CONFIDENCIAL
El runrún: La desvergüenza más absoluta
¿Estamos cansados de pandemia? sí, todos. ¿Estamos sufriendo las consecuencias de las medidas anticovid? desde luego. Pero lo que está clarísimo es que violarlas sólo conducen a alargar más todo lo negativo de esta mala época que nos toca vivir. Aún así la desvergüenza de algunos es más que sonrrojante, hiriente, pues el daño de sus actos es tremendo.

Para ponerse en situación hay que dirigirse a Lepe, donde como tantos otros municipios andaluces, pesan las restricciones sobre comercios y bares en cuanto al horario, las personas que pueden estar en las mesas, etc. Pues parece que dentro del estadio Ciudad de Lepe toda la legislación vigente algunos no sólo la han ignorado sino que han sido hasta groseramente violadores de la misma. El San Roque recibía al Xerez y era sorpendente ver cómo había un nutrido grupo de aficionados del equipo visitante, pese a que hay cierres perimetrales que impiden el tránsito entre provincias sin justificación y el ir a un partido no está entre ellas. Y no hicieron esta acción tan irresponsable con disimulo alguno, ya que se acreditaron como prensa para no pagar la entrada y encima colocaron en la grada sus banderas para hacer como cualquier grupo de aficionados. Como decía el periodista Fermín Cabanillas en redes sociales: “¿De verdad nos podemos mover entre provincias para ir al fútbol? Son aficionados de Jerez que se saltaron el cierre de dos provincias para ver fútbol, y tan contentos. De que estén apiñados celebrando un gol ya hablamos otro día. Foto de Manuel Martín González, hostelero indignado y con razón, con el particular uso del cierre entre provincias que algunos están aplicando”. Toda la razón del mundo. Como aclaró el compañero Fran Oliva, desde el club le dijeron que estos individuos “se saltaron el cierre y se colaron en el estadio al acreditarse falsamente como prensa. En fin, una vergüenza que el Xerez permita eso”. Los comentarios siguientes iban en la misma línea y es que la imagen lo dice todo. “Lamentable de verdad que poca conciencia todos esos... y peor por parte del club dejar pasar a todos como si fuera prensa no tiene sentido... Así no terminaremos nunca”, expresó otra persona. “La culpa de que se saltaran el cierre era de ellos, pero de quién fue la culpa de que dejarán entrar al campo a lo menos 50 personas? La afición de Lepe tiene que pagar para entrar, y para los de Xerez, con sólo decir que era prensa le valía? De vergüenza... Y porqué no la Guardia Civil que había dentro del campo, se molestó en identificar a esos aficionados?”, insistió otro comentarista más de la publicación. Es muy triste que cuando una mayoría cumple haya acciones como éstas, con tanto descaro, la desvergüenza más absoluta. Una vez que se ha dado, que se pueden reprochar errores a todos los que lo han permitido, la pregunta es ¿Habrá sanción para estas personas? Lo que le pasará al hostelero de turno o comerciante que no respete las normas lo sabemos. Así, no.

Del vandalismo a la solidaridad. El mural feminista del Parque Moret, realizado por el colectivo Mujeres24, supera y se crece después de los actos de vandalismo de los que fue objeto el pasado marzo –justo en la antesala del Día de la Mujer–, cuando los rostros de las protagonistas aparecieron cubiertos de negro e incluso con algunas esvásticas. Con el mural restaurado, la autora Cintya Veneno, ha decido dar un paso más y pasar de la pared al papel, para reproducirlo en una serie de láminas que pondrá a la venta a un precio de 20 euros, para que los valores feministas que simboliza y la lucha por la igualdad de varias generaciones tengan una mayor difusión. La artista donará el 30% de la recaudación por la venta de las láminas a proyectos con colectivos vulnerables en Huelva, que serán seleccionados por Mujeres24.

Para ponerse en situación hay que dirigirse a Lepe, donde como tantos otros municipios andaluces, pesan las restricciones sobre comercios y bares en cuanto al horario, las personas que pueden estar en las mesas, etc. Pues parece que dentro del estadio Ciudad de Lepe toda la legislación vigente algunos no sólo la han ignorado sino que han sido hasta groseramente violadores de la misma. El San Roque recibía al Xerez y era sorpendente ver cómo había un nutrido grupo de aficionados del equipo visitante, pese a que hay cierres perimetrales que impiden el tránsito entre provincias sin justificación y el ir a un partido no está entre ellas. Y no hicieron esta acción tan irresponsable con disimulo alguno, ya que se acreditaron como prensa para no pagar la entrada y encima colocaron en la grada sus banderas para hacer como cualquier grupo de aficionados. Como decía el periodista Fermín Cabanillas en redes sociales: “¿De verdad nos podemos mover entre provincias para ir al fútbol? Son aficionados de Jerez que se saltaron el cierre de dos provincias para ver fútbol, y tan contentos. De que estén apiñados celebrando un gol ya hablamos otro día. Foto de Manuel Martín González, hostelero indignado y con razón, con el particular uso del cierre entre provincias que algunos están aplicando”. Toda la razón del mundo. Como aclaró el compañero Fran Oliva, desde el club le dijeron que estos individuos “se saltaron el cierre y se colaron en el estadio al acreditarse falsamente como prensa. En fin, una vergüenza que el Xerez permita eso”. Los comentarios siguientes iban en la misma línea y es que la imagen lo dice todo. “Lamentable de verdad que poca conciencia todos esos... y peor por parte del club dejar pasar a todos como si fuera prensa no tiene sentido... Así no terminaremos nunca”, expresó otra persona. “La culpa de que se saltaran el cierre era de ellos, pero de quién fue la culpa de que dejarán entrar al campo a lo menos 50 personas? La afición de Lepe tiene que pagar para entrar, y para los de Xerez, con sólo decir que era prensa le valía? De vergüenza... Y porqué no la Guardia Civil que había dentro del campo, se molestó en identificar a esos aficionados?”, insistió otro comentarista más de la publicación. Es muy triste que cuando una mayoría cumple haya acciones como éstas, con tanto descaro, la desvergüenza más absoluta. Una vez que se ha dado, que se pueden reprochar errores a todos los que lo han permitido, la pregunta es ¿Habrá sanción para estas personas? Lo que le pasará al hostelero de turno o comerciante que no respete las normas lo sabemos. Así, no. Del vandalismo a la solidaridad. El mural feminista del Parque Moret, realizado por el colectivo Mujeres24, supera y se crece después de los actos de vandalismo de los que fue objeto el pasado marzo –justo en la antesala del Día de la Mujer–, cuando los rostros de las protagonistas aparecieron cubiertos de negro e incluso con algunas esvásticas. Con el mural restaurado, la autora Cintya Veneno, ha decido dar un paso más y pasar de la pared al papel, para reproducirlo en una serie de láminas que pondrá a la venta a un precio de 20 euros, para que los valores feministas que simboliza y la lucha por la igualdad de varias generaciones tengan una mayor difusión. La artista donará el 30% de la recaudación por la venta de las láminas a proyectos con colectivos vulnerables en Huelva, que serán seleccionados por Mujeres24. 'El Bocina' actualiza su homenaje. Quizá alguien recuerde cómo hace ya casi seis años contábamos en esta misma sección que Ernesto Bayo, un onubense aficionado al ciclismo cariñosamente conocido como ‘El Bocina’, había realizado un humilde homenaje a los diez campeones del mundo de Huelva en distintas modalidades deportivas. Para ello, colocó en un árbol ubicado en un camino de El Portil una sencilla ‘placa’ manuscrita donde figuran los nombres que han dado gloria al deporte de esta provincia. Hoy sabemos a través de José Antonio Mayo Abargues, habitual de este periódico, que ‘El Bocina’ se ha preocupado de mantener actualizado este listado, añadiendo nuevas gestas de nuestros más ilustres competidores y añadiendo más figuras al original homenaje. Seguro que muchos de los que acuden a este lugar considerarían un bonito gesto por parte del municipio oficializar esta iniciativa rotulando el camino en honor a nuestros deportistas. Ahí lo dejamos.
