El runrún: No, tu padre no está obligado a dejarte vivir en su casa

Vuelven las excursiones a IKEA. Uno de los fenómenos más llamativos detectados una vez concluido el confinamiento ha sido el miedo de muchas personas a salir a la calle, aun con mascarilla, por miedo a un posible contagio. Incluso, aunque en menor grado, no son pocos los que han renunciado a hacer cosas que hace unos meses eran totalmente triviales y ahora les parecen inconcebibles. Los expertos coinciden en indicar que se trata de algo completamente normal y, salvo que vuelvan a recluirnos las autoridades por una segunda ola de la pandemia en un futuro más o menos lejano, lo previsible es que poco a poco este miedo residual vaya desapareciendo. Una prueba de que vamos dejando de lado los temores en esta ‘nueva normalidad’ la tenemos en que vuelven a organizarse actividades en las que, por lo que se ve, la recompensa supera al riesgo. Nos referimos a las excursiones a Sevilla no a conocer la catedral ni a pasar el día en el Parque de María Luisa o en Isla Mágica, sino a visitar la tienda de IKEA en Castilleja de la Cuesta. Son viajes que podemos ver anunciados en farolas, paradas de autobús o en cualquier pared que encontremos por la calle. Los organizadores fletan un autobús e incluyen en el precio de la excursión la comida, que prometen será abundante. Como se puede ver, no hay ninguna referencia a las medidas de protección obligatorias en este medio de transporte, que ya solo se reducen a llevar mascarilla, aunque damos por hecho que se cumplirán.