CONFIDENCIAL

El runrún: Vox y el orgullo

La realidad siempre tiene más de una visión, lo que da lugar inevitablemente a polémicas. En los últimos días la calle Rábida de Huelva ha sido epicentro de una de dimensión nacional a cuenta de la manifestación del Orgullo en Huelva y la sede de Vox, situada en esta vía peatonal tan activa cada año en la defensa del colectivo LGBTIQ+.

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Huelva

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Las redes llevan días dándole vueltas a lo ocurrido el pasado jueves en torno a la sede de Vox en Huelva, en la céntrica calle Rábida, cuyos vecinos y amigos son especialistas darle mucha voz a las reivindicaciones tanto de la igualdad de la Mujer como del colectivo LGTBIQ+. Este último fue el protagonista el pasado jueves por la tarde, día en el que se desplegó la manifestación multicolor del Día del Orgullo. Con su algarabía habitual, los manifestantes fueron lanzando proclamas, gritando, haciendo música al son de los tambores y disfrutando de un día señalado.

A la altura de la sede de Vox, partido muy contrario a los ideales de este colectivo y gran parte de la sociedad que los respalda, los cánticos se centraron acordarse de sus posiciones y una de las manifestantes se puso a bailar con mucho ritmo, apoyándose en las columnas del edificio, siendo jaleada por el resto mientras además ondeaba un abanico. Entre tambores, silbatos y banderas transcurrieron esos minutos, en los que nadie de Vox hizo nada. Nadie contestó, pero cuando se disolvió la manifestación si hubo un intercambio de palabras. En redes sociales el presidente de Vox Huelva, Rafael Segovia indicó que “aguantaron estoicamente la provocación” las personas que estaban en la sede que “sin duda hemos vuelto a dar a los intolerantes una lección de templanza y de democracia”. Es por ello que reclamó que “y una vez más se demuestra que la bandera de dicho colectivo no puede figurar en la fachada de Ayuntamientos, diputaciones y otras instituciones oficiales porque representa a un movimiento excluyente y antidemocrático”. “Las subvenciones al lobby LGTBI no se reparten en las sedes de VOX. No insistáis. Probad en las sedes del PP o del PSOE”, dijo el partido a nivel nacional. Del otro lado no se veía para nada así la situación y se celebró con alegría el poder apuntar al partido ‘enemigo’ con esa contundencia y alegría, sin nada de violencia.  Así lo reflejó más de un medio de fuera de Huelva. “El año que viene voy al Orgullo de Huelva”, decía una persona en Twitter, donde fue tendencia el Orgullo de Huelva y su emblemática calle Rábida. “Que hayan convertido la calle del local verde en la calle del Orgullo es maravilloso”, “qué bonito ser de Huelva”, “con las lágrimas de los fachas me hago un tesito”, fueron otros de los comentarios. También “la gente de este partido diciendo que les estamos faltando al respeto, somos un grupo de maricones y travestis bailando en la calle. Si os molesta nuestra existencia es vuestro problema, no el nuestro, besitos”. Igualmente se destacó el video del baile como “el mejor video de la historia. Amo a Huelva y su gente”. La transcendencia ha sido grande y como decía Andalucía por Sí, ”Huelva causando orgullo a nivel nacional”.

Matalascañas 'offline'. Llegan los meses de julio y agosto y muchas personas, las más afortunadas, pueden cambiar su lugar de residencia habitual por otro mucho más amable en temporada de verano, especialmente si pueden ser acariciados por la brisa del mar cuando más aprieta el calor. Pero no siempre la vida en las segundas residencias tiene las mismas comodidades que las que disfrutamos en la gran ciudad. Y si hace unos años podíamos pasar sin servicios como una conexión a Internet de una calidad aceptable, hoy pocos conciben pasar unas vacaciones sin Netflix o cualquier otra plataforma de ‘streaming’, por poner un ejemplo. O simplemente para tener una línea de teléfono convencional. Pero para eso hay que tener infraestructuras de comunicaciones acordes a estas nuevas exigencias y en estos núcleos residenciales el mantenimiento brilla por su ausencia. Hoy mismo desde Matalascañas nos hacían llegar una denuncia a través de Twitter donde se pone de manifiesto el penoso estado en el que se encuentran estas redes, impidiendo en muchos casos ofrecer el servicio que se contrató con la compañía. Lamentablemente, poco se podrá a corto plazo cuando estamos hablando de un abandono de meses, cuando no de años. 

El runrún: Vox y el orgullo

Huelva se queda atrás en el plan contra tsunamis. Los expertos lo vienen avisando, que antes o después un tsunami alcanzará el sur de la península desde Portugal a Andalucía, la costa de Huelva, y que habría que estar preparados para trasladar los avisos a la población en las zonas de máximo riesgo. Nuestros vecinos del Algarve van un paso por delante y ya hace varios años que tienen plan de seguridad y en numerosas playas están señalizadas las rutas de evacuación ante la posible llegada de una gran ola.  Aquí, sin embargo, parece que nos hemos quedado atascados. En diciembre de 2019, el Ayuntamiento de la ciudad anunció, tras el I Congreso Internacional de Catástrofes, Intervenciones Especiales y Emergencias de Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF), un Plan de Contingencia contra los Tsunamis que convertiría a Huelva en la primera capital en un tener organizada la logística para actuar en el supuesto de que se produjera un maremoto. Se montó una mesa de trabajo, que se reunió meses unos más tarde y, desde entonces, sin noticias del referido plan.  Le anunciamos desde aquí que Huelva no va a ser la primera (que ya quisiéramos apuntarnos un tanto) porque en la provincia de Cádiz, han tomado la delantera. En las playas de Chipiona ya están instalados carteles que indican qué dirección tomar para desplazarse en caso de un tsunami y tienen el objetivo de contar la acreditación que concede la Unesco para este tipo de planes de seguridad que está en fase de implantación en Chipiona. En Huelva ni un cartel ni avances (que se sepa) de los avisos a la población, nos quedamos hasta ahora con la mesa de trabajo (¿les suena eso de una mesa de trabajo?), mientras cruzamos los dedos o rezamos (según las creencias de cada cual) para que los expertos se equivoquen y la gran ola no se atreva a asomarse por nuestras playas.

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