sexología
Relaciones dolorosas en la mujer
La dispareunia y el vaginismo son los dos trastornos por dolor que puede sufrir la mujer en sus relaciones sexuales. A veces es complicado encontrar la diferencia entre ambas complicaciones. La sexóloga Carmen Canterla nos explica cómo reconocer estos trastornos y las soluciones para combatirlos.

Hasta épocas recientes las mujeres no habían reivindicado su derecho a disfrutar de sus relaciones sexuales, a la satisfacción y al placer. Factores educacionales, religiosos y morales, entre otros, han sido responsables en gran medida de esta circunstancia y es aún hoy en día la razón por la que algunas mujeres (ya muchas menos) siguen sin buscar su propia satisfacción sexual, entendiendo esto como algo normal, propio de la mujer y sin que esto les genere malestar. Cuando aparece dolor en sus relaciones sexuales, además de provocarles molestias, hace que desarrollen miedo al contacto genital, dificulte y/o impida la penetración, provocándoles sensación de enfermedad, deterioro de la autoestima, ansiedad, depresión y dificultades o imposibilidad para quedarse embarazadas. Esto hace que se vayan haciendo conscientes de que ocurre algo y que tarde o temprano se decidan a buscar apoyo profesional. Trastornos por dolor existen dos: dispareunia y vaginismo. El primero de ellos no genera un malestar tan grande como ocurre con el vaginismo, dado que sí puede haber penetración aunque ésta genere dolor. El vaginismo imposibilita la penetración, lo que hace que la mujer no pueda quedarse embarazada por medios naturales, dificulta los exámenes ginecológicos como por ejemplo la citología y afecta a la autoestima por la imposibilidad de mantener relaciones sexuales normales. Afortunadamente el vaginismo tiene un pronóstico muy bueno cuando se acude a un profesional de la sexología. Distinguir dispareunia y vaginismo a veces es algo complicado Dispareunia es un dolor genital recurrente y persistente durante el coito, provoca malestar y puede afectar a las relaciones interpersonales, no es exclusivamente asociado a una falta de lubricación vaginal. Por su parte, el vaginismo es la contracción de los músculos del primer tercio de la vagina justo cuando se va a producir la penetración, impidiendo esto la inserción del pene en la vagina aunque la excitación y lubricación sea la adecuada. Este mismo espasmo puede presentarse ante la posibilidad de introducir en la vagina los dedos, espéculo, tampones u otros objetos.Existen diferentes formas clínicas de vaginismo:

Asimismo, la dispareunia se clasifica según la localización del dolor:
Ante las relaciones sexuales dolorosas (vaginismo o dispareunia) lo primero es acudir al especialista en ginecología para descartar las posibles causas físicas que puedan estar generando estas relaciones sexuales dolorosas. Ante la inexistencia de causas físicas, buscar la ayuda de un o una especialista en sexología que pueda ayudarnos a desarrollar un tratamiento enfocado a eliminar actitudes negativas y perjuicios en torno a la sexualidad, conocer el cuerpo, aproximación a la erotización genital (autoestimulación), permeabilización vaginal individual (inserción progresiva de dilatadores vaginales), permeabilidad vaginal en pareja, capacitación coital.
En el caso del vaginismo y en algunos casos de dispareunia, el tratamiento combinado- psicología, sexología y fisioterapia del suelo pélvico- funciona muy bien, generando resultados a más corto plazo, mayor adherencia al tratamiento y una muy buena evolución.
En nuestro Instituto de Salud Vidacer Huelva llevamos más de 10 años desarrollando estos tratamientos y constatando el resultado de los mismos. “Salud sexual es bienestar”.
Para cualquier consulta sólo tiene que ponerse en contacto con nosotros en la dirección: sexología@huelva24.com y la profesional Carmen Canterla resolverá sus dudas.
Carmen Canterla Psicóloga y sexóloga
Directora de Vidacer Huelva
(C/ Amado Lázaro, nº7 Bajo. Huelva)