Entrevista a El Arrebato
'En Huelva verán al Arrebato en estado puro'
Cuando Javier Labandón echa la vista atrás, lo que se encuentra le hace sonreír, por eso se considera un privilegiado. Es feliz, ya que trabaja haciendo lo que más satisfacción le produce: cantar, y es lo que El Arrebato quiere ofrecer en Huelva, una tierra a la que quiere y en la que no desea defraudar a sus miles de seguidores que llenarán el sábado 25 de febrero el Gran Teatro para ver en concierto a un artista transparente, de verdad y lleno de emoción para presentar su último disco, 'Lo que el viento me dejó'.

A diferencia de la clásica película protagonizada por Clark Gable y Vivien Leigh, el viento y su prolífica carrera le han dejado más satisfacciones que sinsabores, y esa alegría constante en su forma de ser, le ha llevado a reunir su felicidad y gratitud bajo el título de su sexto álbum, el más autobiográfico de todos, en el que vuelve a salpicarnos con los estilos más diversos. Una felicidad, la suya, que pretende sea contagiosa a través de su música.PREGUNTA.- Prácticamente todas las entradas están vendidas, ¿es una motivación extra para un artista saber que se va a encontrar con el patio de butacas lleno?RESPUESTA.- Desde luego que sí, además tengo muchas ganas de volver a Huelva, estoy muy ilusionado y entusiasmado porque Huelva es una de las ciudades a las que quiero mucho, tengo grandes recuerdos y muy buenas amistades allí, y siempre que he ido me han tratado con mucho cariño. Recuerdo el día que actué en las Fiestas Colombinas que fue maravilloso así que voy con una ilusión tremenda.P.- ¿Qué ha preparado para el concierto del sábado?R.- Pues será El Arrebato en estado puro, a mis seguidores les gustará mucho más que el disco, el directo siempre es mejor, es la mejor expresión del artista. Yo siempre digo que los discos son el medio para llegar al escenario. Será un concierto muy enérgico, positivo, con momentos pasionales y sentimentales, con una paradita flamenca, un poco de rock andaluz, en definitiva, habrá de todo, y mucha positividad, a raudales. Intentaremos que la gente lo pase bien y se vaya a casa con buenas vibraciones.P.- Presenta el sexto álbum de tu carrera, 'Lo que el viento me dejó', el título y la portada del disco guardan muchas similitudes con la película 'Lo que el viento se llevó', ¿es un homenaje propio de un amante de este clásico del cine?R.- Es cierto, es un homenaje a la película, pero quería buscar el lado positivo, y por eso en lugar de quedarme con lo que el viento se llevó, he preferido quedarme con lo que me dejó, que es lo que es éste disco, una recapitulación de todo lo que me ha pasado en los últimos años y el agradecimiento a quienes me han apoyado. Mi idea es que fuera un disco positivo porque yo estoy feliz precisamente por todo lo que mi trabajo me ha dejado.P.- La película 'Lo que el viento se llevó' incluye una escena mítica en la que la protagonista dice aquello de “juro por Dios que nunca volveré a pasar hambre”, ¿El Arrebato podría hacer lo mismo pero para asegurar que nunca dejará la música?R.- (Risas) Exactamente, la música me ha dejado muchas cosas, sobre todo mi lugar en el mundo y sentirme realizado, el sentirme yo, un ser privilegiado ya que hago aquello para lo que he nacido, no sé hacer otra cosa. Desde pequeño era mi pasión, y poder vivir de la música es maravilloso, es una sensación de plenitud cuando puedes dedicarte a lo que verdaderamente te gusta, y conseguido esto, todo lo que viene después, es bonito. Es un gran regalo que me ha dado la vida y estoy muy contento, es la felicidad plena.P.- ¿El último disco es el más autobiográfico de todos los de su carrera?R.- Sí, así es, aunque todos los son un poco, éste lo es en mayor medida porque es el que se ha realizado con más tiempo entre disco y disco, para hacerlo con más dedicación. Lo he hecho de esta manera porque creo que había llegado el momento de sentarme y de agradecer todo lo que la vida y la música me ha dado, y de poder transmitírselo a todo el mundo.P.- El último disco contiene ritmos muy diferentes que van desde la rumba, hasta el pop o incluso el rock, ¿se encuentra cómodo en todos los estilos?R.- En este país somos muy dados a poner etiquetas y a mi me ponen la de rumbero, la verdad es que no me importa ya que me encanta la rumba, pero yo soy compositor y creo cualquier cosa, lo mismo me sale un bolero, que una salsa, un rock o balada, pero luego con mi manera de expresarme, siendo andaluz, hace que la gente lo relacione directamente con la rumba y el flamenco, aunque abordo estilos muy variados.P.- ¿Cuánto debe dicha variedad musical al hecho de que sea un melómano empedernido?R.- Mucho, y confieso que me pillas ahora mismo escuchando The Beatles, nada que ver con la rumba pero con muchísimo arte. Yo en mi barrio, uno muy humilde y obrero de Sevilla, era el bicho raro porque todo el mundo escuchaba a Camarón, Los Chichos y Los Chunguitos, mientras que yo, aparte de a todos ellos, también escuchaba otro tipo de música como Pink Floyd o Dire Straits, y me preguntaban cómo me podía gustar si yo no entendía lo que decían (risas), se creían que yo no comprendía todo lo que transmite esa música. Además, en mi casa sólo había un tocadiscos y yo era el pequeño así que tenía que esperar al final para poner lo que a mí me gustaba, pero al mismo tiempo me servía para escuchar lo que elegían mis hermanos, esto iba de mayor a menor, y yo llegué el último. Me sirvió para culturizarme en la música.P.- ¿Viene entonces de ese origen humilde la enorme capacidad de conectar con la calle y con un público muy diverso?R.- La verdad es que no sé cuál es el secreto, pero es algo de lo que me he dado cuenta, que la gente empatiza conmigo y es algo que me llena de alegría, creo que es la sinceridad. La gente, al ver la verdad, conecta conmigo, sé que el público es inteligente y lo capta enseguida, sabe distinguir quién es verdadero de quién no lo es. Yo intento ser honesto porque es algo que puedes defender ante cualquiera durante toda tu vida.P.- Tengo entendido que el apodo de El Arrebato le viene precisamente de familia.R.- Sí, viene de mi abuela materna, Leonor, ella era de Barbate, de Cádiz, con la que he tenido muchísima relación ya que cuando murió mi padre estuvimos unos años viviendo con ella. Yo era muy trasto, muy nervioso, lo sigo siendo hoy, un lagartija, no paraba quieto, y ella siempre llamaba “Arrebato” a todo lo que resultaba molesto, pero con cariño, siempre estaba así. “eres el arrebato de mi casa”, decía, y lo recuerdo con mucho cariño. Después mis hermanos se contagiaron, mi gente del barrio, y al final ¡toda España y parte de Sudamérica!P.- Una de las canciones más escuchadas del último disco es “Durmiendo en tu ombligo”, en la que vuelve a mostrar su lado más romántico.R.- Sí, salió una canción muy bonita, de mucho amor, es la máxima expresión del amor. Cuando de verdad notas que estás enamorado es cuando estás al lado de esa persona, y no sabes darle ninguna explicación. Yo tuve la suerte de compartir esta letra con una artistaza como es Vanesa Martín y a la gente le ha gustado mucho. Esto demuestra que no sólo vivo de la rumba, el público me identifica con ella, sin embargo lo que más ha vendido siempre han sido mis baladas.P.- Menos romántica parecía una de tus canciones más famosas, en sus inicios, que decía “búscate un hombre que te quiera, que te tenga llenita la nevera”.R.- (Risas) Tiene también su ramalazo romántico aunque en principio parezca que no, es un ejercicio de honestidad hacia alguien que lo que quiere es un ajuar, un piso, mientras que la otra parte lo que busca es amor y es lo que puede ofrecer, sin más, y por eso le dice aquello del estribillo. A cuenta de esta canción, ha habido colectivos feministas que me lo han reprochado, y yo lo que siempre digo es que las canciones no pretenden generalizar, sino que cuentan historias particulares entre dos personas.P.- La parada en el Gran Teatro es tan sólo una de las que le esperan en una larga gira.R.- Nos queda una larga gira por delante, estaremos, entre otros lugares, en Pozoblanco, Zamora o Madrid, serán muchos kilómetros pero no me importa porque mi trabajo me hace muy feliz.

