Mentiras arriesgadas
Bajo el título de una película podría definirse a la perfección la situación actual del Recreativo de Huelva. Con James Cameron a los mandos y con Arnold Schwarzenegger y Jaime Lee Curtis como actores principales, tenemos entre manos una comedia de lo más divertida en el que se juega en todo momento con la mentira. Si bien la situación del Recreativo no tiene nada de cómica, la mentira o la información que no se ajusta a la realidad se está convirtiendo en una rutina, por desgracia.
Esta semana ha vuelto a tener de todo. Para los medios el centro de atención ha estado de nuevo en los impagos y en las promesas de los responsables del club. Mientras que los futbolistas y los empleados, sobre todo ellos, esperan una solución a tanto desamparo, los dirigentes del Recreativo han salido a la palestra para tranquilizar al entorno con promesas. Promesas que de momento han quedado en el aire porque no se han cumplido. Ahora parece que habrá que esperar al miércoles o el jueves para desbloquear una transferencia que dijeron que estaba realizada. Inaudito.
Es el riesgo de dar la cara, cuando las personas responsables de que llegue el dinero están en una cómoda segunda línea. Que al final las personas que salen a la palestra son los que se comen, como se dice vulgarmente, el marrón. También quedan con el culo al aire si se producen inexactitudes. Llámese inexactitudes o mentiras, que en este caso de piadosas tienen poco.
A veces pienso que nos toman por tontos. Con todo lo que ha ocurrido en estas últimas temporadas creo que se podría haber aprendido de los fallos. Salir a hablar, para luego no cumplir, con todo lo que han pasado los futbolistas, los empleados y la castigada afición, quema a cualquiera.
Y recalco, como ya dije en su día, que de esto tienen poca culpa los recién llegados como son Benjamín Naranjo o Manolo Toledano. Ellos no tienen la capacidad de hacer que las cosas ocurran, pero también deberán valorar si les compensa desgastarse públicamente en esta situación.
Ahora hay un nuevo plazo para que lo más inmediato llegue, la regularización de las nóminas. Un parche que podría ser el preludio de un reajuste en la plantilla, siempre y cuando llegue el prometido dinero con el que afrontarían la temporada sin retrasos. De no concretarse tendríamos de nuevo el drama. Y mientras tanto la deuda con Hacienda y Seguridad Social sigue siendo el principal caballo de batalla. Hablan de contactos y de nuevos embargos, pero de momento el problema sigue sin solucionarse. Y sin una solución clara, concisa e inmediata, el futuro del club queda en entredicho.
La próxima semana habrá Junta de Accionistas, una fecha marcada en el calendario para conocer de boca de los dirigentes albiazules la situación actual del club. ¿Habrá transparencia o de nuevo oscurantismo? ¿Se dirá a verdad o hablarán de cosas que con el paso del tiempo quedarán en el olvido? Veremos.
