‘Onuba’, una albiazul más

La tigresa de bengala, mascota del Mundial de Bádminton de Huelva 2021, se dejó ver por los alrededores del Estadio Nuevo Colombino y hasta ella se acercaron cientos de aficionados para sacarse una foto, viviéndose así, momentos muy emotivos y muy especiales. Sus acompañantes repartieron folletos, bolsas y gorras sobre este campeonato, unos detalles muy bonitos.

Asimismo, ‘Onuba’ saltó al césped del templo albiazul junto al ‘Abuelo’ y junto a Lolino, quien porta en todos los duelos en casa la bandera del escudo más antiguo del país. La afición decana les rindió una fuerte ovación a todos ellos, demostrando que están orgullosos de la marca onubense. En el descanso, se acercaron tanto la mascota del torneo como la del club más antiguo del país a las gradas para saludar y hacerse fotos con todos los mayores y pequeños aficionados. 

¿Otra vez? Sí, otra vez. Los recreativistas se volvieron a volcar con sus jugadores en una nueva batalla de la competición liguera. Desde bien pronto tiñeron las gradas del Estadio Nuevo Colombino con los colores blanco y azul, además, se registró una muy buena entrada, pese al frío. El ‘Decano de mi alma’ retumbó como nunca y, tras este cántico tan mágico, no pararon de alentar a los suyos. El delirio llegó con el primer tanto albiazul, obra de Juanjo Mateo, un gol que se gritó como nunca debido a las oportunidades que tuvieron los locales para perforar la meta visitante antes de este. 

Poco tiempo después llegó el segundo del Decano, esta vez perforó Peter la meta de Cristian, y la hinchada decana volvió a celebrarlo con mucha alegría, un estallido de júbilo impresionante. Tras la reanudación, siguieron estando al pie del cañón e incluso encendieron las linternas de sus teléfonos mientras cantaban, dejándonos una instantánea muy bella. Finalmente, los locales, junto a su fiel e incansable dorsal número doce, consiguieron los tres puntos de esta décima jornada tras un duelo bastante cómodo y sigue líder del Grupo X de la Tercera RFEF.

También, cabe destacar que los pontanenses no viajaron solos a tierras onubenses. Su afición se desplazó con ellos y les apoyaron durante los noventa minutos. Pese a la derrota, disfrutaron de una tarde de fútbol increíble y, sobre todo, de un ambiente espectacular.