El necesario faro de Quique Rivero

 La plantilla del Recre ha celebrado esta mañana su último entrenamiento con vistas a recibir este domingo (Nuevo Colombino, 17.00 horas) al filial del Granada en uno de esos partidos llamados trampa que hay a lo largo de una temporada. En principio su entrenador, Alberto Monteagudo, sólo tiene la ausencia del sancionado Sergio Jiménez y habrá que ver si regresan a la convocatoria alguno de los tres futbolistas que se quedaron fuera en el reciente choque ante el Cartagena.  Borja García y Carlos Martínez pagaron los platos rotos de la derrota, con mala imagen incluida, sufrida en Marbella, mientras que posiblemente ante un rival tan poderoso como el cuadro murciano todavía Monteagudo no quiso forzar el regreso de Quique Rivero. Es de esperar que el centrocampista de 27 años nacido en Cabezón de la Sal sí que esté ya en la lista para recibir al Recreativo Granada. No es descartable que sea ya titular, con lo que supliría a Sergio Jiménez, aunque cobra más enteros la posibilidad de que tenga minutos en la segunda mitad y sean Gustavo Quezada y Gerard Vergé los que se coloquen en un doble pivote. Alfonso o Rubén Cruz también podrían ser novedades en el once inicial. Quique Rivero fue uno de los fichajes estrella del Recre el pasado verano. Formado en los escalafones inferiores del Racing de Santander, estuvo después dos temporadas en Segunda División en las filas del Tenerife y otras dos con el Cartagena a las órdenes de Alberto Monteagudo, y posteriormente regresó al Racing de Santander para jugar en el cuadro cántabro otras dos temporadas, logrando el ascenso a la categoría de plata. La pausa para no jugar a arreonesAunque casi nunca ha sido titular indiscutible, su calidad en Segunda B es incuestionable y está llamado a ser el Tropi albiazul de esta temporada, es decir, el jugador por el que pase todo el fútbol de este equipo. Por ahora el Decano está muy intermitente, jugando a arreones y sin una clara identidad de juego. Gana partidos por la calidad de sus hombres de ataque pero no suele dominar a los rivales. A su fútbol le está faltando pausa y eso es lo que puede conseguir con el regreso de Quique Rivero, que tiene toque, visión de juego y es un gran organizador. Comenzó saliendo de inicio en las cuatro primeras jornadas, pero una grave entrada por parte del central del UCAM Murcia Hugo Álvarez le mandó al banquillo en la primera parte de ese encuentro y posteriormente se perdió los seis siguientes encuentros de liga. Ya la semana pasada recibió el alta médica y ante el Recreativo Granada se espera que como mínimo esté ya en el banquillo. El Decano le necesita. Debe ser vital para que el equipo albiazul sea pronto un equipo reconocible y con sello y seña de identidad, algo de lo que por ahora adolece.

 La plantilla del Recre ha celebrado esta mañana su último entrenamiento con vistas a recibir este domingo (Nuevo Colombino, 17.00 horas) al filial del Granada en uno de esos partidos llamados trampa que hay a lo largo de una temporada. En principio su entrenador, Alberto Monteagudo, sólo tiene la ausencia del sancionado Sergio Jiménez y habrá que ver si regresan a la convocatoria alguno de los tres futbolistas que se quedaron fuera en el reciente choque ante el Cartagena.  Borja García y Carlos Martínez pagaron los platos rotos de la derrota, con mala imagen incluida, sufrida en Marbella, mientras que posiblemente ante un rival tan poderoso como el cuadro murciano todavía Monteagudo no quiso forzar el regreso de Quique Rivero. Es de esperar que el centrocampista de 27 años nacido en Cabezón de la Sal sí que esté ya en la lista para recibir al Recreativo Granada. No es descartable que sea ya titular, con lo que supliría a Sergio Jiménez, aunque cobra más enteros la posibilidad de que tenga minutos en la segunda mitad y sean Gustavo Quezada y Gerard Vergé los que se coloquen en un doble pivote. Alfonso o Rubén Cruz también podrían ser novedades en el once inicial. Quique Rivero fue uno de los fichajes estrella del Recre el pasado verano. Formado en los escalafones inferiores del Racing de Santander, estuvo después dos temporadas en Segunda División en las filas del Tenerife y otras dos con el Cartagena a las órdenes de Alberto Monteagudo, y posteriormente regresó al Racing de Santander para jugar en el cuadro cántabro otras dos temporadas, logrando el ascenso a la categoría de plata. La pausa para no jugar a arreonesAunque casi nunca ha sido titular indiscutible, su calidad en Segunda B es incuestionable y está llamado a ser el Tropi albiazul de esta temporada, es decir, el jugador por el que pase todo el fútbol de este equipo. Por ahora el Decano está muy intermitente, jugando a arreones y sin una clara identidad de juego. Gana partidos por la calidad de sus hombres de ataque pero no suele dominar a los rivales. A su fútbol le está faltando pausa y eso es lo que puede conseguir con el regreso de Quique Rivero, que tiene toque, visión de juego y es un gran organizador. Comenzó saliendo de inicio en las cuatro primeras jornadas, pero una grave entrada por parte del central del UCAM Murcia Hugo Álvarez le mandó al banquillo en la primera parte de ese encuentro y posteriormente se perdió los seis siguientes encuentros de liga. Ya la semana pasada recibió el alta médica y ante el Recreativo Granada se espera que como mínimo esté ya en el banquillo. El Decano le necesita. Debe ser vital para que el equipo albiazul sea pronto un equipo reconocible y con sello y seña de identidad, algo de lo que por ahora adolece.

Quique Rivero fue uno de los fichajes estrella del Recre el pasado verano. Formado en los escalafones inferiores del Racing de Santander, estuvo después dos temporadas en Segunda División en las filas del Tenerife y otras dos con el Cartagena a las órdenes de Alberto Monteagudo, y posteriormente regresó al Racing de Santander para jugar en el cuadro cántabro otras dos temporadas, logrando el ascenso a la categoría de plata.

Aunque casi nunca ha sido titular indiscutible, su calidad en Segunda B es incuestionable y está llamado a ser el Tropi albiazul de esta temporada, es decir, el jugador por el que pase todo el fútbol de este equipo. Por ahora el Decano está muy intermitente, jugando a arreones y sin una clara identidad de juego. Gana partidos por la calidad de sus hombres de ataque pero no suele dominar a los rivales. A su fútbol le está faltando pausa y eso es lo que puede conseguir con el regreso de Quique Rivero, que tiene toque, visión de juego y es un gran organizador.

Comenzó saliendo de inicio en las cuatro primeras jornadas, pero una grave entrada por parte del central del UCAM Murcia Hugo Álvarez le mandó al banquillo en la primera parte de ese encuentro y posteriormente se perdió los seis siguientes encuentros de liga. Ya la semana pasada recibió el alta médica y ante el Recreativo Granada se espera que como mínimo esté ya en el banquillo. El Decano le necesita. Debe ser vital para que el equipo albiazul sea pronto un equipo reconocible y con sello y seña de identidad, algo de lo que por ahora adolece.