Una transexual con acento onubense se hace un hueco en la literatura erótica

La escena literaria de blogueros que reina en internet empieza a hacerse eco de esta provocación, ya que no es usual en literatura presentar el descaro y la ambigüedad sexual de una manera tan natural como entretenimiento para el intelecto.

Pero vayamos por partes. Imaginemos a una prostituta transexual que no se sometió a la operación de cambio de sexo por miedo, por pereza y por los pingües beneficios que le reporta su falo. Imaginemos también a un caballero renombrado en la escena del arte que redescubre su sexualidad junto a esta atípica señora y ve así dar un giro a su vida sentimental. Añadimos una esposa despechada y desconcertada, otra meretriz cantándole a la vida y dos jovencitas experimentando en la edad del pavo.

Símbolos como las citas bíblicas al principio de cada capítulo, las referencias a la institución del matrimonio, la intervención de la policía o los animales enjaulados contrastan con otra simbología de drogas desinhibidoras, el mundo onírico, locales de alterne y escenas de sexo y violencia explícitos.

La historia lleva al lector de la mano por los fotogramas de dos semanas en la vida de estos seis personajes que, no contentos con relamerse los dedos en los placeres más hedonistas, se ven envueltos en una extraña y macabra bacanal al final de la obra. La constante provocación literaria parece dar pistas al lector sobre lo que quizá pretenda decirse con todo eso: que somos animales embelesados por la racionalidad.

El autor Alberto García Pujals, con raíces en Palos de la Frontera, pertenece a una generación de jóvenes autores con un hueco en el mercado editorial. Aunque 'Los que lloran, se alegran y usan de este mundo' haya sido criticada por algún repentino cambio de escena, las recomendaciones de esta novela circulando por internet la califican de vibrante, intensa y con un final que quita el aliento.