CONFIDENCIAL
El runrún: ¿Campeones de Liga?
En Huelva tenemos bastante claro que no somos los onubenses precisamente los mejores defendiendo lo nuestro y no perdemos la ocasión de demostrarlo en cuanto se nos da la oportunidad.

Llama más la atención cuando son personajes y representantes públicos los que no se molestan en destacar nuestros méritos cuando sí lo hacen cuando es el vecino el que brilla –con todo el merecimiento, claro está–. Recientemente hemos visto cómo se retrataban dos en ámbitos tan distintos como la política o el deporte. En Ciudadanos, el parlamentario por Huelva y portavoz adjunto de la formación en la Cámara andaluza, Julio Díaz, se marcaba un selfie con gorrita del Betis incluida desde el estadio de la Cartuja para felicitar a los verdiblancos por la consecución de la Copa del Rey. Salvando las distancias entre el fútbol y el bádminton en cuanto a popularidad, no vimos al político –representante onubense aunque vizcaíno de nacimiento– felicitar al IES La Orden tras lograr su séptimo campeonato liguero, algo que, por ejemplo, sí hizo su compañero de partido ‘Willy’ García de Longoria (por referirnos a otro ‘ciudadano’ onubense que también estuvo presente en la final copera animando a los de Pellegrini). Y es que aunque en pasiones futboleras no hay nada que reprochar, lo cortés no quita lo valiente. Menos elegante aún, por razones obvias, es lo de nuestra campeona Carolina Marín, quien a pesar de haber crecido como jugadora en el club onubense, se ve que no ha podido felicitarle aún tras el título nacional. Vale, quizá la relación de la campeona olímpica con el equipo de su barrio, por muy heptacampeón de liga que sea, no es todo lo fluida que era hace unos años, ¡pero es el equipo de tu ciudad ganando el campeonato más importante de España! Quizá fuera un despiste provocado por su emoción de volver a jugar y más siendo un campeonato de Europa en Madrid, pero hubiera sido un detalle que habrían agradecido, si no sus dirigentes, al menos sí todos esos chavales que llevan la camiseta del club y que la tienen en un pedestal.


Llama más la atención cuando son personajes y representantes públicos los que no se molestan en destacar nuestros méritos cuando sí lo hacen cuando es el vecino el que brilla –con todo el merecimiento, claro está–. Recientemente hemos visto cómo se retrataban dos en ámbitos tan distintos como la política o el deporte. En Ciudadanos, el parlamentario por Huelva y portavoz adjunto de la formación en la Cámara andaluza, Julio Díaz, se marcaba un selfie con gorrita del Betis incluida desde el estadio de la Cartuja para felicitar a los verdiblancos por la consecución de la Copa del Rey. Salvando las distancias entre el fútbol y el bádminton en cuanto a popularidad, no vimos al político –representante onubense aunque vizcaíno de nacimiento– felicitar al IES La Orden tras lograr su séptimo campeonato liguero, algo que, por ejemplo, sí hizo su compañero de partido ‘Willy’ García de Longoria (por referirnos a otro ‘ciudadano’ onubense que también estuvo presente en la final copera animando a los de Pellegrini). Y es que aunque en pasiones futboleras no hay nada que reprochar, lo cortés no quita lo valiente. Menos elegante aún, por razones obvias, es lo de nuestra campeona Carolina Marín, quien a pesar de haber crecido como jugadora en el club onubense, se ve que no ha podido felicitarle aún tras el título nacional. Vale, quizá la relación de la campeona olímpica con el equipo de su barrio, por muy heptacampeón de liga que sea, no es todo lo fluida que era hace unos años, ¡pero es el equipo de tu ciudad ganando el campeonato más importante de España! Quizá fuera un despiste provocado por su emoción de volver a jugar y más siendo un campeonato de Europa en Madrid, pero hubiera sido un detalle que habrían agradecido, si no sus dirigentes, al menos sí todos esos chavales que llevan la camiseta del club y que la tienen en un pedestal. A falta del original… James Rhodes paga un nuevo violín a Rocío Medina. No era su intención, como ya dejó claro en el video que se volvió viral y en el que, desconsolada, pedía recuperar su violín. De hecho, era ella misma la que ofrecía una recompensa a cambio de su instrumento, de gran valor sentimental. Pero el violín sigue sin ser devuelto y, ante esta situación, lo cierto es que no deja de ser una herramienta de trabajo que la onubense necesitaba. Y para atender esta necesidad nos hemos encontrado con un nuevo protagonista en esta especial historia: resulta que James Rhodes, el afamado pianista británico nacionalizado español, ha entrado en acción y ha decidido sufragar un nuevo violín para Rocío Medina. Lo cierto es que le ha aportado una cantidad nada desdeñable –aunque la interesada prefiere que no se difunda públicamente- para que reponga el instrumento. Aún así, no pierde la esperanza de poder recuperar el original. El Decano olvidado. Hay que conocer la historia todo lo que se pueda, especialmente para no meter la pata si se hace referencia a ella. Falta mucha didáctica y conocimiento, por lo que se ve, en el mundo del tenis, pues se ve que aún hay quien no tiene presente que el club decano de este deporte, como ocurre con el fútbol, está en la provincia onubense y es el Real Club Recreativo de Tenis de Huelva, fundado en 1889. Este fin de semana ha sido actualidad el prestigioso torneo de tierra Conde de Godó y en Televisión Española cometieron un error. Señalaron que el club más antiguo del deporte de la raqueta es el Real Club de Tenis Barcelona y el club de Huelva le afeó en redes sociales la no mención. “Rogamos rectifiquen dicho error. Saludos”, decía el Recreativo, que recordó además que la condición de Decano está reconocida por la Federación Española de Tenis. Como se dice, quien tiene boca se equivoca, pero hay que ser consciente de ello y actuar en consecuencia. A esto le sigue otro refrán: “rectificar es de sabios”. Y es que este club lleva con mucha dignidad y buenhacer este honor y ahí queda la organización desde hace décadas de la Copa del Rey, que por cierto en su próxima edición disputará Carlos Alcaraz, precisamente ganador del Godó.
