confidencial
El runrún: Huelva en la cinemateca de los 50
Habrá seguramente por ahí un índice en el que figuren todas las películas que alguna vez se rodaron en Huelva. Aunque ocurre en contadas ocasiones, últimamente parece más normal que la provincia sea un escenario de película. Sin embargo, hubo un tiempo en el que esto era mucho más extraordinario.



Mal de la azotea. Seguro que todos hemos visto alguna vez esa imagen, afortunadamente ya no tan habitual, de trabajadores de la construcción realizando alguna tarea en altura sin las obligatorias medidas de seguridad. Como decíamos, hoy resulta impensable encaramarse a un andamio o a un tejado sin contar con la protección que nos da un arnés, obligatorio para todas aquellas tareas que se realicen por encima de 1,80 metros. Teniendo esto en cuenta nos resulta complicado calificar el comportamiento del individuo que puede observarse en la siguiente secuencia, no apta para quienes padezcan de vértigo a las alturas.
Como ven, aunque a pie de calle pase casi desapercibido, un individuo parece estar disfrutando de una soleada tarde tomando el sol –aparentemente en bañador– en el tejado de este edificio de seis plantas situado junto a la plaza a la dinastía de los Litri. ¿Excentricidad o simple estupidez? Quizá ambas cosas. En fin... que no fue ninguno de los toreros de la saga onubense, sino Rafael El Gallo, quien probablemente dio en su día con la explicación más razonable: ”Hay gente pa tó”.