Éxtasis de felicidad; creer y vencer

San Francisco de Asís decía: “Empieza por hacer lo necesario, luego lo que te sea posible y, cuando te des cuenta, estarás haciendo lo imposible”, una frase para creer en uno mismo, tal y como hicieron este domingo los encargados de defender la elástica del club más antiguo del país. El Decano recibió al Club Atlético Antoniano y venció (1-0), pero fue un triunfo un poco especial, puesto que a los locales les costó abrir la contienda debido al gran esfuerzo que realizaron los jugadores del conjunto lebrijano. Estos tenían un plan; encerrarse en su campo para salir rápidos y perder bastante tiempo, este último aspecto les acabó perjudicando claramente. 

El Recreativo volvió al Estadio Nuevo Colombino, días después de la victoria frente al Ciudad de Lucena, y de nuevo contó con la presencia de su fiel e incansable afición. La hinchada no faltó a su cita de cada semana y acudieron en masa al templo albiazul para apoyar a sus jugadores en una nueva batalla de la competición liguera. El ‘Decano de mi alma’ sonó con fuerza, pero antes los recreativistas le regalaron un fuerte aplauso a los clubes históricos de Huelva, que fueron homenajeados a escasos minutos del inicio del choque, un acto que fue emotivo y entrañable. 

Tras todo esto, comenzó la vigésima segunda jornada. Los de Alberto Gallego eran sabedores de que obtener los tres puntos supondría un golpe en la mesa. El conjunto utrerano, que seguía muy de cerca la estela de la entidad onubense, fue derrotado y la oportunidad de sacarle más ventaja estaba ahí. Los albiazules dominaron la posesión durante toda la primera parte, encerrando así a su rival en su campo. La entidad onubense realizó lo necesario para atosigar al conjunto de la localidad sevillana, sin embargo, no tuvo ocasiones peligrosas, únicamente acercamientos. El trabajo de los chicos de Diego Galiano fue impecable, dejando sin ideas a los onubenses, a quienes les faltó velocidad y movilidad. 

El club más antiguo del país estaba haciendo lo posible, lo que tenía en su mano. Y es que era incapaz de generar peligro y esto lo notaron los aficionados presentes que, a través de cánticos y palmas, intentaron activar a los suyos en la segunda mitad. El problema es que los minutos se iban volando y los lebrijanos se dedicaron a perder tiempo, algo que hizo estallar a la afición decana. A pesar de ello, los recreativistas siguieron confiando en su equipo y los jugadores en ellos mismos y, finalmente, juntos celebraron. El colegiado del encuentro añadió once minutos de descuento y, durante estos, Chendo introdujo a la red un gran centro de Juanito, un gol que vale más que tres puntos. El tanto se celebró con rabia y las caras de los presentes lo decían todo. El Decano ganó, creyó y nunca se rindió, al igual que su hinchada. Está claro que no fue su mejor partido, sin embargo, lo importante son los puntos.