CONFIDENCIAL
El runrún: La empanada argentina que causa sensación
Se ha extendido con rapidez por toda España a causa de su exquisito sabor y entre el territorio por conquistar está Huelva. Tras 83 establecimientos en todo el país ha llegado el momento de que desembarque en la capital onubense Malvón.


El imperio del dulce. Tienen fama, y bien merecida, los dulces de San Bartolomé de la Torre. Los hay de diferentes tamaños y sabores. Este pueblo andevaleño, de tanta tradición en lo dulce, tiene varias confiterías en la localidad y también cuenta desde hace muchos años con presencia en Huelva. Lo saben quienes compran cada día el pan o los dulces en la Panadería-Pastelería de la calle Ruiz de Alda, 2, en La Merced, o en la calle Cabezas Rubias número 3, en Los Rosales, o en la Ronda Exterior Norte 17-19. Pues está próximo a abrirse un nuevo local en calle Puerto, 45, donde se encontraba la Confitería Milagros, lo que confirma que el negocio va bien y que lo que ofrece a diario gusta y mucho. Este espacio está siendo reformado y las obras permiten ver un nuevo aspecto muy agradable. Las puertas acristaladas de su entrada están forradas con el mismo papel con el que se envuelven las bandejas de dulces, lo que ya suscita que se le haga la boca agua a más de uno y vuelve la imaginación ‘chuchona’. Ya falta poco.

Recordado en la Concepción. Aunque dejó de ser párroco de la Concepción a finales del mes de junio del año pasado, Diego Capado sigue aún muy presente en el corazón de sus feligreses. Es el caso del dibujante y escritor José Bacedoni, que ha compartido con este periódico unas emotivas palabras dedicadas al sacerdote, que acompaña con una foto del 'páter' oficiando misa: “Querido don Diego: sin ti, ha quedado un vacío en el templo de la Purísima Concepción. La feligresía te sigue queriendo”. Capado, que aunque enfermo ha seguido vinculado en la medida de sus posibilidades a la actividad de la que ha sido su casa en los últimos años –pudimos verlo allí la pasada Semana Santa–, sabrá apreciar esta sincera muestra de cariño de uno de sus parroquianos.
