AUTOR DE 'LA MEMORIA VARADA'

Adamuz: “Hablaré en Miami de cómo unos onubenses fueron tratados como perros antes de ser fusilados y la pasividad del Gobierno con sus familias”

Rafael Adamuz, autor de la novela 'La Memoria Varada', presenta este jueves en Miami este trabajo que muestra lo que pasó a 'un grupo de onubenses tratados como perros en las bodegas de un barco infernal hasta ser fusilados, de la injusticia que se cometió con ellos…'. El periodista granadino afincado en Huelva asegura que hablará allí 'del dolor de sus familias tantos años después, de sus demandas actuales y de la pasividad vergonzosa del gobierno español'.

Adamuz: “Hablaré en Miami de cómo unos onubenses fueron tratados como perros antes de ser fusilados y la pasividad del Gobierno con sus familias”

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“Afortunadamente, Adamuz ha conseguido con este libro traernos al presente lo que nunca debe estar ausente en nuestra vida: la memoria. Con la memoria construimos el futuro de un pueblo como es el español, que ha sufrido y que sigue sufriendo a través de las víctimas del Franquismo el desconocimiento y el olvido y eso, para hacer una sociedad fuerte, no podemos permitírnoslo”. Esta reflexión de Baltasar Garzón sobre la primera novela del periodista y escritor afincado en Huelva Rafael Adamuz (Granada, 1980) resume a la perfección el porqué de la proyección de La memoria varada (Ediciones Atlantis), que se adentra en uno de los episodios más cruentos del alzamiento militar de 1936 ocurrido en la provincia onubense y que ha despertado el interés en EEUU. El 25 de febrero, la obra será presentada en Miami ante profesores y alumnos de la Universidad Internacional de Florida. Desde su publicación, la obra -que va ya por su 4ª edición- acumula una treintena de presentaciones. La de Miami será la próxima.

Adamuz: “Hablaré en Miami de cómo unos onubenses fueron tratados como perros antes de ser fusilados y la pasividad del Gobierno con sus familias”

PREGUNTA.- Una novela sobre Memoria Histórica que cruza el charco al año de ser publicada. Llama la atención a priori.RESPUESTA.- No debería ser así. El problema es que no estamos acostumbrados en España a tratar con naturalidad la represión franquista y sus consecuencias actuales. Mi libro aborda en gran parte la vertiente judicial de aquella sinrazón que se desplegó a partir del Golpe de Estado del 36 y que, en este acaso, acabó con la vida de 67 onubenses condenados a muerte por rebelión militar. Lo que hicieron con ellos fue, además de una injusticia, una farsa en toda regla que pagaron con su propia vida, como ocurriera después con tantos desaparecidos. De no haber salido a la luz esta investigación novelada, todavía hoy habría familiares de las víctimas que seguirían ignorando lo ocurrido y, lo peor aún, muchos seguirían demonizándolas.

P.- Todo empezó precisamente gracias a las víctimas…R.- Sí, todo empezó en la radio. Hace una década creé una sección en mi programa de Canal Sur dedicada a la Memoria Histórica en Huelva, una provincia que sufrió una represión brutal, probablemente la más despiadada de toda España. Habilité un contestador y recibí muchas llamadas de oyentes que querían exponer sus casos, desahogarse en antena. Una de ellas provino de Luis Cassà, nieto de uno de los integrantes de la mal llamada columna de Riotinto que fue reclutada para combatir a Queipo de Llano en Sevilla, donde había triunfado el alzamiento. El grupo, compuesto por mineros pero también por zapateros y campesinos, fue traicionado por la misma Guardia Civil que tenía órdenes de acompañarle a las puertas de la capital hispalense y muchos, tras un ataque brutal que se saldó con al menos una decena de muertos, fueron apresados por los militares, que los hacinaron como a animales en un barco-prisión hasta el Consejo de Guerra. Gracias a aquella llamada a la radio, supe después que aquel hombre, Luis Marín Bermejo, abuelo de Luis Cassà, había escrito durante su presidio varias cartas hasta minutos antes de ser ejecutado. Ante un material así, me puse a investigar con el permiso de la familia.

P.- Es una de las características del libro: las muchas dosis de realidad en lo que cuenta.R.- No es que haya muchas, es que todo es real. Lo advierto en el prólogo. Todo lo que se narra en La memoria varada tiene su origen en documentos oficiales, en expedientes judiciales y en archivos que hasta ahora nadie había consultado. Las cartas del principal protagonista, por supuesto, están incluidas de manera literal;  las declaraciones de los acusados, sus nombres, sus vidas, las distintas intervenciones del proceso judicial son textuales; los avatares de mi propia investigación también los narro tal y como fueron. No quise inventar nada. Entendí que no hacía falta y no quise renunciar a un solo ápice de verdad. En esto, para mí, reside buena parte del mérito de mi trabajo.

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P.- Ha dicho que se sigue “demonizando” a las víctimas del Franquismo. ¿A qué se refiere?R.- A la manipulación histórica que hemos padecido en España y que seguimos padeciendo, algo inconcebible a estas alturas. Hay que estar recordando continuamente que Franco tumbó por la fuerza y por las armas un sistema legítimo. Pero lo peor no es eso. Nuestro país, el segundo del mundo tras Camboya en número de desaparecidos -120.000-, no ha dado un solo paso por reparar la memoria de las víctimas de la represión. Al contrario, tenemos que asistir a una humillación constante hacia ellas. Hay múltiples ejemplos. Políticos como Rafael Hernando y Pablo Casado o senadores como José Joaquín Peñarrubia se han mofado de ellas públicamente. Es indignante. Hasta el propio Mariano Rajoy siendo presidente las acusó de acordarse de sus seres queridos sólo cuando hay subvenciones de por medio. No hay acusación más miserable, más ruin. Por no hablar del incumplimiento flagrante y sistemático que hacemos de los tratados internacionales.

P.- ¿Cuál sería la solución, en su opinión?R.- Ponernos manos a la obra de manera inmediata. Otros gobiernos que han padecido regímenes políticos han puesto en marcha lo que algunos expertos han denominado Comisiones de la Verdad, grupos de trabajo que analicen junto a las asociaciones memorialistas las necesidades de verdad, justicia y reparación y que sirvan para articular después los mecanismos necesarios en esa dirección. Estoy hablando de países como Brasil, Sudáfrica, Guatemala o Chile, que gracias a ese impulso han terminando aprobando y aplicando las leyes pertinentes. Algo parecido a lo que estamos haciendo en Andalucía. Lo que quiero decir con esto es que debe ser el gobierno (junto con los poderes legislativo y judicial) el que tutele de forma urgente este proceso: hablo de reconocimiento con mayúsculas, de localización de fosas, de exhumaciones… Mientras eso no ocurra, seguiremos asumiendo un modelo de olvido único en el mundo, seguiremos siendo la excepcionalidad española.

P.- Otros se siente cómodos con esa excepcionalidad bajo el argumento de que no tiene sentido remover el pasado.

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P.- En unas horas tendrá la oportunidad de llevar a EEUU su obra y el mensaje que encierra.R.- Sí. La verdad es que estoy muy contento pero sobre todo siento una gran responsabilidad. Desde que trascendió mi presentación en Miami no he parado de recibir muestras de ánimo y de cariño. De alguna manera, todos aquellos familiares de los protagonistas de La memoria varada que he ido conociendo a lo largo de estos meses ven en mí a un portavoz. Y así lo haré. Hablaré de la novela, de lo que sucedió en aquellos días fatídicos con un grupo de onubenses tratados como perros en las bodegas de un barco infernal hasta ser fusilados, de la injusticia que se cometió con ellos… Pero hablaré también del dolor de sus familias tantos años después, de sus demandas actuales y de la pasividad vergonzosa del gobierno español. Será, de alguna manera, mi particular homenaje a ellos. Sólo espero estar a la altura.       

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