SEMANA SANTA
Huelva logra salvar su Viernes Santo
17.12 h. (ACTUALIZADO 20.43 h.) La Hermandad de la Fe, que había solicitado en un inicio la hora de moratoria, finalmente optó por no agotarla y tuvo que suspender su estación de penitencia. Pero las previsiones se cumplieron y las nubes se fueron disipando, y finalmente fue El Descendimiento el que, una hora y 40 minutos después de lo previsto, se echó a la calle. Poco después lo hicieron las dos restantes.
Se retrasó el Viernes Santo. La Hermandad de la Fe, la hermandad llamada a inaugurar la jornada de Pasión en Huelva, se vio obligada en un primer momento a pedir la hora de moratoria para, antes de siquiera agotarla, anunciar la suspensión de su estación de penitencia a La Concepción, ante unas previsiones meteorológicas nada halagüeñas durante las primeras horas de su recorrido.
La cofradía que procesiona desde Santa María Madre de la Iglesia, en Viaplana, tenía previsto poner a su Cruz de Guía en la calle a las 16.45 horas, pero la lluvia lo impidió en ese primer momento. Con una parroquia llena, especialmente llena de niños y niñas que en buena parte han sido quienes han motivado la decisión final, la Junta de Gobierno se dirigía poco después de las 17.15 horas a los hermanos para anunciar que, este Viernes Santo de 2019, La Fe se quedaba en casa.
Y a la misma hora que el desánimo se apoderaba de la calle Cristo de la Fe, en San Pedro la Hermandad del Descendimiento optaba por tener esperanza y, con la vista puesta en el cielo, anunciaba a sus hermanos la decisión: esperar una hora con la ilusión de que la amenaza de lluvia se disipe algo más y los titulares se puedan echar a la calle. La hora prevista en un inicio eran las 17.50 horas, pero finalmente esa hora de moratoria -que también anunciaron Santo Entierro y Silencio- se convirtió en una hora y 40 minutos, y no fue hasta las 19.30 horas cuando se abrieron las puertas de la Mayor de San Pedro para poner al cortejo en la calle.
Un cortejo que fue el primero y al que siguieron una hora después otros dos clásicos del Viernes Santo onubense: la Hermandad del Silencio -la Virgen de la Soledad- desde la parroquia de la Concepción, que hoy sí veía cómo se ponía su hermandad en la calle, y la Hermandad del Santo Entierro desde la Ermita de la Soledad, punto desde el que se pone en la calle la que es la hermandad oficial de la Semana Santa onubense, y con la que procesiona una representación municipal y de las distintas cofradías de la ciudad.
