XXX pregón taurino de las Fiestas Colombinas
Bernardo Romero desgrana con pasión la historia de la fiesta de los toros
23.00 h. El profesor, novelista, gastrónomo y periodista onubense Bernardo Romero ha pronunciado el trigésimo pregón taurino de las Fiestas Colombinas, primera actividad del amplio programa elaborado por el Ayuntamiento onubense con ocasión de las fiestas locales agosteñas, mostrando la fiesta en todo su conjunto y con todos sus protagonistas.



Para el final ha dejado el pregonero un adorno sobre una parienta lejana, la bailaora Soledad Miralles, que formó parte de un reducido grupo de mujeres que fueron capaces a principios de los años treinta, de lanzarse a un ruedo. “Hacer un toreo hermoso, sin violencias, en el que la plasticidad y los conceptos estéticos del baile flamenco intervinieran, fue el sueño de una artista temperamental que permanece injustamente casi en el olvido”, ha señalado el escritor.
Y en el remate de la faena como pregonero Bernardo Romero ha sorprendido a todos con unos versos que compuso a los toros de este año y que arrancó con aquella copla “que ya ni los más viejos del lugar recuerdan: Que Viva el Litri, la Popular, / los bollos de leche y las ensaimás”.

Una fortísima ovación acogió el pregón pronunciado por Bernardo Romero, que había sido presentado por el escritor Juan Villa quien dijo del pregonero que “es un ser misceláneo, un personaje en el que se mezclan muchas cosas de manera aparentemente inconexa, sin saberse a ciencia cierta de dónde provienen las unas y las otras y por qué se han mezclado de esa manera y en un mismo actor, sin percibirse ese hilo que trama toda vida corriente. Porque Bernardo puede ser de todo menos corriente”.Cerró el acto el alcalde de la ciudad, el popular Pedro Rodríguez, quien, tras felicitar al pregonero por su obra, recordó la importancia que tienen los espectáculos taurinos en la programación de las Fiestas Colombinas e invitó a los ciudadanos onubenses a asistir a los mismos. La Banda Sinfónica Municipal, con la interpretación de varios pasodobles, dio musicalidad al acto celebrado en el patio de la Escuela de Arte y Oficios y al que asistieron numerosos aficionados taurinos.