EL CONFIDENCIAL
El runrún: Tala criminal en Aljaraque
En estos meses invernales, en muchos pueblos y ciudades, los ayuntamientos aprovechan para realizar tareas de poda a los árboles que embellecen sus calles. Y como ocurre cada vez con más frecuencia, estos trabajos no están exentos de críticas por parte de muchos vecinos, que consideran que lo que debería ser una poda se convierte casi en una tala.
Aquí hay opiniones para todos los gustos: desde aquellos a los que les molesta que un ejemplar frondoso le reste luz o visibilidad o, por qué no decirlo, que les ensucie el parabrisas del coche que aparca en la calle; hasta quienes ven como un atentado contra la naturaleza el eliminar de ellos ramas secas o enfermas. Cuando los jardineros se ponen a la tarea, la tendencia suele ser pecar por exceso. No hay más que ver la galería de los horrores que dejan a su paso algunas cuadrillas: ejemplares totalmente pelados, sin una rama, convertidos en candelabros siniestros donde sólo se mantienen en pie el tronco y cuatro ramas mutiladas. Hay casos peores, como el que vemos en la imagen. Corresponden a la avenida Alcalde José Conceglieri de Aljaraque, donde, según denuncia en Twitter un residente de la zona, los vecinos habrían logrado el permiso para talar del modo que ven un buen número de árboles de buen porte. ¿La razón? Pues según este tuitero, “porque las hojas ensuciaban mucho”, lo que motivó incluso una recogida de firmas que desembocó en el ‘arboricidio’. Queda retratada, por tanto, no sólo la mano que empuña el hacha, la de los vecinos; también la de un Ayuntamiento que no es capaz de plantarse ante ellos, nunca mejor dicho, para demostrar que su conciencia ambiental no es sólo un discurso vacío.
