Luto por Pedro Naranjo en el Infanta Elena

Huelva despide a su cirujano más solidario, al que 'era imposible no querer, respetar y admirar'

13.23 h. Pedro Naranjo, jefe de Cirugía del Hospital Infanta Elena, falleció este martes a los 56 años y ayer se despidieron de él todas las personas que aprecian en él su gran profesionalidad y valor humano, ya que operó gratuitamente en vacaciones en países desfavorecidos y colaboró estrechamente con la Prisión de Huelva. Pese a que le diagnosticaron una grave enfermedad hace un año, estuvo al pie del cañón hasta el último momento. Sus compañeros van a proponer a la dirección del centro que la calle principal lleve su nombre. “Es una persona a la que era imposible no querer, respetar y admirar”, dice una compañera. Otra resalta que 'para todos es un referente como profesional, pero como persona es un ejemplo de vida'.

Huelva despide a su cirujano más solidario, al que 'era imposible no querer, respetar y admirar'

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Un médico con mayúsculas, una persona aún más grande. Así ven a Pedro Luis Naranjo Rodríguez quienes tuvieron la suerte de compartir con él tres décadas de vivencias profesionales y personales en Huelva, donde sus manos de cirujano dieron mucha vida. No por esperada ha sido menos triste la pérdida del jefe de Cirugía del Hospital Infanta Elena desde el año 2000, natural de San Fernando (Cádiz), pero con una amplia y reconocida trayectoria en Huelva desde 1987.

Huelva despide a su cirujano más solidario, al que 'era imposible no querer, respetar y admirar'

Aquí se ganó el cariño y admiración de colegas de profesión, pacientes e instituciones, que reconocieron su destacada labor a favor de los demás, ya fuera en su trabajo diario en el hospital, en la Prisión de Huelva o en América Latina. El pasado 24 de septiembre de 2013, en el Día de la Merced, recibió la Medalla de Plata al Mérito Social Penitenciario tras seis años desplazándose a la prisión para pasar consulta a los internos, evitando que éstos tengan que ser trasladados a la cárcel. Allí prestó también colaboración y formación a los profesionales médicos del centro penitenciario. Además en vacaciones viajaba a países desfavorecidos sanitariamente para operar gratuitamente en un proyecto con la ONG Ibermed.

Hace un año le diagnosticaron una grave enfermedad, pero continuó siendo fiel a su vocación de servicio y a su carácter trabajador, por lo que hasta el último día estuvo acudiendo al Hospital, manteniendo la sonrisa y el ánimo, pese a que su estado de salud era cada vez más delicado. Trabajó el viernes pasado y lo hubiera hecho el lunes de no ser festivo. Se marchó el martes y el miércoles ha sido despedido por la gran familia que hizo en Huelva antes de que sus restos mortales regresaran a su ciudad natal. Precisamente este mes iba a cumplir 57 años, y las personas que seguramente le hubieran felicitado con entusiasmo hoy lloran por él. Entre ellos, son muchos los que van a proponer a la dirección del Hospital que la calle de la parte frontal del centro reciba su nombre.

Flora Evangelista, enfermera que trabajó estrechamente con Pedro Naranjo durante 25 años, ha manifestado a huelva24.com que “estamos de luto, es una pérdida muy importante. Ha dejado un vacío que aún no somos capaces de encajar”.

“Él fue muy brillante en sus estudios y luego como profesional y escogió quedarse en Huelva, aunque su faceta humana sobresale aún más por encima de la profesional. Era un hombre familiar, humilde y sencillo, de fe, muy creyente y practicante con su forma de actuar con los demás”, ha relatado Evangelista, que ha resaltado que tenía “un gran sentido de la profesionalidad y una responsabilidad terrible, exacerbada. Trabajó hasta el viernes pasado y el lunes no vino porque era fiesta y el martes murió”.

Huelva despide a su cirujano más solidario, al que 'era imposible no querer, respetar y admirar'

Esta profesional ha incidido en que la vocación de servicio de Naranjo era grande en cualquier circunstancia. “Era muy generoso en su trato con los demás, siempre daba mucho sin ser consciente porque le salía de un modo natural. Era muy humilde. Siempre estaba disponible para los demás y nunca ponía mala cara o tenía un mal gesto. Es una persona a la que era imposible no querer, respetar y admirar”.

También ha valorado que era voluntario en la cárcel y “hasta la semana pasada que no se sostenía ha estado yendo”, por lo que entiende que sea una persona muy querida, pese a que “no se daba importancia. Una vez que cayó malo se preguntaba por qué recibía tantas muestras de cariño y yo le decía que era por lo que había sembrado durante 30 años”, ha indicado Flora.

Mamen Segovia, también enfermera y compañera del servicio durante muchos años, por su parte ha expresado que se siente muy triste y que ese sentimiento y la sensación de vacío es la que se masca en el hospital este jueves. Notamos su ausencia y hoy es el día después, pero lo vamos a notar mucho más conforme vayan pasando los días, ha expresado.

Para mí es un hombre bueno en toda la extensión de la palabra y tengo la suerte inmensa suerte de haberlo conocido. Para todos es un referente como profesional, pero como persona es un ejemplo de vida. Su lucha ha sido impresionante, ha trabajado hasta el último día y ha dado muestras de su enorme calidad humana, ha detallado Segovia sobre Naranjo, que resumiendo ha afirmado que no se podía ser más grande en todos los aspectos, era una persona maravillosa.

En esta línea ha añadido que era querido y admirado por todos a su alrededor, un ejemplo a seguir. Profesionalmente tenía unas cualidades impresionates, pero también era maravilloso como persona, amigo y jefe. Todos en el hospital pueden hablar bien de él.

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