confidencial
El runrún: La esquina maldita
No sabemos qué tendrá ni, sobre todo, quién será él o la valiente que se atreverá a volver a intentar que su establecimiento triunfe en esta ubicación exacta de la ciudad, donde hasta ahora todos han fracasado.


Hablamos de la esquina de la calle Isaac Peral con San José donde, bar que abre sus puertas, bar que cierra al poco tiempo. El último en hacerlo ha sido la marisquería, que apenas ha durado unos meses en el local, pero no ha sido la única: la han precedido varios intentos que han tenido siempre el mismo final. El sitio es bueno, con una plaza enfrente cuya terraza se llena con facilidad, en una calle transitada, cerca de otros locales que habitualmente sí que consiguen estar llenos. Y en cambio, en esta esquina, parece que todo se tuerce. ¿Alguien se lo explica? Porque ya parece una especie de maldición...¡Pero que no dejen de intentarlo!
Un porro y dos buenas abogadas. Les llaman despectivamente “picapleitos”, como a los médicos “matasanos”, pero lo cierto es que un buen abogado puede resultar más que útil en numerosas situaciones de apuro. Lo decimos porque hay un onubense al que un asunto de un ‘porro’ le podría haber costado caro y al final se ha librado de una buena. Se le proponía una sanción de 700 euros por “supuestamente consumir un cigarro-porro en la vía pública”; lo que está tipificado como infracción grave por la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo de protección de la seguridad ciudadana. La persona en cuestión que estaba en esta situación fue denunciado por la Policía Nacional y gracias a la contratación de los servicios de dos abogadas se archivó el procedimiento. Como señalan desde Arazo y Abad Abogados, es muy difícil que la historia tenga el final que ha tenido, pues los denunciados no suelen alegar y cuando se hace en muy pocas ocasiones tiene éxito. Pero en este caso, tras estudiar su escrito de alegaciones, la Subdelegación del Gobierno en Huelva les notificó archivar el procedimiento, que es de los primeros que en la provincia onubense que en estas cuestiones tiene este desenlace. Y es que en manos de profesionales todo puede acabar bien, ya sea un médico, un economista o unas abogadas como éstas.

Hablamos de la esquina de la calle Isaac Peral con San José donde, bar que abre sus puertas, bar que cierra al poco tiempo. El último en hacerlo ha sido la marisquería, que apenas ha durado unos meses en el local, pero no ha sido la única: la han precedido varios intentos que han tenido siempre el mismo final. El sitio es bueno, con una plaza enfrente cuya terraza se llena con facilidad, en una calle transitada, cerca de otros locales que habitualmente sí que consiguen estar llenos. Y en cambio, en esta esquina, parece que todo se tuerce. ¿Alguien se lo explica? Porque ya parece una especie de maldición...¡Pero que no dejen de intentarlo! Un porro y dos buenas abogadas. Les llaman despectivamente “picapleitos”, como a los médicos “matasanos”, pero lo cierto es que un buen abogado puede resultar más que útil en numerosas situaciones de apuro. Lo decimos porque hay un onubense al que un asunto de un ‘porro’ le podría haber costado caro y al final se ha librado de una buena. Se le proponía una sanción de 700 euros por “supuestamente consumir un cigarro-porro en la vía pública”; lo que está tipificado como infracción grave por la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo de protección de la seguridad ciudadana. La persona en cuestión que estaba en esta situación fue denunciado por la Policía Nacional y gracias a la contratación de los servicios de dos abogadas se archivó el procedimiento. Como señalan desde Arazo y Abad Abogados, es muy difícil que la historia tenga el final que ha tenido, pues los denunciados no suelen alegar y cuando se hace en muy pocas ocasiones tiene éxito. Pero en este caso, tras estudiar su escrito de alegaciones, la Subdelegación del Gobierno en Huelva les notificó archivar el procedimiento, que es de los primeros que en la provincia onubense que en estas cuestiones tiene este desenlace. Y es que en manos de profesionales todo puede acabar bien, ya sea un médico, un economista o unas abogadas como éstas. Aprende a hablar andalú. Hace una década se hizo muy popular en Internet, cuando aún no conocíamos la palabra 'viralizar', un vídeo del conocido humorista gaditano Luis 'Comandante' Lara en el que enseñaba, en un particular 'Curso dandalú' a traducir al español algunas conocidas expresiones andaluzas que quizá fuera de la comunidad podrían no llegar a entenderse. Aquel cursillo acelerado publicado en YouTube –llegó a acumular casi millón y medio de espectadores– echaba mano de ese acento que al norte de Despeñaperros todos esperan oír de boca de un andaluz. Sin olvidar que hablamos de obra cómica, sí podíamos comprobar que abundaba en el tópico y que como una caricatura que era, exageraba lo rasgos de un tipo de habla andaluza, que no es la única. Nos hemos acordado de este simpático curso a raíz de conocer la publicación de otra 'herramienta idiomática' que parte de la idea contraria: un traductor españo-andaluz al estilo del Google Translator. Como lo oyen, y nunca mejor dicho, porque este recurso lo que hace es convertir cualquier palabra u oración redactada en la lengua de Cervantes en el equivalente fonético que encontraríamos en Andalucía. No sabemos muy bien si la intención de los autores es también humorística –como en el caso del Comandante Lara–, pero ya se pueden imaginar que generalizar de esa manera no podía dar buenos muy buenos resultados. A muy grandes rasgos, retrata más a las provincias de Sevilla, Cádiz, Huelva y Malaga y no tanto a las de Almería, Granada, Jaén y Cordoba. En nuestra provincia, como ocurrirá en el resto, no es difícil distinguir acentos bien distintos, unos más castellanizados que otros, unos donde predomina el seseo, en otros el ceceo, incluso entre localidades cercanas. Así que podemos imginarnos cuantas maneras de hablar hay en toda la región. Lo que sí creemos es que este traductor resultará muy verosímil a quien haya escuchado a los andaluces únicamente a través de la imagen que de ellos se da en el cine y la televisión. ¿Curioso? Seguro ¿Simpático? Pues depende a quién se le pregunte, claro. Aquí les dejamos el enlace a la página en cuestión para que juzge usted mismo.
Hablamos de la esquina de la calle Isaac Peral con San José donde, bar que abre sus puertas, bar que cierra al poco tiempo. El último en hacerlo ha sido la marisquería, que apenas ha durado unos meses en el local, pero no ha sido la única: la han precedido varios intentos que han tenido siempre el mismo final. El sitio es bueno, con una plaza enfrente cuya terraza se llena con facilidad, en una calle transitada, cerca de otros locales que habitualmente sí que consiguen estar llenos. Y en cambio, en esta esquina, parece que todo se tuerce. ¿Alguien se lo explica? Porque ya parece una especie de maldición...¡Pero que no dejen de intentarlo! Un porro y dos buenas abogadas. Les llaman despectivamente “picapleitos”, como a los médicos “matasanos”, pero lo cierto es que un buen abogado puede resultar más que útil en numerosas situaciones de apuro. Lo decimos porque hay un onubense al que un asunto de un ‘porro’ le podría haber costado caro y al final se ha librado de una buena. Se le proponía una sanción de 700 euros por “supuestamente consumir un cigarro-porro en la vía pública”; lo que está tipificado como infracción grave por la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo de protección de la seguridad ciudadana. La persona en cuestión que estaba en esta situación fue denunciado por la Policía Nacional y gracias a la contratación de los servicios de dos abogadas se archivó el procedimiento. Como señalan desde Arazo y Abad Abogados, es muy difícil que la historia tenga el final que ha tenido, pues los denunciados no suelen alegar y cuando se hace en muy pocas ocasiones tiene éxito. Pero en este caso, tras estudiar su escrito de alegaciones, la Subdelegación del Gobierno en Huelva les notificó archivar el procedimiento, que es de los primeros que en la provincia onubense que en estas cuestiones tiene este desenlace. Y es que en manos de profesionales todo puede acabar bien, ya sea un médico, un economista o unas abogadas como éstas. Aprende a hablar andalú. Hace una década se hizo muy popular en Internet, cuando aún no conocíamos la palabra 'viralizar', un vídeo del conocido humorista gaditano Luis 'Comandante' Lara en el que enseñaba, en un particular 'Curso dandalú' a traducir al español algunas conocidas expresiones andaluzas que quizá fuera de la comunidad podrían no llegar a entenderse. Aquel cursillo acelerado publicado en YouTube –llegó a acumular casi millón y medio de espectadores– echaba mano de ese acento que al norte de Despeñaperros todos esperan oír de boca de un andaluz. Sin olvidar que hablamos de obra cómica, sí podíamos comprobar que abundaba en el tópico y que como una caricatura que era, exageraba lo rasgos de un tipo de habla andaluza, que no es la única. Nos hemos acordado de este simpático curso a raíz de conocer la publicación de otra 'herramienta idiomática' que parte de la idea contraria: un traductor españo-andaluz al estilo del Google Translator. Como lo oyen, y nunca mejor dicho, porque este recurso lo que hace es convertir cualquier palabra u oración redactada en la lengua de Cervantes en el equivalente fonético que encontraríamos en Andalucía. No sabemos muy bien si la intención de los autores es también humorística –como en el caso del Comandante Lara–, pero ya se pueden imaginar que generalizar de esa manera no podía dar buenos muy buenos resultados. A muy grandes rasgos, retrata más a las provincias de Sevilla, Cádiz, Huelva y Malaga y no tanto a las de Almería, Granada, Jaén y Cordoba. En nuestra provincia, como ocurrirá en el resto, no es difícil distinguir acentos bien distintos, unos más castellanizados que otros, unos donde predomina el seseo, en otros el ceceo, incluso entre localidades cercanas. Así que podemos imginarnos cuantas maneras de hablar hay en toda la región. Lo que sí creemos es que este traductor resultará muy verosímil a quien haya escuchado a los andaluces únicamente a través de la imagen que de ellos se da en el cine y la televisión. ¿Curioso? Seguro ¿Simpático? Pues depende a quién se le pregunte, claro. Aquí les dejamos el enlace a la página en cuestión para que juzge usted mismo.