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El runrún: Al PP le crecen los enanos
Dice el refrán que a perro flaco todo le son pulgas, y en este caso el Partido Popular de Huelva podría tener forma de can, y determinados concejales rebeldes se estarían convirtiendo en pulgas; pulgas que no paran de picar y enrabietar al PP, y que ahora también llegan desde Lepe.

Y es que por si fuera poco con Hernández Cansino –sin lugar a dudas ya, dispuesto a dinamitar surelación con el PP, tras expulsar a la presidenta de la formación en PuntaUmbría del grupo municipal-, JosefaCristo se ha sumado a la moda y ha decidido abandonar las filas del PartidoPopular de Lepe, según ha adelantado Canalcosta TV. La hasta ahora concejaldel PP en el Ayuntamiento lepero no sólo ha renunciado a seguir en el GrupoPopular y ha solicitado pasar a ser considerada concejal no adscrita sino que,además, habría decidido sumarse a la ‘moda independiente’, ofreciéndose aliderar un grupo político independiente desde el que enfrentarse al que durantelos últimos 25 años ha sido su partido. Cristo había sido relegada por ManuelAndrés González a concejal sin responsabilidades hace algo más de cuatro mesesy, aunque se había mostrado bastante prudente, no sabemos si a partir de ahoradecidirá seguir los pasos de su compañero puntaumbrieño, que aprovechacualquier oportunidad para cargar contraManuel Andrés a quien, desde luego, no dejan de crecerle los enanos.
En el Toralín, el tamaño importa. De entre todas las causas que puedan hallarse para explicar la derrota cosechada por el Recreativo en el ingrato estadio berciano del Toralín, ninguna tan inverosímil como la que hemos podido conocer hoy: el tamaño de las porterías. Efectivamente, según el acta arbitral, el murciano Sánchez Martínez hizo constar que las medidas de las porterías no tenían las distancias reglamentarias antes de la disputa del choque e, incluso, según recoge el diario Marca, hizo que ambos equipos firmasen un documento para disputar el encuentro, imaginamos que para evitar posteriores reclamaciones. Realmente, no se trataba de un defecto de fabricación, ya que ambas metas tenían sus medidas pertinentes. El problema estaba en que el terreno de juego sobre el que estaban instaladas era tan irregular que la distancia entre el suelo y el larguero en una de ellas era de 2,47 metros junto al poste derecho, 2,40 en el centro y 2,46 al lado del palo izquierdo; mientras en el otro marco era de 2,46, 2,37 y 2,44 respectivamente, siendo la medida reglamentaria es 2,44 metros. Curiosamente estas mediciones resultan contrarias a la lógica, ya que el centro de la portería suele estar más castigado por ser el lugar donde suele moverse el portero y lo normal sería que diese una distancia al larguero mayor que junto a los postes. Al parecer, estas partes del campo son corregidas cada semana, normalmente con arena, aunque las lluvias caídas en los últimos días también provocaron un mayor desgaste de una zona que ya de por sí está blanda y poco uniforme, según explicaron desde los responsables de la Ponferradina. Como decíamos al principio, una curiosidad que nada tuvo que ver con la dolorosa derrota de los albiazules.