Confidencial
El runrún: Cortan la cabeza a los leones de Correos
Cuántos niños, desde la lejana década de los años 30 y hasta hace no mucho, habrán introducido una carta en una de las bocas de los leones de bronce de la oficina de Correos con el miedo de perder la mano por un bocado veloz de unos de estos reyes de los animales, que fijamente miraban al infinito. Sus padres se habrían encargado previamente de alimentar ese temor en tono jocoso. Ahora ese miedo lo tienen estos emblemas de la Huelva antigua, que han perdido sus cabezas.
Esta mañana unos operarios han descabezado a los míticos leones-buzón de este edificio construido en1932 y aseguraron a huelva24.com que los volverán a colocar en el nuevo edificio de Correos. La cuestión es, ¿dónde enjaularán a estos leones mientras? y ¿no hay forma de salvar un edificio de tanta solera? Estas esculturas fueron fundidas en la segunda década de la pasada centuria en los talleres de la Riotinto Company y decoraban la anterior sede de Correos en Huelva, ubicada en el Hotel París de la Plaza de las Monjas, hasta que fueron trasladados, como el propio servicio postal, a la avenida de la Ría. Ahora parece que sobrevivirán a una nueva mudanza. En lo que se refiere al edificio, de titularidad estatal, pese a interés de muchos ciudadanos para que no sea derribado, hoy por hoy parece que ese es su destino. La antigua casa de Correos y Telégrafos, entre el viejo mercado y el nuevo, avanzadilla del terreno que la ciudad ha ido ganando acercándose a la ría, está en peligro de extinción. Desde hace dos años no hay nada allí y todo está unos metros más allá. En junio se aprobó en el pleno municipal una moción de IU, que contó con el respaldo de PP y Mesa de la Ría para que esta edificación no se convierta en un solar. La idea es que cuando se construya allí un bloque de pisos, en los bajos vuelva a estar Correos, aunque no se descarta que pueda salvarse y tener otros usos. Parece que aunque tenga titularidad estatal, el Ayuntamiento de Huelva tiene en su mano incluir este inmueble en el catálogo de edificio protegidos de la capital, un proceso burocrático largo, pero que de prosperar podría desembocar en la rehabilitación y reutilización del inmueble. Veremos que pasa. Lo cierto es que mientras tanto, ese edificio parecerá sin alma al contemplar el vacío dejado por los leones. Habrá que rugir mucho para que Huelva no pierda más cosas de su pasado.
Carreteras eternas. Una carretera eterna no es aquella por la que transitamos y tiene un trazado tan monótono que parece que nunca alcanzaremos el final. Una carretera eterna es la que no llega nunca a hacerse realidad. Hay una carretera en la provincia de Huelva que existe y es la Nacional 435, que vertebra gran parte de la provincia de Norte a Sur y viceversa, donde ha habido muchos accidentes y que tiene una nada desdeñable densidad de tráfico. Durante años se ha tenido como una reivindicación su desdoble y lo cierto es que, variante Beas-Trigueros en obras aparte, no es una realidad como muchos ciudadanos sueñan a día de hoy. En las redes sociales se puede recordar como se ha dado por hecho esta realidad en el pasado, como en 2004 tras las elecciones generales. Lo cierto es que aún no ha llegado, ya sea con un gobierno central del PSOE o del PP. Que cada cual asuma y reparta culpas. Esperemos que las comunicaciones mejoren en este y otros casos pendientes.
