Culturánea

Dehesa musical en Cortegana: JamonPop 2011

Carretera y manta. O más que manta… bañador y chanclas. La V edición del Festival de Música Independiente de la Sierra de Huelva, el JamonPop 2011, pasó como un ciclón térmico por el Castillo Fortaleza de Cortegana. Tras disfrutar de un ameno viaje en autobús hasta el corazón de la sierra onubense, descubrimos a pie los encantos del conocido pueblo jamonero. Eran las seis de la tarde y Kiko Veneno se tomaba un café a nuestro lado.

Dehesa musical en Cortegana: JamonPop 2011

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Eran las seis de la tarde y las pulseras acreditativas del JamonPop ya estaban en nuestras muñecas. Eran las seis de la tarde y comenzaba nuestro festival… Tras instalarnos en el camping que haría de nuestro hogar durante el fin de semana, comenzamos a subir las numerosas cuestas que nos llevarían al Castillo Fortaleza, lugar elegido para acoger el desfile de artistas de esta V edición.Un sol vespertino nos dejaba ver los encantos de un paraje natural, lugar insólito para acoger un festival de música independiente, alejado de los cánones tradicionales. Perro Peligro comenzó con ruido un festival que vendría cargado de muchas caras nuevas y alguna que otra conocida. Los portuenses eran la apuesta novel de la organización a la que convencieron entre más de 300 bandas candidatas. La oportunidad era única y no la desaprovecharon. Sones instrumentales a compás de jamón recién cortado. Single nos cautivó. Fue la gran sorpresa de la noche. Un amor a primera vista que cristalizó en melodías sencillas, alegres y cargadas de un contenido escénico que hizo vibrar a los allí presentes. Teresa derrochó un buen rollo que nos perdura hasta día de hoy. ‘Pensamiento’ o ‘Gracias a la vida’ dejaron un cargado ambiente poppie en el caluroso cielo corteganés.El reclamo para muchos de la noche del viernes fue Kiko Veneno, referente y artista estrella del cartel de este año. Con kilómetros de carretera a sus espaldas, recorriendo mundo con un puñado de canciones, hizo su primera parada en Huelva. Así, demostró que, como el buen vino, su calidad aumenta con los años, que la música de pata negra tiene denominación de origen. La gente vibró, saltó y disfrutó con canciones como ‘Joselito’ o ‘Echo de menos’, fieles a todos sus conciertos y emblema de varias generaciones. Su actual single, ‘Dice la gente’, no fue menos y gozó también de la simpatía popular. La noche iba apretando y los mallorquines The Marzipan Man quisieron dejar su sello personal. Un grupo intimista de canciones cuidadas que en ocasiones sonaban a diferentes épocas, dependiendo de los oídos que los escuchasen: para los más veteranos podían sonar a Bob Dylan y su armónica; para los más jóvenes, al cuarteto de Brighton, The Kooks. Y la jornada terminó con The Suicide of Western Culture, una dupla de dj´s catalanes que hicieron gozar a los más juerguistas con unas composiciones orgásmicas, donde los sonidos tecno-dinámicos y la batería de imágenes a lo naranja mecánica aportaban el toque experimental a la noche del viernes… El sábado amaneció temprano, caluroso (llegamos a los 40 grados) y con ganas de Jamonada. Tras unos largos en la piscina aledaña al camping, volvimos a retomar el empinado camino hacia la Plaza de la Constitución, centro neurálgico de la organización del festival. Los bares situados en dicha plaza estaban llenos de impacientes comensales con ganas de catar el jamón de la provincia. Es cierto que indignados se nos mostraban la mayoría al descubrir que la organización repartía los platos (bien servidos, eso sí) a 7 euros, sabiendo que las patas de cerdo fueron regaladas por los taberneros de la zona para aumentar así su clientela. Una indignación que no pasó a mayores, dado el carácter festivo del evento. Mendrugos hay en todas partes, o eso nos hicieron saber amablemente algunos miembros de la misma organización…Parada para comer y disfrutar de un mojito en el Mojito´s Club JamonPop, donde un improvisado dj amenizaba las vistas del mirador del Castillo Fortaleza. Mucho calor, pero mereció la pena refrescarse antes de volver a las andadas. Y San Pedro escuchó nuestras suplicas… y nos castigó. No queríamos pasar calor y le rogamos por un descenso de las temperaturas. Se ve que se lo tomó muy a pecho porque el termómetro dio un vuelco y de un calor sahariano pasamos a una helada siberiana. ¡Y nosotros con estos pelos! A tiritar tocaba… Y a escuchar a Pájaro Jack. Este quinteto granadino nos sorprendió con un pop melódico que es ya inevitable comparar con sus paisanos Lori Meyers. Tocaron temas de los dos EP’s con los que cuentan y la reacción de los allí presentes, considerablemente en menor número con respecto a la jornada anterior, fue muy buena. Y es que se nota que entienden de música y saben de qué va esto, ya que pese a ser unos chavales, la armonía formada por los instrumentos y la voz de Jaime era casi perfecta. De hecho, la voz de esta banda nos regaló en primicia un acústico en solitario que enterneció a las jóvenes de la primera fila. Da gusto descubrir a grupos tan capaces a la par que humildes. Y el tiempo siguió haciendo de las suyas para recibir a Remate, un interesante proyecto del músico Fernando Martínez. En todo momento le pudimos ver bastante suelto, regalando de vez en cuando un punteo de guitarra curioso, con el toque psicodélico que le caracteriza y esa alternancia bohème de idiomas (castellano-inglés). Tuvimos la suerte de encontrarnos con dos de los componentes del grupo onubense SuperSuecas, e incluso David Romualdo tuvo la osadía de subir al escenario junto a otros poppies a corear la que fue la última canción del concierto, ‘Superluv’. Remate ft. SuperSuecas en pura esencia.Desde Sevilla, Blacanova nos trajo su pop lúgubre, envuelto en la sensualidad de la voz de Inés. Si quieren saber el frío que hacía, pónganse en contacto con ella, que ni el fular que le cubría el cuello le servía de aislante. “Qué frío aquí arriba” servía de interludio entre canción y canción. La sierra onubense quedó eclipsada bajo los encantos de este grupo hispalense que ganaba adeptos a medida que pasaban los tracks.El Guincho fue la apuesta festivalera para la noche del sábado. Y no defraudó. Todos, y cuando decimos todos, son todos, sucumbimos a sus encantos rítmicos. Originalidad en una voz curtida y destreza en unas manos que no paraban de aporrear y acariciar multitud de instrumentos, dejaron cautivados a un público que quería más, que no paraba de bailar y que levantó la mayor cantidad de polvo registrada en la historia de Cortegana. Algún que otro pisotón es fiel testigo de lo animada que estaba la peña.Y la jornada finalizó con Margarita, que repetía presencia en este festival. Y menos mal, porque para los que no los conocían sin duda fue uno de los grandes descubrimientos del JamonPop. Letras originales cargadas de magnetismo que eran capaces de atraer a los primeros desertores que ya sentían en sus cuerpos la llamada de un merecido descanso.Una vez más, #culturánea estuvo allí para dar fe que en la provincia hay iniciativas alternativas interesantes a disposición de aquel que sepa tener los ojos abiertos para encontrarlas y aprovecharlas. Si este año no has podido asistir… ¡Te esperamos en el JamonPop 2012!

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