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El runrún: ¡Peligro! Jugador de petanca inexperto

Dicen –o más bien decían, allá cuando jubilarse era sinónimo de hacerse mayor- que los jubilados quedan para entretenimientos tranquilos, como dominó, cartas o petanca. Por eso precisamente estos son los obsequios (aunque luego llegaron otros algo más serios…) que ha recibido esta mañana el subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez Viguera, que se ha despedido de la prensa onubense hoy con un desayuno.

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El runrún: ¡Peligro! Jugador de petanca inexperto

Ya que en unos días no tendrá que soportar más las impertinentes preguntas de los periodistas, estos le hemos querido regalar este entretenido ‘kit’ para que no se aburra en su nueva vida como jubilado. Eso sí, tengan cuidado desde ahora y, cuando lleguen a la playa, cuiden que Pérez Viguera no se encuentre cerca con la petanca, porque es inexperto –ya le cogerá el tranquillo- y amenaza con golpes involuntarios. Por su parte, se ha comprometido –y buena parte de la prensa onubense está de testigo- a, en sus primeras veces, buscar un sitio alejado para evitar accidentes, pero por si acaso, si lo ven, aléjense. Por nuestra parte, esperamos que disfrute de esta nueva etapa que inicia; jugando a la petanca, charlando con sus nietos, y escribiendo sus memorias. Lo que le apetezca, que para eso se lo ha ganado tras tantos años de servicio.

El pregón del Colombino. La maquinaria del Recreativo está muy parada. Quizás está dando pasos lógicos, ya que a nivel institucional el día 30 de junio era una fecha clave y también lo será, en menor medida porque se pueden avalar los pagos pendientes, la del 31 de julio. Pero en lo deportivo no hay nada de nada y el equipo está disputando los primeros amistosos y celebrando los primeros entrenamientos con lo puesto, con media plantilla todavía por hacer y con un entrenador interino, ya que Juan Manuel Pavón será el ayudante de Rafael Berges si pronto Jesús León se convierte en el nuevo dueño del club y si Pablo Comas deja de entorpercer todo el proyecto. De lo que tampoco se sabe nada es de la campaña de socios y en cuanto al Trofeo Colombino se conocen la fecha y los participantes, pero no los precios de las entradas o el nombre del pregonero. Siempre suele celebrarse un lustroso pregón el día antes del Trofeo en los jardines de la Casa Colón, y además el nombre del que lo pronuncia suele conocerse alrededor de un mes antes de la fecha del Trofeo y además suele ser alguien de prestigio. Además, el Trofeo suele presentarse en Sevilla o en municipios que han colaborado en ocasiones con el club albiazul, como San Juan del Puerto, Rociana del Condado o Punta Umbría. Pero cara a la próxima edición, para la que faltan justo dos semanas ya ni siquiera se sabe si habrá pregón y lógicamente tampoco el nombre del pregonero. Y teniendo en cuenta los mil y un problemas con los que tiene que lidiar el Decano en su día a día, seguramente éste sea uno de los menos importantes. 

Tobogán gigante en la playa de Ayamonte. El clásico baño y descanso bajo la sombrilla o el sol, nadar, jugar con las palas o hacer castillos de arena, tomar algo en el chiringuito, jugar al fútbol, correr, etc. son algunas de las cosas que se hacen en cada verano en las playas onubenses. En Ayamonte han decidido que las opciones son pocas y han añadido una más, pero no una cualquiera, sino una con más carga de adrenalina y que por novedoso está teniendo bastante éxito. Se trata de un tobogán gigante situado en la playa y que tiene unas dimensiones considerables. Se trata de una instalación de doce metros de altura, catorce de ancho y cuarenta metros de largo. Está haciendo las delicias de mayores y pequeños, que suben con facilidad gracias a una escalera de máxima seguridad, segun dice el Ayuntamiento, que además ha apuntado que se hincha en sólo 15 minutos. Está operativo todos los días de la semana, de lunes a domingo, en horario continuado desde las diez de la mañana hasta las nueve de la noche. Los precios de esta atracción oscilan entre los tres euros por caída, siete la media hora de servicio continuado y doce euros la hora. Así que nada, en Ayamonte no hay excusa para aburrirse. Todos los ayamotinos y onubenses que visiten la localidad ya tienen un asunto pendiente.

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