POR LA CERCANÍA DE LA INDUSTRIA
Vecinos de Pescadería temen por la calidad del aire en la zona
21.56 h. El profesor Jesús Damián de la Rosa Díaz, que lleva décadas controlando las emisiones en Huelva como responsable de la Unidad Asociada CSIC-UHU 'Contaminación atmosférica', considera que la industria cuenta con herramientas para mitigar el impacto de sus emisiones en la población, “pero no las usan”.

Lo que ha mejorado la calidad del aire que se respira en Huelva lo sabe bien –si o mejor que nadie- Jesús de la Rosa, que sin embargo no deja de reivindicar la obligación, si no legal, sí moral, que tiene la industria del siglo XXI de hacer todo lo que esté en su mano por mitigar el impacto de sus emisiones en la población. Eso es lo que ha defendido el profesor doctor en Ciencias Geológicas y Catedrático de Petrología y Geoquímica de la Universidad de Huelva, además de investigador principal de la Unidad Asociada CSIC-UHU 'Contaminación atmosférica', en la charla que este miércoles ha compartido con algunos de los vecinos de Pescadería, inquietos por la calidad del aire en la zona debido a la proximidad del Polo Químico y los nuevos proyectos planteados en el mismo.

En este sentido, De la Rosa ha sorprendido a los asistentes a la charla organizada por la Asociación de Vecinos del barrio en la sede del CADE desvelando que la estación de medición que peores datos arroja en los referente a partículas PM10 –las que se meten en nuestro organismo a través de la respiración- y contaminantes como el arsénico no es la de Marismas del Titán, “sino la que se encuentra en el Matadero”; o que “el impacto que, según la orientación del aire, padecen a veces en Aljaraque es incluso peor que el que se registra en Huelva capital”.
Una ciudad que, según el investigador que lleva décadas haciendo mediciones de la contaminación atmosférica, “ha estado sometida históricamente a una contaminación brutal”, por lo que “lo mejor que nos ha ocurrido es que estamos en Europa, con una legislación muy estricta en esta materia”.

Legislación que, según ha explicado, actualmente data de 2008 pero se actualiza ahora con horizonte a 2030, por lo que “hay que cuidar, exigir, que los proyectos que se planteen de cara al futuro cumplan con lo que marca esta nueva actualización, más restrictiva y que, de hecho, hoy no se cumpliría en muchas de las estaciones de medición de Huelva”.
Ante unos vecinos preocupados por las implicaciones que podría tener la puesta en marcha de nuevos proyectos industriales en la avenida Francisco Montenegro, “en cuya proyección -según denuncian- no se ha tenido en cuenta la ubicación del nuevo colegio, ni de los edificios proyectados a escasos 500 metros de plantas industriales”, De la Rosa no ha titubeado a la hora de aseverar que, pese a la mejora experimentada en los últimos años, “la industria puede hacer más”. Por ejemplo, ha explicado, “con nuestras mediciones ya tenemos pronósticos del arsénico que se puede concentrar en según qué puntos por las condiciones atmosféricas de ese día. Se podría avisar a las empresas, porque está la herramienta, para que bajen la producción ese día y disminuya el impacto en las personas, pero nadie lo hace”, ha lamentado. “En calidad del aire tenemos que ser inconformistas”, ha concluido.
