ESTUDIO presentado en el Colegio Oficial de Farmacéuticos
El consumo moderado de cerveza contribuye a la recuperación tras los infartos
12.54 h. Un estudio publicado en Basic Research in Cardiology -referente internacional en investigación cardiovascular – y presentado hoy en Huelva concluye que la ingesta moderada de cerveza deriva en un menor tamaño de la cicatriz y una mejora en el funcionamiento cardíaco global.

La ingesta moderadade cerveza (un máximo de 3 cañas para los hombres y 2 para las mujeres) puedeproteger frente a lesiones miocárdicasagudas asociadas al infarto y favorecerla función cardíaca global. Esta es la principal conclusión del estudio “Intake of fermented beverages protectagainst acute myocardial injury: Target organ cardiac effects andvasculoprotective effects”, dirigido por Lina Badimón, directora del Centrode Investigación Cardiovascular (CSIC-ICCC) y Gemma Vilahur, investigadora dedicho centro. El estudio está publicado en la revista de referenciainternacional Basic Research inCardiology y se ha presentado hoy en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huelva por su co autora, GemmaVilahur.
Para la realización de la investigación se han utilizado animales de experimentación a los que se lesproporcionó durante diez días, además de una dieta rica en colesterol, unas cantidadesde ligeras a moderadas de cerveza (un grupo con 12,5 g de alcohol al día,otro con 25 g de alcohol al día y un grupo al que se les suministró cerveza sinalcohol, además del grupo control que no consumió cerveza). Tras la inducciónde infartos, los animales continuaron recibiendo la misma dieta durante lossiguientes 21 días. “El consumo moderado de alcohol (10-30 g al día) se haasociado a un menor riesgo de infarto demiocardio o muerte en estudiosen poblaciones con grave riesgocardiovascular y en pacientes conenfermedades coronarias, por lo quecon esta investigación aspirábamos a evaluar la ingesta de cerveza tradicionaly sin alcohol seguía la misma línea. El resultado es que los animales a los quese les suplementó su dieta con cerveza tradicional (un consumo de leve amoderado) manifestaron menor estrésoxidativo y apoptosis (muerte celular), así como una mejor fibrosis reparativa en el corazón y, por tanto, un mejorfuncionamiento cardíaco global”, explica la Gemma Vilahur, investigadora delCentro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICC).

La cerveza está elaborada con ingredientes naturales (agua,cebada malteada y lúpulo), y contienediversos nutrientes como vitaminas del grupo B (especialmente ácidofólico), fibra y minerales (silicio,potasio, magnesio y poco sodio). Asimismo, uno de los polifenoles (antioxidantesnaturales) más destacados de la cerveza es el xanthohumol, presente en el lúpulo. “Existen evidencias científicasque relacionan, tanto el xanthoumol, como el bajo contenido alcohólico quecontiene la cerveza con efectos protectores en la salud cardiovascular”,comenta la doctora Vilahur.
Consumo moderado decerveza y mejora de la cicatriz del corazón
El estudio “Intake of fermented beverages protect againstacute myocardial injury: Target organ cardiac effects and vasculoprotectiveeffects” concluye que “veintiún días después del infarto de miocardio, el tamaño de la cicatriz erasignificativamente inferior en los animales cuya dieta fue suplementada concerveza tradicional y sin alcohol, frente a los que mantuvieron una dietahabitual” constata Gemma Vilahur, co-autora de la investigación.
Por otra parte, el estudio ha analizado los mecanismos quesubyacen a estos efectos protectores asociados a la ingesta de cerveza. Sereveló que los animales alimentados con cerveza mostraban, en la zonaciatricial y, en comparación con los animales del grupo de control, una menor infiltración de lípidos, una menoractividad metaloproteásica (enzimas que degradan la matriz extracelular),así como una mayor transformaciónmiofibroblástica dependiente del factor de crecimiento transformante(TGF)-beta-1 lo que deriva en la formación de fibras de colágeno. “Por lotanto, podemos confirmar que la ingestamoderada de cerveza puede favorecer la formación del tejido cicatrizalreparativo tras sufrir un infarto”.
Cerveza, pesocorporal y colesterol
A lo largo de la investigación, no se detectó ninguna diferencia de aumento de peso entrelos distintos grupos de animales. Asimismo, el grupo de animales cuya dietafue suplementada con un consumo moderado de cerveza tradicional mostró un mejorperfil lipídico en el momento del sacrificio, con un aumento significativo de las partículas de HDL (colesterol bueno ocardiosaludable) y una consecuente disminución del ratio colesterol total/colesterol HDL (cuanto menor sea este ratio, mejor salud cardiovascular setiene).

“Hemos detectado quela ingesta moderada y regular de cerveza tradicional durante 21 días se asociaa un aumento de los niveles de plasma de HDL. Sin embargo, el consumo decerveza sin alcohol, aunque no aumenta los niveles de HDL, es capaz de mejorarla calidad de HDL haciendo que las partículas de HDL adquieran gran capacidadantioxidante. Todos estos hallazgos sugieren que, aparte del contenido dealcohol, que principalmente aumenta los niveles de HDL, otras sustancias derivadas de las plantas presentes en la cervezacontribuyen a las propiedades antioxidantes que protegen el corazón frenteal daño cardíaco oxidativo que se produce durante el infarto y la posterior revascularización de la arteriaocluida”, constata la doctora Vilahur.
Cerveza yrecuperación cardiaca global
Numerosos estudios epidemiológicos han respaldado el papelprotector de las dietas bajas en grasas saturadas y ricas en frutas y verduras,además del consumo moderado de bebidas fermentadas (cerveza o vino) frente aldesarrollo y la evolución de las enfermedades cardiovasculares. “De hecho, enesta investigación demostramos que, en un modelo animal dislipidémico, esdecir, con altos niveles de colesterol circulante inducido por dieta, el consumo moderado de cerveza puedeproteger el corazón de los efectos nocivos derivados de sufrir un infarto demiocardio en comparación con los animales no alimentados con cerveza. Porprimera vez, y según nuestro conocimiento y experiencia, aportamos nuevos datosen cuanto a los mecanismos por los que la ingesta de cerveza (tradicional y sinalcohol) puede proporcionar cardioprotección,lo que se traduce en un menor daño miocárdico y en una mejora delfuncionamiento cardíaco posterior al infarto de miocardio”, pone de manifiesto Vilahur.
Así, los datos han revelado que, tanto la cerveza tradicional como sin alcohol, puede disminuir laincidencia de arritmias, así comocomplicaciones derivadas de la isquemia (privación de oxígeno debida a laoclusión de la arteria coronaria) durante la inducción del infarto de miocardio,con lo que, según la doctora, “se podría confirmar un efecto protector queresulta más pronunciado en los animales que consumieron cerveza tradicional deforma leve a moderada”. Tanto el análisis entre grupos, como entreanimales, arrojó una mejora significativa de la función cardiaca global en losanimales alimentados con cerveza. “En conclusión, nuestros datos respaldanfirmemente que la cerveza, tanto sin alcohol como con contenido alcohólico deleve a moderado, puede procurar unacardioprotección que supera los efectos nocivos asociados a la dislipidemia en elmiocardio infartado”, afirma.