CONFIDENCIAL
El runrún: ¿Hay 'topos' en el vestuario del Recre?
Con temas tan sagrados, delicados y privados como son los positivos por Covid-19 no habría que frivolizar sino que hay que ser siempre muy precavido y atenerse a las informaciones oficiales. Aunque en el Recre esa norma se la están empezando a saltar a la torera.


Vacunado y cabreado. Anda el personal muy tenso últimamente con el asunto de las vacunaciones a destiempo. El miedo a ser señalado con el dedo por saltarse el orden lógico para administrar la vacuna en función de la exposición al coronavirus, provoca reacciones impropias de quienes ostentan cargos de responsabilidad. Eso es lo que parece haber ocurrido con el director gerente del hospital de Riotinto, que incluso se ha ganado la reprobación de la Asociación de la Prensa por responder con bastante crudeza a la información publicada por Perico Echeverría en la revista digital La Mar de Onuba. Bueno, para ser exactos, Rafael Perea –que así se llama quien está al mando de este centro sanitario– carga directamente en su muro de Facebook contra el informador y director de la web con “afirmaciones injuriosas” que tratan de cuestionar su profesionalidad y su vida personal, lamenta la Asociación de la Prensa. Quizá el problema estriba en que, por alguna razón, no se está informando suficientemente del protocolo que aplica el SAS a la hora de vacunar. Porque la Junta ha salido hoy al paso diciendo que una vez vacunado el personal de primera línea de los hospitales, se procederá a administrársela al resto, incluidos aquellos que no tengan contacto directo con pacientes en su labor habitual. Lo que cabría preguntarse pues es si debe vacunarse antes una administrativa de 30 años o el director y demás gestores del hospital de Riotinto que, por poner un ejemplo, la población anciana de esta localidad. Desde luego, nada tiene tiene que ver con la polémica en la que se enzarzaron Perea y Echeverría. Sin embargo y lamentablemente, ambos acabaron demostrando muy poca elegancia en las redes sociales, a la vista del cruce de mensajes un tanto infantiles que se pudo ver en Facebook este fin de semana, en los que se emplea un tono que, como mínimo, podemos calificar como poco respetuoso.

