El runrún: Colas y algún cabreo en el estreno de KFC Huelva

Para muchos era lo esperado y para otros quizás no. KFC, después de retrasos y mucha expectación, ya está en marcha en Huelva con nuevo restaurante. En el día de San Valentín, los enamorados del pollo frito disfrutaron en grande, pero para ello tocó armarse de paciencia. Como suele pasar en Huelva, la novedad es un imán potente y salieron clientes hasta debajo de las piedras. Desde la hora de apertura la afluencia fue creciendo, con los puntos álgidos del almuerzo y la cena. Se formaron grandes colas en momentos puntuales desde el mostrador y varios metros hacia atrás de la salida del establecimiento y también en torno al local en el circuito de la venta a los coches. No hubo altercados significativos e imperó la educación en la mayoría de los casos para ordenadamente esperar su turno, aunque también hubo quien se fue cabreado sin pollo a casa. Y es que KFC no lo anunció con anterioridad, pero en su local al llegar había un cartel que decía que “por motivos técnicos solo disponemos de pago en efectivo en estos momentos. Disculpen las molestias”. Los viandantes lo podían ver con claridad y volverse a casa o buscar un cajero si no tenían efectivo, pero en el caso de los clientes que llegaron en coche no tuvieron la misma oportunidad de ver el cartel hasta llegar al último tramo de la cola, justo al acceder a la zona de pedidos. Al llegar los conductores tuvieron que dar la vuelta y colocarse al final de la cola de coches sin saber que después de esperar mucho, se encontrarían con esta sorpresa, que les dejaba sin degustar el pollo frito tan afamado en caso de no llevar en efectivo el importe de su pedido. Eso provocó que varios coches tuvieran que dar marcha atrás para salir del carril, otros maniobrar para abrir hueco, etc, con los consiguientes cabreos de unos y otros. Quienes no pudieron obtener su recompensa trendrán que intentarlo en otra ocasión. Sea como sea, se salvó el primer día. Mañana más.