no se ha hallado el ADN de los pequeños
La abogada de Ruth Ortiz ve 'absurdo' que la defensa de Bretón necesite los restos en el juicio
18.15 h. Reposo Carrero, abogada de Ruth Ortiz, ha tildado este martes de 'absurdo' que la defensa de Bretón, representada por el letrado José María Sánchez de Puerta, asegure que los restos óseos hallados en la hoguera de la finca de Las Quemadillas le van a 'hacer falta' en el juicio, como parte de su línea de defensa, tras no hallarse el ADN de los pequeños en los restos.
Carrero ha manifestado que entiende que la defensa se tiene que agarrar a algo, pero ha insistido en que este planteamiento es absurdo.
Por su parte, el letrado Sánchez de Puerta ha recordado que los restos no se pueden entregar a la familia materna como pide para enterrarlos, porque son una prueba, a lo que agrega que no es nada personal mío ni que quiera hurgar en la herida, ni hacerle daño a la familia materna, y es que, en el momento del juicio me van a hacer falta, como apostilla.
Carrero se encuentra a la espera de que el juez instructor, José Luis Laínz Entralgo, se pronuncie sobre su petición de que los restos sean devueltos a la madre de los menores, Ruth Ortiz.
Al respecto, el juez Rodríguez Lainz dictó una providencia por la que pedía al Instituto Nacional de Toxicología y a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) que entregaran en su juzgado los restos óseos hallados en la hoguera de la finca de Las Quemadillas y que han sido analizados por los forenses y técnicos del ente científico estas semanas atrás, pero aún no se ha pronunciado sobre su destino definitivo.
En concreto, el magistrado Rodríguez Lainz hace dos apreciaciones en su providencia. Por un lado, estima que la devolución de los huesos, que varios informes periciales han determinado que pertenecen a niños de seis y dos años, se hace con el objetivo de mantener su debida custodia a los efectos de la presente causa. Y también solicita al Instituto Nacional de Toxicología que adopte las medidas oportunas para evitar el posible deterioro de los restos en su transporte, ya de por sí estropeados por su estado de calcinación -pudieron ser quemados a temperaturas de 800 grados-.
Mientras, el Instituto de Ciencias Forenses de Santiago de Compostela dispuso de dos piezas dentales y una raíz para intentar hallar ADN que pudiera ratificar científicamente la identidad de estos vestigios, pero como ya avanzó el forense Ángel Carracedo, es imposible dar con la clave genética de los mismos.