El runrún: La Justicia, 'empapelada'

Nos referimos a la falta de espacio para ubicar los archivos: miles de cajas, expedientes y carpetas que, a falta de un lugar apropiado donde clasificarlos, aparecen amontonados de cualquier manera sobre las sillas que deberían servir para atender al público, apilados en gigantes columnas sobre las mesas o directamente tirados por el suelo. No se trata únicamente de una cuestión estética, ni de que los empleados que allí trabajan realicen su labor de la manera más digna posible; el problema es mucho más serio. La primera consecuencia de este desorden es la ralentización del trabajo, ya que parte del trabajo se pierde en la tarea de localizar documentos que en condiciones normales estarían perfectamente ubicados; un problema aún mayor cuando es otro el que trata de encontrar un documento ‘archivado' de una forma tan precaria por un compañero. ¿Es inevitable este desastre? Al parecer, sí, ya que aunque la Junta de Andalucía lleva casi un año negándoles este espacio con el pretexto de que no hay ningún sitio libre en el edificio, los empleados del juzgado han podido comprobar que hay dos cuartos vacíos que se están utilizando como trasteros, donde se utiliza para almacenar desde ordenadores inservibles hasta una bicicleta. Y es que, aunque hace pocas fechas el propio delegado de la Junta en Huelva, José Fiscal, reconocía abiertamente que la saturación de los archivos judiciales es uno de los problemas más acuciantes de la Administración de Justicia y que ofrecen una imagen desfasada y negativa de este servicio público, no parecen muy dispuestos a ponerle solución.