CONFIDENCIAL

El runrún: Una onubense crea la cerveza más 'espacial'

La cerveza, además de por ser considerada una de las bebidas con mayor aceptación internacional, se caracteriza por no dejar de explorar nuevos sabores y espacios. Y esto de espacios últimamente ha tomado su sentido más literal.

El runrún: Una onubense crea la cerveza más 'espacial'

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El runrún: Una onubense crea la cerveza más 'espacial'

 Tanto es así que Factoría Cruzcampo ha presentado recientemente una cerveza inspirada en el espacio, de cuya creación ha sido partícipe la onubense Irene Pascual. La joven ha formado parte del equipo diseñador de ‘Cruzcampo fugaz’, una cerveza artesana experimental de color rojizo con luces violáceas -imitando el color de las nebulosas-, que le otorgan la mermelada de violetas y los frutos rojos. Además, la bebida cuenta con una textura especial gracias al nitrógeno. “Cruzcampo Fugaz es una cerveza de otro planeta. Todos los estilos y variedades de cervezas artesanas que elaboramos tienen un acento especial. Esta tiene un acento que se entiende en todo el universo”, explica Irene. La joven estudió Ingeniería Química y se especializó en un Máster en Ciencia y Tecnología Cervecera. Ahora, considerada ‘maestra cervecera’ junto a su compañero Juan Jiménez, físico de formación, la onubense ha podido trabajar en esta elaboración de la mano del científico Javier Santaolalla, recientemente preseleccionado por la Agencia Espacial Europea como aspirante español a astronauta. El proyecto se enmarca en la celebración del mes de la Ciencia en noviembre, para el que Factoría Cruzcampo ha organizado un programa de actividades dedicadas a la cultura cervecera, el talento joven y la ciencia. Por ello, para probarla habrá que viajar hasta Sevilla, donde la Factoría pondrá a disposición de los visitantes esta edición limitada durante el próximo mes y cuya recaudación irá destinada a la bolsa de becas de Fundación Cruzcampo para jóvenes sin empleo. Allí, en la capital andaluza, podrán degustar esta variante con toque onubense de esa bebida que pocos disfrutan en su primer buche, pero que a todos termina seduciendo.   Muchos burros y poca ayuda. Andan en la Asociación el Burrito Feliz de Hinojos bastante apesadumbrados por la noticia que llegaba de Levante. Nos referimos a la muerte de nada menos que diez ejemplares de esta especie que formaban parte de un programa de burros bombero a semejanza del que desarrolla este colectivo en la comarca de Doñana y que en la región valenciana era promovido por el gobierno de Compromís. Al parecer, los animales no pudieron soportar las duras condiciones a las que eran sometidos y probablemente sus responsables –si merecen ese nombre– no comprendieron que hay unos mínimos cuidados que hay que tener con ellos, ya no para que desarrollen correctamente la tarea que se les ha encomendado, sino simplemente para mantenerlos con vida. Desde ‘El burrito feliz’ han calificado de incomprensible la muerte de estos asnos y ha aprovechado para aclarar un par de cosas: la primera, el exquisito trato que reciben los burros que ellos tienen a su cargo. De hecho, fueron felicitados por un grupo de veterinarias suecas de la Universidad de Upsala que acudieron a estudiarlos y constataron su estupendo estado de salud. En relación al lamentable episodio de los burros valencianos, también han querido apuntar que un proyecto de este tipo “es más complicado de lo que parece y no deberían haberse embarcado sin tener pleno conocimiento de lo que es una unidad de desbrozado con asnos”. Como ejemplo, su coordinadora, Cristina Mariño, explica que cuando están en los cortafuegos, hay que darles agua fresca dos veces al día y complementar con pienso nutritivo la alimentación por pasto que toman mientras desbrozan el bosque”. Para proporcionarles el agua, un grupo de voluntarias –trabajadoras o estudiantes universitarias que no cobran absolutamente nada– se encarga de la pesada tarea de llevarles el agua con carretillas, ya que transitan por senderos donde no es posible usar un vehículo convencional. Por eso, su aspiración es conseguir un quad –algo así como una motocicleta de cuatro ruedas– adaptada para circular por terreno abrupto y con un pequeño remolque. Sin embargo, su economía no se lo permite y por eso esperan que la Junta de Andalucía se digne a ofrecerles algún apoyo, como el que recientemente llegaba de la Diputación Provincial, que premiaba este proyecto femenino entregándoles vallas móviles para hacer más cortafuegos. Así lo cuentan: “Seguimos, desde hace años, esperando que alguien de la Junta se acerque por nuestro bosque de burritos al menos a darnos un poco de ánimo. Mientras tanto, todas seguimos sacando tiempo de nuestros trabajos particulares y de la Universidad, para cuidar de los burritos y que el proyecto de Burros-Bomberos siga creando empatía en toda España”. Ojalá sus palabras encuentren eco en los despachos del Gobierno andaluz y consigan la ayuda que hasta ahora no han encontrado.   Bienestar a pesar de un épico madrugón. Ha estado muy completo el fin de semana en la provincia de Huelva, pero un evento que lleva destacando por su calidad y que lo ha vuelto a demostrar es el Congreso Bienestar y Música, celebrado en el Teatro del Mar de Punta Umbría bajo la organización de los compañeros de la Cadena Ser. Han sido tres días -de viernes a domingo- repletos de momentos interesantes, de risas, de recuerdos, confesiones, de reflexiones… al fin y al cabo de bienestar con la música, que tanto mueve el alma como constante telón de fondo. Y ha estado en el ánimo de los asistentes y en las voces de rostros conocidos como Rosa López, Javier Gurruchaga, Gabino Diego, Ray Loriga, Ismael Serrano, José Miguel López, Víctor Márquez, Luis Alegre y Viggo Mortensen. Precisamente éste último puso el broche final al congreso y fue la causa de una situación especial. El actor, famosísimo por su papel como Aragorn en la trilogía ‘El Señor de los Anillos’, tiene otras facetas como músico, director, pintor, poeta… concitó a un gran número personas venidas de diversos puntos de España. Entre ellos estaban Aitor y su madre, que emprendieron sin pereza alguna y cargados de ilusión un viaje desde Málaga a las cinco de la mañana para estar en la primera fila del patio de butacas del teatro. Más esfuerzo hizo Frodo con el anillo, pensaría. El joven no perdió detalle de cada momento de los que duró la charla de Mortensen y se veía en su rostro la emoción por vivirla tan de cerca. Conforme se acercaba el final decidió pedir el turno para preguntar y ya tenía el micrófono en sus manos esperando. Jugaba con él con impaciencia, sobre todo cuando una interviniente se alargó demasiado para desesperación de todo el auditorio. Al final no hubo tiempo para más y se quedó con las ganas de preguntar. La decepción le duro apenas unos segundos, ya que le animaron a seguir a su admirado actor hacia el camerino. Hasta allí llegó y pudo hacerse una fotografía con él (fue el único que logró una juntos sin mascarilla) y hablar un poco. Un momentazo feliz, de bienestar, que le valió para toda una vida. Desde aquí la enhorabuena a la organización y a todos los que han hecho posible que sea una maravilla. El año que viene, más. 

Muchos burros y poca ayuda. Andan en la Asociación el Burrito Feliz de Hinojos bastante apesadumbrados por la noticia que llegaba de Levante. Nos referimos a la muerte de nada menos que diez ejemplares de esta especie que formaban parte de un programa de burros bombero a semejanza del que desarrolla este colectivo en la comarca de Doñana y que en la región valenciana era promovido por el gobierno de Compromís. Al parecer, los animales no pudieron soportar las duras condiciones a las que eran sometidos y probablemente sus responsables –si merecen ese nombre– no comprendieron que hay unos mínimos cuidados que hay que tener con ellos, ya no para que desarrollen correctamente la tarea que se les ha encomendado, sino simplemente para mantenerlos con vida. Desde ‘El burrito feliz’ han calificado de incomprensible la muerte de estos asnos y ha aprovechado para aclarar un par de cosas: la primera, el exquisito trato que reciben los burros que ellos tienen a su cargo. De hecho, fueron felicitados por un grupo de veterinarias suecas de la Universidad de Upsala que acudieron a estudiarlos y constataron su estupendo estado de salud. En relación al lamentable episodio de los burros valencianos, también han querido apuntar que un proyecto de este tipo “es más complicado de lo que parece y no deberían haberse embarcado sin tener pleno conocimiento de lo que es una unidad de desbrozado con asnos”. Como ejemplo, su coordinadora, Cristina Mariño, explica que cuando están en los cortafuegos, hay que darles agua fresca dos veces al día y complementar con pienso nutritivo la alimentación por pasto que toman mientras desbrozan el bosque”. Para proporcionarles el agua, un grupo de voluntarias –trabajadoras o estudiantes universitarias que no cobran absolutamente nada– se encarga de la pesada tarea de llevarles el agua con carretillas, ya que transitan por senderos donde no es posible usar un vehículo convencional. Por eso, su aspiración es conseguir un quad –algo así como una motocicleta de cuatro ruedas– adaptada para circular por terreno abrupto y con un pequeño remolque. Sin embargo, su economía no se lo permite y por eso esperan que la Junta de Andalucía se digne a ofrecerles algún apoyo, como el que recientemente llegaba de la Diputación Provincial, que premiaba este proyecto femenino entregándoles vallas móviles para hacer más cortafuegos. Así lo cuentan: “Seguimos, desde hace años, esperando que alguien de la Junta se acerque por nuestro bosque de burritos al menos a darnos un poco de ánimo. Mientras tanto, todas seguimos sacando tiempo de nuestros trabajos particulares y de la Universidad, para cuidar de los burritos y que el proyecto de Burros-Bomberos siga creando empatía en toda España”. Ojalá sus palabras encuentren eco en los despachos del Gobierno andaluz y consigan la ayuda que hasta ahora no han encontrado.

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El runrún: Una onubense crea la cerveza más 'espacial'

Bienestar a pesar de un épico madrugón. Ha estado muy completo el fin de semana en la provincia de Huelva, pero un evento que lleva destacando por su calidad y que lo ha vuelto a demostrar es el Congreso Bienestar y Música, celebrado en el Teatro del Mar de Punta Umbría bajo la organización de los compañeros de la Cadena Ser. Han sido tres días -de viernes a domingo- repletos de momentos interesantes, de risas, de recuerdos, confesiones, de reflexiones… al fin y al cabo de bienestar con la música, que tanto mueve el alma como constante telón de fondo. Y ha estado en el ánimo de los asistentes y en las voces de rostros conocidos como Rosa López, Javier Gurruchaga, Gabino Diego, Ray Loriga, Ismael Serrano, José Miguel López, Víctor Márquez, Luis Alegre y Viggo Mortensen. Precisamente éste último puso el broche final al congreso y fue la causa de una situación especial. El actor, famosísimo por su papel como Aragorn en la trilogía ‘El Señor de los Anillos’, tiene otras facetas como músico, director, pintor, poeta… concitó a un gran número personas venidas de diversos puntos de España. Entre ellos estaban Aitor y su madre, que emprendieron sin pereza alguna y cargados de ilusión un viaje desde Málaga a las cinco de la mañana para estar en la primera fila del patio de butacas del teatro. Más esfuerzo hizo Frodo con el anillo, pensaría. El joven no perdió detalle de cada momento de los que duró la charla de Mortensen y se veía en su rostro la emoción por vivirla tan de cerca. Conforme se acercaba el final decidió pedir el turno para preguntar y ya tenía el micrófono en sus manos esperando. Jugaba con él con impaciencia, sobre todo cuando una interviniente se alargó demasiado para desesperación de todo el auditorio. Al final no hubo tiempo para más y se quedó con las ganas de preguntar. La decepción le duro apenas unos segundos, ya que le animaron a seguir a su admirado actor hacia el camerino. Hasta allí llegó y pudo hacerse una fotografía con él (fue el único que logró una juntos sin mascarilla) y hablar un poco. Un momentazo feliz, de bienestar, que le valió para toda una vida. Desde aquí la enhorabuena a la organización y a todos los que han hecho posible que sea una maravilla. El año que viene, más.

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