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El runrún: Mercadona busca médicos en Huelva
Los médicos nos son los que eran. Entiéndanos: sigue siendo una de las profesiones socialmente más respetadas –si no la que más–, pero la consideración que reciben por parte de la administración sanitaria, ya sea andaluza o de cualquier otra autonomía española, no responde a ese prestigio. Tanto es así, que muchos buscan una alternativa como la que propone Mercadona.
Aunque no sea el típico perfil laboral de un negocio como el de este gigante valenciano de la distribución, lo cierto es que, en la actualidad, Mercadona cuenta con 90 facultativos entre sus trabajadores de plantilla. Y eso es precisamente lo que busca: por un lado, estudiantes de Medicina que busquen compaginar su etapa formativa con un empleo con vistas a que cuando acaben su carrera opten por seguir su trayectoria en la empresa pero desde el Servicio Médico de Mercadona. Por otro, también anuncia que cuenta con vacantes para licenciados en Medicina en Alicante, Albacete, Burgos, Cuenca, Pamplona, Madrid y Huelva, a los que ofrece contrato indefinido a tiempo completo con un salario bruto mensual que oscila entre los 3.142 y los 4.714 euros, un sueldo generalmente superior al del sector público que demuestra, como declara la propia compañía, que “son una parte muy importante de la empresa cuya misión principal es velar por la salud y seguridad social de los trabajadores y trabajadoras”. Así será en muchos casos, por supuesto, aunque no es menos cierto que hay denuncias que hablan de presiones hacia los empleados para que no cojan bajas por enfermedad, algo en lo que resulta imprescindible el concurso tanto los médicos de las mutuas contratadas por Mercadona como los propios médicos que forman parte de la plantilla.
Con la vista en la otra punta. Así estamos todos en los últimos días, pendientes de lo que pasa allí en el otro pico de (por ahora) España: Cataluña, que acapara todos los focos en las últimas horas. Tanto es así y tanta trascendencia tiene lo que en estos días se dirime que aquí, en este rinconcito del suroeste, no se habla de otra cosa. Primero del referéndum, de si se les debía dejar votar o no, y ahora de esas fotos que han acaparado portadas en todo el mundo y que muestran a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cargando contra las personas que finalmente sí se echaron a la calle a votar. Lo cierto es que, en mayor o menor medida, la ‘Huelva institucional’ ha cerrado filas en defensa de la actuación policial y de la Guardia Civil. Pero también ha habido una voz claramente discordante respecto a esto: la del concejal de Participa Huelva, Jesús Amador, que no ha dudado a la hora de reprochar esta defensa –sobre todo por parte del PSOE-, criticando que no se haya mostrado ese apoyo a quienes quisieron votar y se encontraron con las cargas. Lo cierto es que toca seguir mirando hacia Cataluña, que por lo que se ve va a centrar el debate político hasta aquí, en Huelva.
El 1-0 en San Pedro. Sabemos por las noticias que el llamado 'desafío soberanista' has trascendido de Cataluña y que en toda España se habla de la confrontación que hay ahora mismo entre el gobierno del Estado central y el de la Generalitat catalana y sus conseciencias. Cada uno apunta como culpable a un lado, pero lo cierto es que desde lado y lado se han usado las banderas como representantes de sentimientos, de dos formas de entender este conflicto. Es por ello que por todo el país la gente ha colgado banderas de sus balcones, en algo que ha sido toda una fiebre que se ha extendido con rapidez. Pero no solo en casas, pues tenemos el ejemplo en cómo se ha engalanado la iglesia de San Pedro, tan emblemática de Huelva. Nos preguntamos si habrá salido el a por ellos de los púlpitos onubenses.
