CONFIDENCIAL
El runrún: El Papa prohíbe las cenizas ‘rocieras’
Supongo que a estas alturas ya estará el lector al corriente de las nuevas “instrucciones” llegadas de la Santa Sede referidas a la forma en que se debe dar descanso eterno a los buenos católicos. El revuelo ha sido mayúsculo, como es natural, ya que prohíbe expresamente prácticas de lo más común entre sus fieles. Que se lo digan si no, por ejemplo, a todas esas familias rocieras que ya no podrán esparcir las cenizas de sus difuntos en destacados enclaves de la aldea almonteña.
Y no es que ahora esté permitido, ya que antes que el Papa Francisco el Ayuntamiento de Almonte publicó una ordenanza en la que regulaba esta costumbre cada vez más extendida de arrojar a la marisma las cenizas de los difuntos que vivieron la fe rociera, muy especialmente por estas fechas, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos. No es casualidad el mensaje papal precisamente cuando se acerca el 1 de noviembre. Las motivaciones de un alcalde y un sumo pontífice son, como nos podemos imaginar, bien diferentes. El Consistorio almonteño lo que pretendía era acabar no tanto con las cenizas que, al fin y al cabo, acabarían con el tiempo formando parte del entorno, sino con toda la parafernalia funeraria que acompaña al rito: flores, cruces, urnas, recuerdos personales,... Objetos que convertían determinadas zonas de El Rocío en minicementerios que no resultaban especialmente apropiados. El Papa, como decimos, centrado en lo divino, deja claro que puestos a elegir, mejor la sepultura de toda la vida. Eso sí, quien se apunte a la cremación, moderneces las justas: se acabó lo de esparcirlas a la buena de dios, ya que se arriesga incluso a que se le niegue el propio funeral, como tampoco acepta el papa Bergoglio que se conserven en casa: las cenizas, en sagrado, ya sea iglesia o cementerio, ya que así se evita la posibilidad de olvido, falta de respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas. ¿Aceptarán los rocieros, en su condición de católico, las directrices vaticanas?
Aquel fandango a Carolina Marín. Huelva entera estaba a sus pies. Carolina Marín emocionada recibía el cariño de su gente después de hacer historia al proclamarse campeona olímpica en Río. Había pancartas y le gritaban alabanzas y el momento calmen fue escuchar la salve rociera. Pero antes tuvo como regalo un fandango con una letra dedicada a su gesta compuesta y cantada por Andrés 'El Lepe'. El cantaor no ha querido desaprovechar la oportunidad de incluir este fandango en su último trabajo, el quinto, donde con el título ¡Se rompen las tradiciones' recoge sevillanas, fandangos, pasodobles y rumbas. Entre los fandangos ,hay dedicatorias a Paco y Camarón y Manolo Limón, además de a Carolina Marín. También se ven reflejadas su raíces leperas,dedicando una sevillana a ños leperos que se fueron. Otras sevillanas que aparecen en dicho trabajo son: A la mujer de Andalucía, y Por qué vas a criticar. Como tema pegadizo, está la rumba La Quiniela. El pasodoble va dedicado a La Morena de mi Huelva. Este trabajo està en gran parte compuesto, tanto en letras como música,por el mismo Andrés. Fue grabado en los estudios de Juanmi Begines, y a los coros lo acompañaron las niñas de Niña Pastoril, Ana María y Araceli de la Sal. Será presentado próximamente en el Gran Teatro de Huelva ,a la espera de confirmar fecha.
