El runrún: El lugar que merece Paco Mendoza

Cierra 'La Colmena de Paco'. Si el cierre de un negocio siempre es una mala noticia, cuando éste afecta a un proyecto de especial valor por su naturaleza o su utilidad, el sentimiento de pérdida es doble. Eso es lo que nos ha pasado al enterarnos del cierre de La Colmena de Paco, el proyecto que hace una década aproximadamente puso en marcha Francisco García. Este ingeniero técnico forestal decidió hacer de su pasión por el campo su modo de vida, convirtiéndose en apicultor, un oficio que ha desempeñado hasta ahora bajo los criterios de sostenibilidad y las técnicas artesanales que identifican a la producción ecológica. Al principal producto de su catálogo, una miel pura de abejas de la mejor calidad, Paco fue sumando otros relacionados con esta extraordinaria materia prima, como el propóleo, el polen, la jalea real o los caramelos de miel, comercializando todos ellos en un ámbito eminentemente local, utilizando las redes sociales para darse a conocer y contactando él mismo con el consumidor a través de sus repartos periódicos o su participación en ferias y mercados gastronómicos. Eso ha hecho que su clientela no haya dejado de crecer, consciente de que estaban ante un producto excepcional a un precio que competía incluso con las mieles que pueden encontrarse en los supermercados, de una calidad infinitamente peor. Estamos, claro está, ante un trabajo enormemente sacrificado y quizá esto haya sido lo que le ha llevado a tomar este camino. Esto, y una oportunidad laboral relacionada también con el medio natural –según hemos podido saber a través de algunos de sus clientes–, es lo que ha terminado por convencerle de que había llegado el momento de cerrar, aunque nos consta que ha sido una decisión dolorosa. Desde aquí le deseamos mucha suerte en su nueva andadura y a sus clientes, que aprovechen para conseguir la miel que aún tiene a la venta en algunos de los establecimientos que también la han venido distribuyendo durante estos años.