¿Soy o no soy Charlie Hebdo?
Creo que hoy es el momento de desempolvar la pluma electrónica y volver a dedicar unas líneas de opinión en este periódico. Porque amo la libertad de expresión, pero también amo la libertad del enfado. Porque amo que se pueda dibujar a quien se quiera donde se quiera, pero también amo la valentía de pedir disculpas a los ofendidos.
Porque este planeta no se merece fanatismos de terroristas ni sangre de inocentes derramadas por las calles, o por las redacciones, o en los supermercados o en cualquier lugar a 10 o 10.000 kilómetros de aquí.
Porque el pincel y la pluma se han convertido en símbolos de la lucha por la libertad y no se necesita permiso de armas para usarse. Porque mientras ellos entrenan en campos de Siria, nosotros entrenamos con los libros. Porque ante el fanatismo, la palabra y la metáfora es lo que más duele.
Creo que no somos conscientes cuando oímos a alguien maldecir una y otra vez y con términos despectivos a 'esos moros'. No somos conscientes de la gravedad de las acusaciones, de la gravedad que produce en una sociedad el racismo, y de la poca información cultural que tenemos sobre eso.
No somos conscientes de que la lacra del terrorismo que sufrimos aquí, la sufren multiplicada por mil en otros países a los que llamamos 'moros'. No son moros. Ni muchísimo menos los podría categorizar como musulmanes. Son terroristas. Extremistas. Fanáticos de la religión tal y como los hay de otros ámbitos.
Bien que nos paramos a diferenciar a los asesinos del mundo del deporte, pero no a los asesinos del mundo de la religión. No tienen base, sus intereses son otros. Son zombies adiestrados para sembrar el pánico por manos poderosas del petrodólar. Y lo consiguen.
Por eso, ¿soy o no soy Charlie Hebdo? Porque ahora incluso los partidos ultraderechistas de Europa son Charlie Hebdo, cuando han tildado hasta casi de asesinos a sus dibujantes en un pasado.
Porque la moda es Je Suis Charlie, pero…¿se lo que significa y sé si lo comparto? Soy Charlie Hebdo cuando me solidarizo con las víctimas de estos terroristas, cuando de mi pluma sale lo que mi libertad me permite dibujar.
Pero no soy Charlie Hebdo cuando pienso en lo que podría sentir mis amigos musulmanes cuando publico a los ojos de todo el mundo unas viñetas satirizando su Fé (la cual dicta mucho de la mía, que solo es en la ciencia y la cual es tan normal como la sentida por millones de cristianos).
Y tú, ¿eres o no eres Charlie Hebdo?
PD: Aprovecho esta columna para ofrecer mis condolencias a todas las familias de los fallecidos en los atentados terroristas de París.