CONFIDENCIAL
El runrún: Lágrimas sevillanas
Tenemos que reconocerlo. Los onubenses, cuando oímos ‘llorar’ al alcalde de Sevilla porque considera que desde arriba se está dando un trato de favor a otra ciudad –no a la de siempre, quieren decir–, no podemos evitar esbozar una media sonrisa.

Pero no nos confundamos: no es rencor hacia nuestros vecinos, sino la constatación de que en este tipo de cuestiones uno puede pasar casi sin darse cuenta de protagonista a segundón. No debe ser fácil digerir ser príncipe destronado cuando, en el contexto andaluz, nadie ha conseguido hacerte sombra en décadas, cuando no siglos. Nos referimos, por si no lo han adivinado, a la consecución por parte de la capital malagueña de una conexión directa vía aérea con Nueva York, una aspiración con la que soñaba Sevilla al ser EEUU el segundo emisor de turistas hacia la ciudad del Guadalquivir, solo por detrás de Francia. Sin embargo, deben haber contado más otras cifras, las que dicen que el tráfico en el aeropuerto malagueño, con 20 millones de viajeros al año, es muy superior al de su contrincante andaluz, que recibe 7 millones. O un inconveniente con el que sí estamos familiarizados aquí y no tanto al otro lado de la A-49: la falta de infraestructuras, ya que la capital andaluza no tiene una conexión ferroviaria desde el aeropuerto al centro de la ciudad, algo con lo que sí cuenta Málaga. Por lo tanto las razones, obviamente, son más comerciales que políticas. Pero ahí tienen al regidor hispalense, buscando conspiraciones antisevillanas y maldiciendo su negra suerte, esa por la que suspiran el resto de provincias andaluzas, supeditadas al centralismo consagrado desde la propia constitución de la comunidad autónoma. Pronto sabremos adónde va a parar la sede de la Agencia Espacial Española y mucho nos tememos que esta ‘derrota’ de nuestros vecinos ante Málaga puede que acabemos pagándola los onubenses. Al tiempo.



Simeone vuelve a 'humillar' a un exjugador del Recre. Pedro Pablo Matesanz, segoviano de 61 años, es una auténtica institución en el Atlético de Madrid, donde se formó como futbolista (jugaba de centrocampista) y militó varias temporadas en el primer equipo. Además, jugó en otros clubes, como el Elche, el Orihuelva y el Recreativo de Huelva. En el Decano estuvo en la campaña 1984/85 en Segunda División. A las órdenes de Juan Carlos Touriño y con compañeros como Linares, Maraver, De la Riva, Cepeda, Cumbreño o Márquez, el Decano se clasificó en el décimo puesto y Matesanz disputó 21 encuentros, todos ellos como titular. En esa época tenía 23 años. Desde el ejercicio 2009/10 es el delegado del Atlético de Madrid y ya ha tenido más de un encontronazo público con su entrenador, el argentino Diego Pablo Simeone. Por ejemplo, en 2016 el 'Cholo' le pegó un buen empujón en un partido a domicilio de la Champions League ante el Bayern Munich porque una sustitución de un futbolista se estaba retrasando más de lo que él quería. En 2017 también le hizo un feo gesto al segoviano porque no presionó al colegiado en una jugada en la que Correa se estaba jugando una amonestación tras darle un balonazo al madridista Benzema. Y el pasado miércoles, de nuevo en la Champions League frente al Brujas en el Wanda Metropolitano, Simeone tuvo un un gesto brusco con Matesanz que captaron las cámaras de televisión. En plena protesta del banquillo rojiblanco entendió que el delegado no estaba presionando al árbitro como debía de hacerlo, se metió en el banquillo y lo sacó agarrado del brazo gritándole. Malos ejemplos todos ellos del argentino para los más jóvenes.