PREVISIÓN DEL TIEMPO PARA LA CAPITAL Y ALREDEDORES
Aislados
Ahí tenéis el centro de acción, justo sobre las islas Azores, donde en este tiempo no debería de estar el anticiclón del mismo nombre, sino en latitudes más bajas. Esto explica el tiempo soleado que estamos disfrutando, pero también la escasez de lluvias.

El miércoles por la noche cayeron algunas gotas, pero que no tienen nada que ver con las borrascas que deberían estar cruzando de oeste a este la península, sino con un sistema de bajas que se sitúa en la Europa central y meridional, una de las cuales tomó rumbo oeste más de la cuenta y nos llegó a alcanzar un frente asociado.
Pero para aclarar la situación: Flujo de oeste a este, entre la zona de altas antedicha y las bajas subpolares. Los frentes asociados a estas borrascas llegan a toda Europa, incluida la mitad meridional de la península Ibérica, pero el cuadrante suroeste no se verá afectado por borrasca ni frente alguno. De modo y manera que estamos como en una isla, lejos de vientos y circulación de borrascas. Puente extraordinario en consecuencia.
Temperaturas máximas entre los dieciséis y los casi veinte grados. Las mínimas como deben ser con este tiempo anticiclónico, pues bajas. Estarán entre los cuatro y los siete grados, que no está mal. Estamos hablando del fin de semana y el puente o acueducto de la Constitución, según cómo lo tengáis planteado en vuestros respectivos puestos de trabajo. En cuanto a lluvias, tan sólo cabe la posibilidad de que una borrasca muy profunda situada al oeste de Irlanda, nos alcance el próximo miércoles, pero será poca cosa si es que cae algo, ya que el anticiclón subtropical empuja a la borrasca hacia latitudes más altas. Todo esto que os estoy contando es sobre Huelva, lo cual no tiene nada que ver con el tiempo que van a tener en el resto de España. Como siempre, estaremos aislados.
Aislados y abandonados, dejados de la mano de Dios, hasta el punto de tener el vertedero químico, vergonzoso e ilegal, más peligroso de Europa a las puertas mismas de la ciudad. Un crimen medioambiental que la clase política no se atreve a mirar ni de soslayo, un despropósito de vertedero al aire libre que ahora pretenden tapar para que no se vea, pero que continuará con sus lixiviados largando veneno a las costas onubenses. Semejante poca vergüenza debería solventarse en los juzgados, porque lo que es de los políticos de uno y otro lado, no cabe esperar solución alguna. Después vendrán los lamentos y el crujir de dientes, pero tarde. Será mucho más costoso limpiar una catástrofe que se ve venir, que retirar esa lamentable irresponsabilidad de las marismas del Tinto. El discurso oficial de que es imposible retirar los fosfoyesos de la marisma, es incierto y falaz. Si se han tirado allí estos vertidos ilegales e irresponsables, también se pueden retirar. Las empresas responsables pueden y deben hacerse cargo de reparar este tremendo daño y evitar catástrofes que nos amenazan en un horizonte, como es natural, incierto.