CONFIDENCIAL

El runrún: El payaso 'Chilolo' necesita ayuda

Quien más quien menos conoce a este animado personaje que hace las delicias de los niños y niñas de Huelva varias tardes del año en la céntrica Plaza de las Monjas. Se trata del Payaso Chilolo, ya un clásico que se ha granjeado el cariño de los pequeños y también de sus papás debido a su simpatía, cariño y generosidad.

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El runrún: El payaso 'Chilolo' necesita ayuda

La caza del lince, un ‘deporte’ carísimo. Además de los atropellados, hay muchos linces que mueren a manos de los cazadores furtivos, una actividad ilícita que por su propia naturaleza no suele trascender a los medios informativos, más si cabe cuando hablamos de uno de los animales más emblemáticos de la fauna ibérica. Pero hay delincuentes que, además de ensuciar a todo el colectivo de cazadores,  tienen entre sus trofeos predilectos especies protegidas como esta de la que les hablamos. Sin embargo, de vez en cuando nos reconforta leer noticias como la que conocimos recientemente, fechada en Badajoz, que nos cuenta lo caro que le saldrá a uno de estos individuos el ‘capricho’ de matar un lince. Lo curioso del caso es que no era furtivo al uso, pues aquel día se encontraba cazando perdices con reclamo. Y fue precisamente la jaula del reclamo lo que atrajo la atención del felino. Sin embargo, al intentar acercarse a ella, recibió un disparo casi a bocajarro de este sujeto, muriendo el felino en el acto. Más de 80 proyectiles recibió mayormente en el cráneo y el tórax, según la necropsia. Consciente de su delito, ordenó a un empleado suyo ocultar el cadáver. Sin embargo, este acabó finalmente delatándole. La ‘ruina’ que se ha buscado el cazador, hoy ya juzgado y condenado, resulta bastante disuasoria: dos años de prisión y 114.158 euros por los perjuicios económicos causados, cantidad que deberá a la Junta de Extremadura. 

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La alcaldesa da permiso para que la casen. Curiosa situación la que se ha vivido en Cañaveral de León, donde la alcaldesa de la localidad, la independiente Mercedes Gordo, acaba de dar una autorización de lo más singular: la que permite a su compañera, la concejala Remedios Olivo, casarla. Claro, se ve que la alcaldesa quiere contraer matrimonio en su Ayuntamiento –estaría feo, siendo quien es, que no lo hiciera allí-, y como lo de casarse a una misma por ahora no es posible, ha delegado las funciones correspondientes a la celebración de matrimonio civil en su compañera concejala. Así, será ella quien oficie el matrimonio que tendrá lugar el próximo 1 de abril entre la alcaldesa y su pareja, y en el que esperamos que vaya todo bien. La casa, desde luego, ya la conoce la novia.

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