El Recreativo no es ni la sombra del que era (1-1)

R. Ubric

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16/03/2024
Actualizado a las 22:53h.

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El Recreativo anda poco menos que tieso cuando llega lo interesante. Las diez últimas jornadas, esas que dicen los entrenadores que son las decisivas y en las que se consiguen o no los objetivos. El Decano, que ilusionó a su hinchada siendo el mejor equipo de España con 25 puntos de 30 posibles entre noviembre, enero y febrero, ahora anda dubitativo y vive de las rentas de ese tramo de competición y de los continuos fallos de sus perseguidores para seguir habitando en puestos de 'play-off' de ascenso. Y no sólo arroja dudas por sus números (su balance en los seis últimos partidos ha sido de un solo triunfo, por tres empates y dos derrotas), sino sobre todo por su fútbol espeso y sus sensaciones. Eso es lo que más debe preocupar.

Físicamente el equipo albiazul no anda mal del todo. Pero en cuanto a fluidez de ideas y a fútbol creativo está canino. Prácticamente inexistente porque sale a dos o tres ocasiones generadas por encuentros, y eso es muy poco para un equipo en 90 minutos. Sobre todo si se quiere aspirar a algo más que la permanencia, objetivo que era el exigido para esta campaña y que ya está más que amarrado. Y si en el centro del campo no hay demasiadas buenas noticias (en la delantera Caye Quintana sigue siendo una garantía), en defensa son ya seis jornadas seguidas encajando gol y encima con Rubén Gálvez en varios partidos en plan salvador. O sea, que a este Decano nos lo han cambiado y si no resetea y vuelve a cambiar el chip no va a ser nada fácil que acabe ostentando la ansiada quinta plaza a mediados de mayo. Le falta recuperar contundencia atrás y alegría arriba.

Son muchas cosas aunque por intentar ser optimistas también hay que analizar que le quedan por disputar seis encuentros en el Nuevo Colombino, donde es más fiable, y ya únicamente cuatro a domicilio. También hay que ver que en Antequera no le acompañó la fortuna. Suena algo paradójica esa frase cuando primero hay que matizar que por fútbol y ocasiones mereció perder ante un aseado rival directo al que le mantiene la ventaja de cinco puntos en la tabla. Y es que el plan de partido se le fue a su entrenador con la lesión de Luis Alcalde en el calentamiento. Además, el meta local Iván Moreno evitó el 0-2 que podía haber dejado el choque prácticamente ya decidido. Y para colmo de males Rahim no tuvo su día y dejó al Decano con uno menos quedando todavía un cuarto de hora por delante. Toda esa mala suerte y esos contratiempos se equilibraron posteriormente, en el sufrido y épico tramo final, gracias a un paradón de Rubén Gálvez y al larguero que repelió el remate de Txus Alba.

Pero volvamos a lo de antes. Más allá de la suerte o mala suerte en un partido, hay que analizar con perspectiva las trayectorias de los equipos por aquello de evitar que los árboles nos impidan ver el bosque. Anduvo mal el Recre en Murcia y también contra el Atlético de Madrid B y el Antequera, y eso no puede ser casualidad. Hay jugadores lejos de su mejor nivel y ni siquiera con 'banquillazos' parece que la cosa vaya a tener un remedio fácil. A ver si la lesión de Luis Alcalde no es grave y pronto vuelve a ser el que fue, a ver si los centrales no cometen errores de juveniles y falta de concentración en algún que otro lance, a ver si son capaces de medir bien para no forzar tantas cartulinas amarillas y sobre todo a ver si el equipo se suelta un poco.

La verdad es que es la hora de arriesgar y de intentar la hazaña del 'play-off', pero con otro talante y actitud. Disfrutando en el campo como lo hicieron hace un par de meses. Nadie les va a criticar el empeño y que lo intenten. De hecho, ya han logrado el objetivo de la temporada y todo lo que venga a partir de ahora será bienvenido. No hay que meterse una presión añadida pero sí tratar de aprovechar una ocasión única. Luego se ascenderá o no, pero a todos (club por la taquilla y jugadores y técnicos por el currículum) les interesa jugar aunque sea la primera eliminatoria y que sea lo que dios quiera. De los cobardes y aburridos nunca se escribió nada y el Decano lleva una racha de declive y falta de ilusión absoluta. El Mérida debe pagar los platos rotos y tiene que ser un partido punto de inflexión antes de visitar al líder Castellón porque si no el final de liga comenzará a teñirse de pesimismo. Está claro que el fútbol, como todo, tiene mucho de mental, y parecen más motivados a día de hoy los que vienen por detrás que el propio Recre, que parece que desde que llegó al objetivo virtual de la permanencia se ha venido abajo y jugar la verdad es que no juega últimamente a casi nada.

Poca parte de culpa tiene un Abel Gómez al que en el mercado invernal no es que la dirección deportiva le echara una soga al cuello pero tampoco es que le enmendaran demasiado la plana (de hecho, ni Miguelete ni Álvaro Bustos se enteran todavía de qué va la película). Hay exceso de centrales y de extremos pero Josiel Núñez y Caye Quintana no tienen recambio y pese al cansancio que acumulan están dando la talla. Pero la profundidad de banquillo no es demasiado positiva y eso se nota a la hora de hacer cambios o en el once inicial o en las segundas partes de los encuentros. Ante el Antequera volvió al once inicial Raúl Navas, lo que permitió comprobar que Rubén Serrano también cumple como pivote. Y la otra novedad fue la entrada de Antoñito en el lateral diestro por Sergio Díez. No hubo, por lo tanto, demasiada revolución pese a que el Decano está tieso. Y es que tampoco hay más cera que la que arde, pensará el míster albiazul.

Es cierto que iba a haber una variación en el dibujo táctico con Luis Alcalde como falso nueve, pero no hubo tiempo para verla porque se lesionó en el calentamiento previo al partido. Así que, casualidades del destino, Caye Quintana, que iba a ser suplente casi por primera vez en la temporada, hizo su noveno gol del curso al cuarto de hora de partido tras una buena asistencia de Rahim desde la izquierda. Y poco después el meta local le hizo un paradón a José Antonio de la Rosa que pudo haber dejado el choque casi finiquitado. De ahí al descanso el Recre defendió bien a un rival que toca bastante bien el balón y que está en la zona media con mérito esta campaña. Sólo apareció una vez Rubén Gálvez para detener un disparo de Luismi Gutiérrez, pero la segunda mitad fue otra historia completamente distinta.

El Antequera fue poco menos que un vendaval ante un conjunto onubense que dio varios pasos atrás. Regaló el gol del empate al pichichi local, Luismi Redondo, al no estar concentrados en la marca tras un saque de banda. Era el minuto 60 y ya ahí el Decano dejó claro que firmaba el empate. Rubén Serrano y Alberto Trapero se convirtieron en los centrales y Raúl Navas y Alejandro Gálvez se marcharon a la caseta. Rahim fue expulsado de manera ingenua al ver dos cartulinas (en la segunda incluso rozó hacer un penalti) y el Recre sufrió hasta la extenuación para amarrar un punto que le supo a victoria, a gloria. Rubén Gálvez evitó el 2-1 con una espectacular intervención a Txus Alba y este mismo jugador, revulsivo de los malagueños, estrelló otro remate en el larguero. Salieron con vida los albiazules, que ante el Mérida deben espabilar o ya ir dejando paso a alguno de los perseguidores que tenga más ilusión por jugar el 'play-off' en mayo. La clave, volver a ser el equipo sólido y con una clara seña de identidad y filosofía de los meses de noviembre a enero. Si no, mal vamos..

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