CONFIDENCIAL
El runrún: Bocadillos lamentables para los bomberos del Infoca
Noticia en los últimos días en otros puntos de la geografía española, la polémica sobre la comida que reciben quienes se juegan la vida combatiendo las llamas también ha llegado a Huelva.

Y es que la foto que compartía un bombero del Infoca del bocadillo que había recibido mientras trabajaba en el incendio de Almonte es de todo menos apetecible. Ridícula, lamentable, o incluso insultante. Son algunos de los adjetivos que, así a bote pronto, se nos ocurren para describir la situación y el bocadillo en sí mismo. El bochornoso sándwich fue compartido en Twitter por uno de los bomberos que recibió, que no dudó en asegurar que “el problema de los bocadillos en incendios es igual en todas partes”. ¿Qué pasa, que si no es por organizaciones como la del chef José Andrés no se puede aspirar a que los bomberos, que hacen un gasto excepcional durante su trabajo, coman medio decentemente? ¿De verdad que es así como se trata a estos trabajadores? Cualquier menú en un organismo público con trabajos que requieren un menor esfuerzo físico es más contundente que esto que se le da, por lo que se ve, a quienes se juegan el tipo contra las llamas. Obviamente los comentarios ante este bocadillo no se hicieron esperar. Las culpas, como siempre, según quien las adjudique. Pero lo importante siempre, y más en casos como éste, son las soluciones. ¿Prohibido fumar en la playa? Desde que comenzara la pandemia de Covid, hace más de años, hemos acumulado cierta experiencia en eso de asumir prohibiciones hasta ese momento inconcebibles: desde restricciones de movilidad que llegaron al enclaustramiento de las primeras semanas hasta la imposición de normas sanitarias que han hecho nuestras vidas –se entiende que por nuestro bien– un poco más incómodas. Tras el confinamiento, el símbolo de lo que se vino a llamar la ‘nueva normalidad’ fueron las mascarillas, omnipresentes hasta hace cuatro días, como aquel que dice. Durante estos dos años también hemos podido comprobar lo difícil que le resulta a las autoridades controlar que la ciudadanía cumpla estrictamente las normas, pues siempre habrá un porcentaje de población al que no importe ni la amenaza de contagio ni la posibilidad de ser multados. Hacemos esta reflexión al observar una nueva prohibición que, al parecer, está vigente desde este verano en espacios públicos muy frecuentados y que, como aquellas vinculadas al Covid, creemos que serán poco menos que papel mojado. Nos referimos a la prohibición de fumar en playas y piscinas onubenses, aunque sólo en algunas de ellas, para hacer aún más difícil la concienciación o el simple conocimiento de esta nueva norma. Por si alguien no lo sabía, las playas libres de humo son la de Isla Canela (Ayamonte), Isla Cristina, La Antilla (Lepe) y la playa del Albergue, en Punta Umbría; mientras que las piscinas donde no se puede fumar son algunas más, concretamente las de Alosno, Aracena, Bonares, El Campillo, El Cerro de Andévalo, Jabugo, Nerva, Paymogo, San Juan del Puerto y Tharsis. No parece fácil, si no es a base de multas, conseguir que quien habitualmente fume en la playa deje de hacerlo y sospechamos que quien trate de hacer valer su derecho a no ser molestado por el humo en estos espacios, probablemente lo único que consiga será una mala reacción, cuando no agresiva, del infractor. Un narrador onubense para los partidos de la Liga 2022/23. Se sienta un nuevo precedente en la actual temporada 2022/23 que comenzará a mediados de agosto, ya que dos plataformas, Movistar y DAZN, retransmitirán las 38 jornadas de la Primera División. Cinco partidos se verán a través de los canales de Movistar y otros cinco partidos a través de DAZN, además de tres jornadas al completo en exclusiva. Y entre los narradores de DAZN hay un onubense de 35 años. Se trata del periodista Fran Guillén, que trabaja en DAZN desde 2019, donde ha narrado partidos de Premier League y Copa del Rey, entre otras competiciones de fútbol. Asimismo, ha puesto voz a eventos deportivos para Radio Marca, Eurosport, el canal de Twitch de Ibai Llanos, Mister Underdog o Punto Radio, con la que fue enviado especial a la Eurocopa de Ucrania y Polonia.
¿Prohibido fumar en la playa? Desde que comenzara la pandemia de Covid, hace más de años, hemos acumulado cierta experiencia en eso de asumir prohibiciones hasta ese momento inconcebibles: desde restricciones de movilidad que llegaron al enclaustramiento de las primeras semanas hasta la imposición de normas sanitarias que han hecho nuestras vidas –se entiende que por nuestro bien– un poco más incómodas. Tras el confinamiento, el símbolo de lo que se vino a llamar la ‘nueva normalidad’ fueron las mascarillas, omnipresentes hasta hace cuatro días, como aquel que dice. Durante estos dos años también hemos podido comprobar lo difícil que le resulta a las autoridades controlar que la ciudadanía cumpla estrictamente las normas, pues siempre habrá un porcentaje de población al que no importe ni la amenaza de contagio ni la posibilidad de ser multados. Hacemos esta reflexión al observar una nueva prohibición que, al parecer, está vigente desde este verano en espacios públicos muy frecuentados y que, como aquellas vinculadas al Covid, creemos que serán poco menos que papel mojado. Nos referimos a la prohibición de fumar en playas y piscinas onubenses, aunque sólo en algunas de ellas, para hacer aún más difícil la concienciación o el simple conocimiento de esta nueva norma. Por si alguien no lo sabía, las playas libres de humo son la de Isla Canela (Ayamonte), Isla Cristina, La Antilla (Lepe) y la playa del Albergue, en Punta Umbría; mientras que las piscinas donde no se puede fumar son algunas más, concretamente las de Alosno, Aracena, Bonares, El Campillo, El Cerro de Andévalo, Jabugo, Nerva, Paymogo, San Juan del Puerto y Tharsis. No parece fácil, si no es a base de multas, conseguir que quien habitualmente fume en la playa deje de hacerlo y sospechamos que quien trate de hacer valer su derecho a no ser molestado por el humo en estos espacios, probablemente lo único que consiga será una mala reacción, cuando no agresiva, del infractor.

