CONFIDENCIAL
El runrún: ¿Nos vuelve tontos el Black Friday?
Como ha ocurrido con otras costumbres anglosajonas adoptadas en nuestra tierra con toda naturalidad, los onubenses nos hemos entregado sin reservas al Black Friday, una jornada —o dos o tres, según los casos— de desenfreno consumista que no impide que muchos tengamos la sensación de que el verdadero negocio está al otro lado del mostrador.

Pocos comercios de Huelva han resistido la tentación de sumarse a estas minirrebajas a las puertas del auténtico ‘mes negro’ de la Navidad, un color que, siguiendo el modelo del Black Friday, hace referencia al de las cuentas de resultados de las tiendas cuando pasan las fiestas consumista por excelencia. En la capital, arranca con el encendido el alumbrado el 4 de diciembre y finaliza pasada la noche de Reyes. Por eso, este invento americano es aprovechado por muchos para conseguir rebajados artículos que no encontrarán a ese precio hasta las clásicas rebajas de enero. Al menos, ésa es la teoría porque, como ocurre todos los años, este viernes negro también es día de denuncias en las asociaciones de consumidores debido a prácticas fraudulentas encubiertas. Estas prácticas consisten en inflar los precios de determinados artículos con varios días de antelación para aplicar la rebaja el día de las supuestas grandes ofertas, ofertas que en muchos casos implica pagar incluso más de lo que hubiéramos abonado por un producto un par de semanas antes. Aunque no serán los únicos en engañar a sus clientes, quizá el caso más paradigmático y el que nos toca más de cerca sea el de la cadena Media Markt, que este año ha vuelto a recibir furibundos ataques a través de las redes sociales debido a sus malas artes comerciales. Desde Facua explican que no solo es Media Markt quien comete estos fraudes al consumidor con la excusa del Black Friday o de jornadas especiales al estilo del Día sin IVA, y de hecho muchos tuits señalan directamente a otras cadenas como FNAC o Worten. El problema, claro está, es la falta de un organismo que monitorice los precios antes de estas citas de consumo masivo para así evitar maniobras como las que se denuncian. Mientras estas medidas de control no existan, habrá que demostrar realmente que ‘no somos tontos’ y que sabemos comprar con cabeza.

Cyber, que no ‘in situ’. Y es que esto de importar las costumbres americanas y de la introducción ‘a saco’ de la compra electrónica y de las promociones sólo válidas vía internet está provocando cierto caos entre los onubenses. Fijénse si no en lo que le ha pasado a Marcos Arizmendi, el humorista onubense al que sin embargo no le hizo ninguna gracia ir hasta la estación de trenes a por un billete para Madrid a primerísima hora de la mañana y encontrarse que los de la promoción –en el marco de la ‘Cyber Week’ de Renfe, desde este jueves al 3 de diciembre, con billetes desde 23 euros- estaban ‘agotados’. A Arizmendi no le hizo mucha gracia pegarse el madrugón para nada, pero es que se entiende que lo de la ‘Cyber Week’ es para compras en internet, y además para fechas concretas, según explican desde la empresa de trenes. Menos mal que hasta contando el ‘episodio’ tiene su gracia, aunque entendemos que a él, a esas horas y con el frío que ha hecho estos días, no le hiciese ni chispa.
Recordando al abuelo gracias al crowdfunding. Ordenar los recuerdos de la infancia lápiz en mano y con el hilo conductor de la figura de su abuelo. Eso es lo que ha hecho el ilustrador onubense David Robles, que acaba de editar ‘Recuerdos de mi primer domingo’, una historia de sentimientos de un nieto hacia su abuelo reflejados en dibujos y recortes. Lo curioso es que el libro ha visto la luz gracias a una campaña de crowdfunding –micromecenazgo-, con muchas aportaciones de diverso origen sumadas para hacer posible la publicación. Seguro que todos los que han contribuido, en cierto modo, también tenían en el pensamiento a sus abuelos.
