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El runrún: Rociero, gay y casado, vetado por el Obispado
Quien sepa un poquito de cómo es el mundo rociero, sus ritos y tradiciones, sabrá que ser hermano mayor de una de las más de cien filiales que hacen el camino cada año a la aldea del Rocío no es algo nada fácil. No lo es sobre todo por lo que implica en cuanto a responsabilidad y en lo económico y es por ello que contar con alguien dispuesto a asumir ese papel es de apreciar.

Quien da el paso está claro que piensa que reúne los requisitos, y además de fe por la Blanca Paloma sabe asumir el compromiso que implica con el resto de sus hermanos. En la Hermandad de Emigrantes están enfrentados al Obispado de Huelva por la persona que pretende ser el próximo hermano mayor. La hermandad quiere que sea Benito Sueiro y el obispo de Huelva, José Villaplana, lo veta. Y el motivo no es porque no cuente con recursos económicos y humanos suficientes para asumir el papel ni porque no sea creyente ni rociero; más bien el motivo no tiene nada que ver con todo eso. La razón es que Benito Sueiro, hermano de esta hermandad desde hace 15 años, está casado civilmente con un hombre. Las redes sociales se han hecho eco de lo ocurrido y hay opiniones para todos los gustos. Unos consideran que se trata de un claro caso de discriminación, mientras que otros aceptan que las normas de la iglesia impiden esta situación. Lo cierto es que o cambian las cosas o la Hermandad de Emigrantes va a tener de nuevo que caminar hacia el Rocío el año que viene también sin hermano mayor. A día de hoy el Obispado no quiere a un rociero gay y casado como hermano mayor de Emigrantes y lo rechaza frontalmente. ¿El Papa Francisco estaría de acuerdo?

Los millonarios de El Portil. ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con ser el afortunado ganador de uno de esos premios que te cambian la vida? No hablamos de los de ‘tapar agujeros’ o de los de cancelar hipotecas, sino de los que te convierten por un guiño del destino en multimillonario de la noche a la mañana. Eso fue lo que la suerte le tenía preparado a un matrimonio sevillano que se encontraba en El Portil preparando su vivienda de cara a la próxima temporada estival. Afortunadamente para ellos, además de cumplir con sus obligaciones domésticas, la pareja tuvo la feliz idea de pasar por un establecimiento de la localidad, la Papelería Estefanía, a comprar una apuesta para la Bonoloto: un solo euro invertido en una combinación a azar, seleccionada de forma automática por la máquina expendedora (15-22-25-28-29-36 y como complementario, el 12). No es fácil encontrar un premio que haya conseguido sacar un mayor rendimiento al dinero apostado, teniendo en cuenta que el matrimonio recibió más de 21.000 euros por cada céntimo jugado. Toñi, la propietaria del negocio, está entusiasmada tras conocer la fortuna que recibirán sus clientes gracias a su pequeño despacho de loterías: 2.139.000 euros, o lo que es lo mismo, más de 350 millones de las antiguas pesetas. Desde aquí, nuestra enhorabuena a a los ganadores... y también a Toñi, que recibirá de los premiados una “gratificación” por haber cambiado sus vidas.
