Apocalipsis choquero
Leo las noticias locales y provinciales de actualidad en huelva24.com y me queda claro que el Apocalipsis llegará al mundo por Huelva si la ciudadanía no lo remedia, porque las autoridades ni están ni se las espera. Veamos.
Una ministra de pasado fertibérico nos dice a requerimiento judicial que fosfoyesos forever. El Ayuntamiento, a continuación, pone el grito en el cielo e, indignado, responde que eso no es posible porque incumple no sé cuántas normas y le faltan muchos papeles, que por ahí van a ir sus alegaciones, que hay una comisión técnica y una mesa político-social que para algo están y que algo tendrán que decir. Fertiberia sonríe, 'as time goes by', como cantaba el gran Dooley Wilson en la inolvidable 'Casablanca'.
Por otra parte, el Ministerio de Industria del canario Soria autoriza un proyecto gasístico cerca de Doñana, ahí donde no se puede hacer una carretera. En un acto de valentía frente a los intereses empresariales avisa que, en caso de riesgo para las personas o el medio, tendrá que detener los trabajos. Faltaría más. ¿Tan poco se fía de la empresa que le tiene que decir por escrito lo que a cualquiera le parece una obviedad? Para colmo, el proyecto es declarado “de utilidad pública”, esto es, que la empresa, va a pagar menos impuestos, que aquí los paganinis somos otros. ¿Preparación del terreno para posibles puertas giratorias futuras? Pero, al ministro Soria, hombre de suerte, le ha salido una aliada en la persona de la Delegada de Medio Ambiente quien le echa un capote diciendo que bueno, que no es para tanto, que son simplemente unos cuantos tubos (¿se acuerdan de los hilitos de plastilina?) que ni siquiera pasan por el parque nacional ni por el parque natural, que los realmente delicados son otros tres proyectos que sí atraviesan el parque nacional, ahí donde viven los linces. Esto me empieza a dar yuyu.
Sigo recorriendo las noticias y la misma delegada sale a la palestra con un tema de su estricta competencia. Después de tres meses de estudios por parte de una empresa especializada, se ha llegado a la conclusión de que el mal olor industrial no es de nadie y es para todos. Para llegar a esa conclusión no hace falta pagar con dinero público ningún informe, señora delegada. Me imagino una clase donde a un alumno se le escapa un pedo, los compañeros se parten de risa y la maestra, desconcertada, no sabe lo que pasa. Pues eso.
Aunque el cuerpo a estas alturas me pide apagar el ordenador, paso a la siguiente noticia y resulta que, según el Colegio de Médicos, Huelva es la última provincia del país en todos los índices sanitarios. Tal rotundidad por parte de quienes se ocupan de nuestra salud no inspira ninguna tranquilidad. A continuación, la Delegación correspondiente saca la nota de prensa de rigor y nos pide un acto de fe en sus actuaciones. Lo de siempre.
Y, por último, agotado ya, me encuentro con que los empleados del Recreativo, en un ejercicio de autogestión, se han hecho cargo del día a día del club y advierten, nada más y nada menos, de que el sábado puede ser el último partido en la historia del Recre. Madre mía, esto ahora sí que va en serio.
Definitivamente apago el ordenador y me paso a la radio. Emiten una encuesta callejera sobre algunas de estas cuestiones y un señor de acento fino dice que después de treinta años aquí ha decidido irse porque ve peligrar su salud. Ojú, ese hombre ha leído las mismas noticias que yo.