería tener las tablas suficientes como para molestarse por una pregunta (¡qué menos!), pero responderla de un modo más beneficioso para sus intereses.

Porque, al final, su respuesta ha contaminado todo el discurso de la semana. Poco se ha hablado del 2-0 ante el Barcelona B, y alguno dirá que es cuestión de que los periodistas van a por lo morboso, pero si se mira los foros de internet, donde presuntamente sólo cohabitan aficionados, la cuestión no ha sido muy distinta. Ha sido el tema estrella, por mucho que en la página web del club, la rueda de prensa aparecía cortada y empezaba por la segunda pregunta.

Quiero yo pensar que después de varios patinazos, siempre en el mismo punto, en el de la comunicación, habrá aprendido Sergi lo que no debe hacer, ya no porque a mí me parezca mejor o peor, sino porque cualquier entrenador prefiere un ambiente tranquilo a uno revuelto. 

Porque, puestos a imaginar, ante el Almería se puede dar cualquier resultado. Y visto lo visto, se gane o se pierda, el que quiera echarle leña al fuego encontrará el camino para hacerlo, de eso no tengo duda. Sólo Sergi tiene elección: puede seguir echando gasolina al fuego y hacer de altavoz para aquello que no le importa a nadie o ser inteligente y elegir con más temple las batallas que libra. Eso también forma parte del trabajo del entrenador y, por ahora, no le está saliendo del todo bien.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia