ENTREVISTA A ESPERANZA ORNEDO, PTA. ASOC. SOS BEBÉS ROBADOS
'Lo que queremos es acabar con la intranquilidad de las familias'
Desde hace un año y medio, en su casa no se habla de otra cosa. Su hermana está presente en todas las conversaciones y sobre todo la esperanza de encontrarla con vida. El de Esperanza Ornedo, presidenta de SOS Bebés Robados de Huelva, es uno de los miles de casos de uno de los mayores escándalos que han azotado nuestro país y que ha destapado una dramática trama de robo de niños recién nacidos.

En ella, presuntamente, médicos, curas, funcionarios y monjas se repartían los papeles protagonistas. Fechorías que se prolongarían desde los años sesenta hasta bien entrada la década de los noventa, 30 años de horror para muchas familias a las que la incertidumbre quema como hierro incandescente.En Huelva, por el momento, se han detectado un centenar de casos, aunque no se descarta que haya más, y ya se han producido las cinco primeras imputaciones, lo que reafirma a las víctimas en su percepción de que, finalmente y tras una fuerte lucha, les están tomando en serio, tanto el Gobierno como jueces y fiscales a quienes piden que autoricen el levantamiento de la fosa común del cementerio de Huelva capital en busca de pruebas. Los escenarios de estos sucesos habrían sido el Hospital Manuel Lois y el Hospital Provincial de la Merced que, con su desaparición, se llevaron consigo mucha de la documentación que las víctimas han estado reclamando durante años. Nombres falsos, abortos inventados, médicos sin identificar y desapariciones de bebés sin explicaciones contundentes giran en torno a una trama que ha dado un giro tras un auto dictado por la Audiencia Provincial de Huelva de evitar el archivo de un caso en el que insta al juez a finalizar la investigación, lo cual les permite ser optimistas, esperan que el final esté un poco más cerca.PREGUNTA.- ¿Cómo ha recibido la decisión de la Audiencia Provincial de Huelva de reabrir su caso y e instar a que se finalice la investigación?RESPUESTA.- Lo he recibido con mucha alegría, llevaba meses esperando a ver qué pasaba, temiendo que cerraran mi caso y finalmente ha ocurrido lo contrario. La decisión del presidente de la Audiencia me ha dado muchísima fuerza, es una ilusión grandísima.P.- Una de las reclamaciones de los afectados en que se modifiquen los requisitos para dar un caso por prescrito, ¿creen que lo conseguirán?R.- En la actualidad, el caso prescribe 15 años después de la mayoría de edad del niño en cuestión, lo que ocurre es que hay diferencia de opiniones entre jueces y fiscales en torno a este tema, hay quienes piensan que al estar el niño en la calle, no está detenido ilegalmente, sino que es libre, pero nosotros no estamos nada de acuerdo con esto. No se dan cuenta de que ese niño no ha aparecido como tal y no sabe la verdad y por eso, en nuestra opinión, no debe contar como caso prescrito, tiene que ser permanente y no debe acabar hasta que el niño aparezca.P.- Tienen la esperanza de que esta decisión cree jurisprudencia en otros casos.R.- Esa es nuestra intención, de esta forma tendríamos una puerta abierta a la esperanza para que en los futuros casos que se quieran archivar por haber prescrito, se lo piensen mucho antes de hacerlo y que el auto del que hablamos sirva de ejemplo.P.- En su caso concreto, lleva investigando desde hace un año y medio para obtener datos sobre su hermana, a la que dieron por fallecida en 1968, ¿cómo se dieron cuenta de que podrían haber sido víctimas de un robo y de un engaño?R.- Hace un año y medio mi madre estaba viendo en la televisión un programa en el que se estaba hablando de casos de bebés robados y enseguida se vio reflejada y se dio cuenta de las similitudes con lo que ella vivó. Desde ese momento, yo he estado investigando para encontrar información real sobre lo sucedido y he encontrado numerosas irregularidades. Mi madre dio a luz en una camilla en un pasillo del Hospital Manuel Lois y quienes la asistieron no se identificaron. Ella recuerda perfectamente cómo ocurrió todo y tiene fresca la imagen de mi hermana viva y sana justo antes de que se la llevaran. Transcurridas unas cuantas horas, un hombre, también sin identificar, le dijo que mi hermana había muerto, sin darle ningún tipo de explicación, y hasta el día de hoy no hemos vuelto a saber nada de ella. Cuando abandona el hospital lo hace sin documentación, no le entregan nada, y es mi padre el que exige ver el cadáver. En el mortuorio le enseñan un paquete envuelto en vendas y le impiden abrirlo diciendo que podría estropear la cara del bebé, le aseguran que lo van a enterrar con otro fallecido de ese día y mi padre les dice que él se hará cargo puesto que cuenta con seguro de deceso, se lo prohíben y les aseguran que ellos se harán cargo, como hacen siempre.P.- Un factor común en muchos casos es la dificultad de encontrar documentación sobre el parto.R.- En mi caso no contamos con el historial clínico, ya que al haber desaparecido el hospital nos dicen que se han destruido todos los documentos, en los pocos que tenemos aparece el nombre de un facultativo, que no sabemos de dónde sale, que firma que atendió a mi madre en un parto a los seis meses de gestación, lo cual es todo mentira. En otros casos ocurre algo muy parecido, la historia que se plasma por escrito no tiene absolutamente nada que ver con la realidad que vivieron las familias, lo cual dificulta mucho la obtención de información.P.- El hecho de que haya aumentado la presencia de estas historias en los medios de comunicación, ¿cree que ha incrementado también el número de afectados?R.- Por supuesto, yo empecé en enero del año pasado, denuncié entonces y decidí ponerme al frente de la asociación. A día de hoy hay más de cien afectados que se han puesto en contacto con nosotros, alrededor de 60 han presentado denuncia, y entre diez y quince han pasado a los juzgados. Hay otros tantos que se han archivado por falta de datos o por haber pasado demasiado tiempo. Recibo muchísimas llamadas a diario, es un no parar.P.- A pesar de este incremento, ¿considera que hay todavía miedo entre los posibles afectados a contar su historia?R.- Sí, todavía hay mucho miedo, gente que aún no se ha atrevido a dar el paso, están en stand by, esperando a ver lo que ocurre, pero en estos últimos días, con tanto movimiento en los medios, se han enterado de que existimos y hemos recibido muchísimas llamadas más. Están entrando afectados nuevos por día. Es uno de los mayores escándalos en nuestro país, esto no ha hecho más que empezar y se está poniendo la cosa muy seria, y no va a parar.P.- El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha anunciado que creará un censo de posibles afectados, ¿qué más esperan del Gobierno?R.- Nosotros primero queremos ver ese censo, y cuando lo veamos hecho, lo creeremos. Estamos luchando mucho por el asunto de la prescripción, para que se alarguen los plazos, algo que de momento no han tocado y está siendo un gran problema para muchos, por eso yo me siento una privilegiada por lo que ha ocurrido con mi caso.P.- Ya se han conocido las primeras cinco imputaciones en Huelva por estos casos, la mayoría médicos, ¿lo consideran un paso más en un largo camino? Imagino que los rostros de aquellas personas que intervinieron en los partos, no se olvidan fácilmente.R.- Yo me quedé muy sorprendida con la noticia de las imputaciones, pero la verdad es que no tengo más información, sobre nombres y cantidad de imputados, que la que ha salido en los medios de comunicación. Hay mucha gente que tiene muy claro lo que ocurrió en esos partos y quiénes les atendieron. El problema es que en algunos no concuerdan los nombres de los médicos, no se corresponden con la realidad, pero la memoria la siguen teniendo muy fresca. La imputación, a nivel nacional de sor María, ha sido un paso muy importante, el movimiento que está creando es muy positivo ya que se está empezando a demostrar que hubo monjas involucradas en este lío y eso nos indigna muchísimo.P.- Están muy pendientes de la decisión judicial que autorice el levantamiento de la fosa común ubicada en el cementerio de Huelva capital, lo que permitiría realizar pruebas de ADN.R.- Nuestra gran esperanza está depositada en las pruebas de ADN, por eso solicitamos el levantamiento de la fosa común. Sería clave, queremos que se abran las cajas para ver lo que hay, o no hay, en su interior. En el primer caso, con la prueba se podría saber si esos restos pertenecen a la familia o no, y veríamos también si realmente se enterró a todos los que nos dijeron.P.- Llegados a este punto ¿cuál sería el siguiente paso?R.- Ahora estamos asimilando todo lo que está ocurriendo y después ya veremos. Lo que más nos preocupa ahora es que, cuanto antes, sepamos si finalmente se obtiene la autorización para la fosa común y tendrán que ser los jueces los que decidan.P.- ¿De qué manera afecta a la familia el hecho de confirmar o aumentar las sospechas de haberse visto involucrados en una trama de robos de bebés?R.- Es un tema del que hablamos a diario, sobre todo en mi caso, al estar al frente de la asociación, no dejo de recibir llamadas, tengo continuo contacto con los afectados, a todas las horas del día. No se me va de la cabeza este tema, en mi familia soy yo la que doy la cara porque quiero apartar a mis padres de todo esto para que no sufran mucho, pero están al tanto de todo. No a todo el mundo le afecta de la misma manera, pero sé que hay mucha gente con problemas de ansiedad, a otros les ha cambiado la vida por completo. En definitiva, se vive con un sentimiento de intranquilidad interior permanente al no saber lo que ha ocurrido. Nosotros contamos con la ayuda del SAVA, Servicio de Ayuda a las Víctimas, con psicólogos para las madres y hermanos afectados que se sientan mal y tengan la necesidad de hablar.P.- ¿Cuál sería el final que a usted le gustaría escribir en esta historia?R.- Sólo pensamos en encontrar a mi hermana y quedarnos tranquilos, tanto si está viva o muerta, al menos saber lo que realmente sucedió. Si está viva, habrá una vida nueva y un camino de esperanza, y si la encontramos muerta, que es lo que hemos pensado durante muchos años, al menos tendremos una certeza. Lo que queremos es que los familiares se queden tranquilos.P.- ¿Y en cuanto al castigo para aquellos que participaron en los robos de bebés?R.- Da mucha rabia que las personas se vayan de rositas después del daño que han hecho, pero confiamos en que la justicia haga lo que tiene que hacer.P.- Si la justicia terrenal le da la espalda, ¿cree en la justicia divina?R.- Habrá que aferrarse algo, me tranquiliza que al menos en alguna parte de esta vida o la otra, en algún lado, alguien les pida cuentas por lo que han hecho. P.- A diferencia de otros lugares de España, en Huelva no se han producido reencuentros entre hijos y padres separados hace años.R.- Desgraciadamente no ha habido ningún reencuentro, pero sí hay un caso muy curioso en el que están pendientes de que el ADN revele si son o no hermanas. Se trata de unas presuntas gemelas, que se han dado cuenta de adultas de que puede que sean familia, pero han pasado toda la infancia juntas, estudiaron en el mismo instituto y allí las apodaron “las gemelas”.


Fotos: Laura Gómez