Enemigo número uno
En el alambre. La enésima derrota del equipo, más dolorosa si cabe por ser con un rival directo, deja en el disparadero a Oltra. Parece que es culpable de todos los males del equipo y que es incapaz de revertir la situación del equipo, condenado cuando las matemáticas le dan mucha vida, a un descenso de categoría con tintes dramáticos, ya que la supervivencia del club pasa por seguir en Segunda División.
Así lo marcan las corrientes de opinión y las últimas informaciones aparecidas sobre el futuro del técnico recreativista.
¿Pero todo cambiará con el cambió de inquilino en el banquillo? Nadie tiene una bola de cristal con la que ver el futuro, pero los gestores del club Decano puede interesarles que todo se simplifique en un simple cambio de peones y no en el fichaje de varios futbolistas, por el desembolso económico que puede conllevar. Eso sí, el caché de Oltra barato no es y en caso de rescindirle el contrato, va a tener que abordar el pago de casi toda la ficha de la presente temporada y la siguiente. Por lo demás, la llegada de Ceballos o del que sea, si finalmente se produce, no garantiza nada. Incluso la plantilla se ha manifestado de forma clara. Están en contra del cambio en el banquillo, pero ya se sabe, donde hay patrón no manda marinero.
Con una relación difícil a sus espaldas casi desde el inicio de la temporada, en la zona noble se plantean seriamente un cese vislumbrado casi desde el primer encontronazo. Acostumbrados a que el técnico no diga las verdades del barquero, como pasara en la etapa de Sergi Barjuan, solo la imposibilidad de hacer frente al pago de una indemnización cuantiosa ha paralizado el adiós de un técnico que tendrá la satisfacción, en caso de darse su salida, de haber dicho todo lo que pensaba y no dejarse nada en el tintero. Por transparencia no será.
Maniatado por las limitadas opciones de su plantilla y con su dosis de culpa, como pieza clave dentro del funcionamiento del equipo, su futuro pende de un hilo y será el partido contra el Mallorca, curiosamente su anterior equipo, el que presumiblemente dicte sentencia. Nadie garantiza que todo vaya a cambiar con la llegada de un nuevo técnico, ni tampoco se asegura que la continuidad de Oltra permita al equipo ganar algo de aire y salir del pozo de la clasificación. Sin duda, difícil papeleta la que tienen entre manos los responsables del Recreativo de Huelva.