El runrún: Dioni se va del centro (momentáneamente)

Pues bien, resulta que ahora mismo no es posible disfrutar de unos dulces o un café en este establecimiento, puesto que ya no queda ni rastro de lo que era, sólo el cartel. De hecho, todo el interior está en obras. A la derecha se aprecia en un cartel inmobiliario que el local está disponible para quien quieran alquilarlo, mientras que en el ventanal de la izquierda se informa de que desde este lunes 8 de mayo los clientes serán atendidos tanto en el Paseo Independencia como en la Avenida Federico Molina. No obstante, se asegura que habrá próximamente una nueva apertura en el centro de Huelva, Veremos cuándo se produce y dónde. Queda la incógnita de saber si la empresa se ha ido de este lugar por alguna desavenencia con el propietario o porque ya no cumple con sus necesidades.

¡Marchando 300 cervezas! Quizá recuerden que hace un año trajimos a esta misma sección un corte radiofónico en el que una señora relataba en el programa de Carlos Herrera cómo en un chiringuito localizado entre El Portil y El Rompido le cobraron una cantidad ‘gastronómica’ por un rodaballo: nada menos que 650 euros. Hoy traemos otra factura estratosférica expedida en otro chiringuito de nuestra costa, aunque en este caso lo espectacular no es tanto cobrar un rodaballo como si fuese el último de su especie sino servir a un supuesto cliente 334 cervezas, una detrás de otra. El resultado, como pueden imaginarse, es una abultada cuenta que asciende a 729 euros, de los cuales 668 corresponden a esta refrescante bebida. Por lo que se ve, este facturón ha estado circulando por las redes sociales y gracias a El Español hemos terminado por saber que sólo se trataba de una broma. En la información que publica este periódico, Curro Romero, propietario del chiringuito de Matalascañas Las Tres Carabelas, explicó que el pasado verano decidieron gastar una broma a un cliente con fama de tacaño y a la cuenta original añadieron 330 cervezas de más, cuando solo se había tomado cuatro. Tras el susto inicial, cuenta el dueño que el inocente caballero acabó por verle la gracia al asunto y en cierto modo devolvió la broma al propietario, pues tras fotografiar la ‘dolorosa’, la compartió con sus amistades comenzando una cadena (más de 30.000 me gusta y 1.800 comentarios en Instagram) que meses después llegó de nuevo al punto de partida.

El dueño del bazar incendiado, como en el Oeste. El incendio ocurrido el pasado martes en la avenida Santa Marta de la capital onubense destrozó completamente un bazar chino, es decir, que destrozó totalmente a los miembros de la familia que trabajan en este humilde negocio y que ahora tendrán que empezar de cero. Su dueño lógicamente no se ha tomado nada bien el incidente y quiere encontrar a toda costa a los causantes del mismo. A su juicio, los culpables de provocar el incendio fueron dos o tres niños y en su perfil de la red social Facebook incluso ha señalado que le dará como recompensa 5.000 euros al que le traiga aunque sea a uno de ellos. La medida no se sabe si será o no acertada o si tendrá algún efecto positivo y se dará con los culpables, pero lo que de inicio sí que parece es que es ,bastante antigua, ya que recuerda a las películas clásicas del oeste americano en las que el sheriff del lugar ofrecía una suculenta recompensa económica al que le entregara a los autores de algún incidente que se encontraban en busca y captura.