COACHING, EMOGESTIÓN Y CRECIMIENTO PERSONAL

Carta para rescatarme cuando se me olvide flotar

Me dedico esta carta para esos momentos en los que me fallen las fuerzas. Me escribo estas palabras para recordarme lo que es importante. Me reservo este espacio para mí, porque en algunos momentos necesitaré pararme, soltar lastre y llenarme de nuevas energías. Para rescatarme y no olvidarme de mí, me escribo esta carta…

Carta para rescatarme cuando se me olvide flotar

Huelva24

Huelva

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Soy fuerte no porque no enjuague ninguna lágrima sino porque soy capaz de dejarlas brotar.

Carta para rescatarme cuando se me olvide flotar

Puedo dedicarme tiempo sin tener remordimientos por pensar en mí antes que en los demás.

YO soy mi proyecto más importante porque si yo estoy bien, el mundo estará bien. Si yo tengo fuerza, la encontraré en los demás. Si no me cuido a mí misma, no podré cuidar a mis seres queridos. Si vivo con ilusión, regalaré sonrisas y motivación a los que me rodean. Nunca es tarde para ser lo que realmente quieres ser.

Me perdono por los errores; me perdono por lo que no hice o por lo que hice en demasía. Me perdono por haberme perdido y, en el camino, olvidarme de mí misma y dejar que mis pensamientos no me pertenecieran.

Soy responsable de lo que digo y de lo que hago, no de lo que los demás crean, opinen o interpreten. 

No debo esperar de los demás lo mismo que espero de mí. No puedo pretender que el resto haga o se comporte de una determinada manera. Sólo puedo ser dueña de mi actitud.

No puedo controlarlo todo. No puedo con todo. No llego a todo. Y está bien que así sea… Tengo que quitar peso de la mochila que he decidido cargar. 

Carta para rescatarme cuando se me olvide flotar

Mis emociones me pertenecen; no debo dejar que me controlen a mí. Ni que nadie las controle. Mi bienestar no puede venderse al mejor postor.

Las preocupaciones y los problemas del día a día son pequeñeces si las comparo con los dramas que viven otras personas. Relativizar y valorar en la justa medida me proporciona ese equilibrio que me mantiene serena y me ayuda a tomar consciencia de la realidad. Lo más importante en la vida es que lo más importante sea lo más importante. 

Aquello que no dependa de mí lo dejaré fluir… pero lucharé por todo lo que esté en mi mano. Tengo el poder de cambiar cosas y hacer un poco mejor el mundo, mi mundo, el mundo de los que me rodean.

No debo subestimarme pues si creo que puedo, podré hacerlo. Conmigo, voy al fin del mundo.

Mi felicidad me pertenece. Es un viaje, no un destino. Y en ese viaje tengo a la mejor compañera de viaje: yo misma. De los dos senderos por los que puedo caminar, elegir el menos concurrido puede cambiarlo todo… Si es mi elección será la correcta, aunque vaya a contracorriente. 

Carta para rescatarme cuando se me olvide flotar

Atrévete. El cambio lo entiendo como evolución; el problema como oportunidad. Cada fallo es un paso más hacia el éxito. No importa si me caigo; lo aprovecharé para echar nuevas raíces y me levantaré siempre una vez más.

No tendré miedo a la equivocación. Después de ella seré mejor persona… porque habré aprendido algo nuevo.

Tengo la fuerza suficiente para salir de los túneles. Tengo una fortaleza que, cuando la necesite, aflorará. Confío en lo que puedo ser, en lo que puedo dar, en lo que soy capaz de conseguir.

Me valoro por lo que soy, por lo que puedo llegar a ser, por lo que tengo y lo que puedo lograr. No tengo que valorarme en función de cánones impuestos; mirándome en espejos con reflejos ajenos. Mi ejemplo soy yo. Mi modelo soy yo. Tengo que dedicarme tiempo para redescubrirme y haces las paces conmigo misma.

Es necesario parar. A veces hay que bajarse del mundo para observar con distancia.

Carta para rescatarme cuando se me olvide flotar

Decir NO, no significa rechazar a alguien. Simplemente es mi parecer. Seré asertiva y no me sentiré mal al decirlo; tampoco al recibirlo.

Que no me falten sueños por cumplir ni ilusiones que me motiven. La queja, la autocompasión y el victimismo me encierran en un bucle de negatividad y pesimismo que me alejan de la felicidad y de mi filosofía de estar en el mundo: vivir cada día llenándolo de vida. 

No buscaré respuestas fuera de mí; todo aquello que necesito saber soy capaz de encontrarlo buscando en mi interior. Tengo la responsabilidad de estar bien, de decidir sobre mi vida y tomar las riendas para seguir adelantecuando todo parezca derrumbarse.

No me preocuparé por aquello que no ha pasado; no dejaré de vivir el momento por el temor del mañana. Lo que me llevaré es lo vivido y lo sentido; de nada sirven el rencor y la ira. Nada positivo me va a aportar recrearme en el pasado. Todos tenemos una historia que debemos aceptar para poder integrarla, para superarla.

Mi tiempo no es eterno, pero es mío. Yo decido sobre él… Pensaré menos y actuaré más. A veces las excusas y los límites los pongo yo casi sin darme cuenta. Si quiero conseguir mi meta tan sólo necesito una razón y un medio para alcanzarla. No me engañaré ni intentaré convencerme de lo que no estoy segura. No dejaré de ser fiel a mí misma para complacer a los demás. 

Carta para rescatarme cuando se me olvide flotar

No tengo que ganarme el respeto de nadie; me deben respetar de igual a igual. Quien no lo entienda así no tiene por qué estar en mi vida.

No; no es normal ni tolerable el desprecio, el abandono, el control…

No tengo por qué aguantar, no tengo que justificar… No debo sacrificar mi bienestar para intentar mantener la marea en calma. Cada cual debe ser responsable. Cuando el mar esté embravecido no lucharé contra las olas… terminarán arrastrándome; en vez de eso, flotaré sobre ellas.

Mi peor enemigo son mis creencias, mis pensamientos. Debo controlarlos para que ellos no me controlen a mí. Sentiré dolor, sin duda, pero el sufrimiento es opcional. Lo miraré a los ojos y hablaremos de tú a tú. El miedo a ese dolor no puede cerrarme puertas que quizás me lleven al sitio que estoy buscando. 

Soy valiente no porque no tenga miedo, sino porque me enfrento a él. Controlaré mis temores porque mis sueños, mi ilusión y mi confianza son más fuertes que ellos.

Carta para rescatarme cuando se me olvide flotar

No las veo, pero tengo dos alas que me llevarán a donde quiera…

Me dedico esta carta para recordarme que no puedo controlar todo lo quepasa, pero sí puedo decidir lo que voy a hacer con lo que me pasa. No puedo evitar sentir emociones pero sí puedo gestionarlas. Puedo caer y llorar; sentirme triste y gritar. Pero no puedo convertirlo en mi día a día. Tengo que ser capaz de salir del bucle o me arrastrará. Nadie podrá rescatarme si antesno me he salvado yo… 

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación