festival de niebla > crítica de bernardo romero
Inevitabilidades
Como sabemos que el director y autor del texto escribió esto tras la muerte de su padre, la versión o por mejor decir, la inspiración en la pieza de Shakespeare, queda muy en segundo plano, a pesar del verso tan bien dicho que trufaba toda esta brutal historia de amor pero sobre todo de muerte, del enfrentamiento que la soberbia humana se empeña en tener contra lo inevitable.

Somos hojas de un árbol que sí sobrevive, pero hojas al fin y al cabo, que brotan, lozanean entre las ramas y al fin languidecen para caer muertas al suelo. Pero el árbol sigue ahí, con sus hojas siempre verdes dando sentido a la vida. A la vida eterna, claro. Los flamencos lo suelen cantar por seguiriyas, que es cante existencial: “cuando Dios te da la vida, te está condenando a muerte”.

Por último, un agradecimiento personal si ustedes me lo permiten. La música ha sido el líquido mágico con el que hemos vuelto a la vida, a los años mozos. Si bien estaba el detalle de Gloria Estefan, más nos encantó la aparente discordancia de los cuartetos de cuerda de Ludwing Van Beethoven, al parecer recogidos de una grabación de don Rafael Frühbeck de Burgos. Habría que recordar que estos cuartetos, quizás la última obra grandiosa del sordo de Bonn, no fueron muy bien recibidos en su tiempo por el público ni por el gremio musical en general, demasiado rompedores para la época, demasiada novedad. Y aquí, cumplían esa misión de romper, de ser psicológicamente discordantes. Escuchar al maestro entre los maestros nos resultó inconmensurable y hermoso, hasta gratificante mientras la primera escena trata de hacerle un nudo en la garganta al espectador más sensible Muy bien el espectáculo en general, excelentes actores y atrevida puesta en escena, simple pero con asombrosos resultados. Muy bien todo, pero lo de la Patti Smith al final cantando el Gloria, nos llegó al alma. Entregados como estábamos al director y a los actores, a todos quienes hayan intervenido de alguna manera en la obra, escuchar gritar desesperada a la Smith fue realmente revelador: “Jesus died for somebody's sins but not mine / meltin' in a pot of thieves / wild card up my sleeve / thick heart of Stone / my sins my own / they belong to me, me” Pues claro, mis pecados son míos, y los de Demetrio o los de Fausto son los suyos y él lo sabía, como los de Pilar, Hermia, Helena y hasta los de la pobre loca, por muy inocente que sean esas almas, hasta los de la pobre loca que al final, en su simpleza y en su amor es la que acompaña al moribundo en ese último instante del tránsito que todos, no sabemos cuándo, podremos al fin conocer.

SUEÑOS, de Andrés Lima, inspirados hasta cierto punto en los Sueños de una Noche de Verano de Guillermo Shakespeare. Dirección: Andrés Lima. Iluminación: Valentín Álvarez. Espacio escénico y vestuario: Beatriz San Juan. Música: Jaume Manresa. Reparto por orden alfabético: Chema Adeva, Laura Galán, Nathalie Poza, Ainhoa Santamaría y María Vázquez.

Patio de armas del castillo de los Guzmán. Niebla. Aforo: 980 localidades (Tres cuartos de entrada. En Niebla es tradicional que el primer espectáculo no llene, vayan ustedes a saber por qué); 8 de julio, 2017.